sábado, 29 de enero de 2011

La justicia en Zalamea

El jueves asistí al estreno en Sevilla de "El alcalde de Zalamea" de Calderón De La Barca a cargo de la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Es la primera obra de este autor que veo representada sobre un escenario ya que anteriormente había visto en televisión, en Estudio 1, "La vida es sueño" y "La dama duende". La verdad es que esperaba más de la obra, la cual no me entusiasmó demasiado, por mucho que digan que es una de las mejores obras de nuestro gran autor del Siglo de Oro. A pesar de lo dicho, reconozco que los actores estuvieron geniales, ya que considero que no es fácil enfrentarse a un texto en verso. Quizás lo que me ocurre es que personalmente, me gusta más Lope de Vega, del que he visto ya tres obras representadas y leído otras tantas. Precisamente una de mis favoritas de Lope, "Fuenteovejuna", tiene puntos de conexión con "El alcalde de Zalamea", como el honor y la rebelión contra el poder. Sin embargo, el estilo y la manera de resolver el conflicto por parte de Calderón me gusta menos, ya que el que hagan al protagonista de repente alcalde parece algo fortuito, sin explicaciones. Por lo tanto, yo prefiero la sublevación popular que ocurre en "Fuenteovejuna", aunque no echo por tierra el talento de Calderón. Puede que el haberlo visto y leído menos que a Lope haya afectado a mi criterio, ya que si es una obra tan alabada algo tendrá para haberse ganado el lugar que ocupa dentro del teatro universal. 

De entre los actores, destacaría la frescura que desprende Pepa Pedroche (Carmen,la madre de Alfonso y Teresa, en "Amar en tiempos revueltos", serie en la que también participaron, que yo recuerde, otros dos actores del reparto de la obra, José Luis Santos, Don Lope, y Miguel Cubedo, Don Mendo). Pues bien, Pepa Pedroche interpreta a La Chispa, uno de los personajes de la obra más alegres y supone el contrapunto con respecto a la historia central de abuso de poder que se cuenta. Por otro lado, el protagonista, Pedro Crespo, está interpretado muy convincentemente por Joaquín Notario, recordado por su reciente papel en la serie "La Señora". Notario es capaz de dotar de bondad y rudeza a la vez a un personaje que tiene la valentía de mantener la compostura y no temblar a pesar de estar frente alguien de clase social superior. Por eso, algunos de los mejores momentos de la obra, en cuanto a diálogos y comicidad, los protagonizan Crespo con Don Lope, dos personajes muy diferentes pero que llegan a entenderse, incluso en las situaciones más delicadas. En resumen, una obra correcta que no llegó a entusiasmarme pero reconozco que tiene su valor, aunque el asunto de los gustos es tan subjetivo que seguro que habrá gente que no estará de acuerdo conmigo.

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