lunes, 12 de septiembre de 2011

Agustín Bravo: "Hacer programas en directo me motiva especialmente"

Hay gente que irradia y transmite una simpatía capaz de traspasar una pantalla de televisión o una radio. Este es el caso de Agustín Bravo, uno de los rostros más populares de la televisión en estos últimos 20 años. Aquel joven de buena presencia que debutó con Jesús Hermida es hoy un padre de familia que sigue trasmitiendo cercanía y, sobre todo, buen rollo. Esto fue constatado por un servidor al entrevistarle, a la salida de su trabajo en COPE, en el programa Así son las mañanas, para este blog, donde habló de su situación actual y de su trayectoria profesional.
Agustín Bravo, uno de los rostros más populares de la TV

Pregunta: ¿Cómo afronta esta nueva temporada?

A.B: Pues de momento sigo en COPE, en el programa que hago los viernes y estoy barajando un par de opciones televisivamente hablando: o continuar en una televisión local, 20TV, donde he estado este verano en el programa "Bravo por ti", hacerlo diario, o hacer un debate del que aún no me han dado muchos detalles, por lo que no puedo decirte más y estoy barajando esas dos posibilidades. 

P: ¿Cómo ve la situación de la televisión actual?

A.B.: La televisión ahora está en un momento difícil, llevo ya 22 años haciendo televisión, es un medio que me ha tratado muy bien, y he vivido muchos años de ella. Soy un personaje cuasi, reconocible, la gente sabe que hago televisión, pero paso ahora a una etapa mucho más tranquila. Antes en Telecinco o Antena 3 estaba más a cargo de un programa semanal o diario, llegué a hacer las tardes de Antena 3, pero actualmente todo está más complicado porque hay más gente y mi perfil no es el que se demanda sino el de otro tipo de personas. Pero bueno, yo sigo luchando por mi hueco, esperando que cambie.

P: Haciendo un viaje en el tiempo ¿recuerda las sensaciones del primer día que se puso delante de una cámara de televisión?  

A.B.: Sí. Yo estaba en la radio, en Radio España en Madrid y Jesús Hermida me llamó, hice unas pruebas, me llamó para otras, hice innumerables pruebas. Al final fui elegido y comencé mi participación en el programa Por la mañana, en 1989, con Irma Soriano, Nieves Herrero, Curro Castillo, Emilio Varela. El primer día delante de las cámaras lo recuerdo muy bien, fue con Jesús Hermida, en el pirulí de Televisión Española y estaba tranquilo. Luego lo pasé peor cuando me pidieron que hiciera un reportaje yo solo, en una sección dentro del programa, durante veinte minutos, y estaba atacado. Pero lo resolví bien, y ahí me di cuenta de que tenía no nervios de acero pero sí la suficiente desfachatez para ponerme delante de una cámara y, aunque nunca me llegaba a quedar en blanco, sí tenía a veces muchas ideas en la cabeza y no sabía a cuál dirigirme y empecé a saber que no se me daba mal improvisar en televisión, no me callaba, y lo saqué bien.

P: ¿Qué destacaría de Jesús Hermida?

A.B.: Es un gran comunicador, yo creo que es el comunicador por antonomasia, el número uno de la comunicación en España. Él ha sabido imprimir su sello a todo lo que ha hecho y es alguien tan importante en lo suyo que los que hemos asistido a su trabajo en un programa de televisión no hemos podido hacer otra cosa que admirarle y lo que me parece muy injusto es que no esté trabajando ahora.  

P: Dando otro pequeño salto temporal, pasemos a su exitosa etapa al frente del Telecupón en Telecinco ¿cómo llega a presentar ese programa junto a Carmen Sevilla?

A.B.: El programa empieza en 1990 con Andoni Ferreño y Silvia Marsó, donde daban premios que se escondían tras los signos del horóscopo. Ambos deciden dejarlo y la cadena comienza a buscar a los sustitutos. Yo me presento a un casting, me eligen, y la otra persona estaba ya elegida, Belén Rueda. Comenzamos los dos en el verano de 1991 y a finales de agosto, ella decide volver al programa VIP que hacía con Emilio Aragón. Entonces a mí me llegan noticias de que se barajan varios nombres: se habla de Norma Duval y de Carmen Sevilla, siendo esta última la que desembarca en Telecupón. En septiembre de 1991 comienza la andadura, ella presentando el programa y yo hago el sorteo. Poco a poco ella se va dando cuenta de que no le vendría mal aparecer conmigo, entonces yo hacía el sorteo y despido el programa con ella. Tras una semana nos  convertimos en una pareja de presentadores. Eso marca el comienzo de una de las etapas más sorprendentes de la televisión nacional.

P: Es que convierten el sorteo del cupón de la ONCE en un programa...

A.B.: Efectivamente, en un programa, en un espectáculo, ya que había canciones, chascarrillos, entrevistas, casi sketches. Hacíamos de todo, era una especie de mini magazine que empezó durando 25 minutos y llegó a durar 40. Fue un fenómeno a nivel televisivo y Carmen resurge gracias a esa espontaneidad, esa gracia, y se convierte en un programa mítico.

P: Su trayectoria más larga laboralmente es en Telecinco porque no deja de encadenar un programa con otro...

A.B.: Sí, tuve como ahora los hay también, contratos de larga duración. Entonces yo hago de todo en esa época: Me fui a grabar Bellezas al agua a Italia, a Ibiza a hacer programas especiales, galas, del Día de la Madre, del Día del Padre. Telecinco se convierte en la cadena de las galas y se  hacen muchas con Carmen Sevilla, con Concha Velasco, con Manolo Escobar etc. Yo, como digo, hago de todo: publicidad, programas en directo...

P: ¿Qué supone para usted hacer un programa en directo?

A.B.: A mí me motiva especialmente, me parece que es lo más parecido a hacer televisión de la auténtica, no hay nada como eso, sientes el latir del programa, de las circunstancias, de la situación y si hay público en plató todavía mejor. Para mí determina la televisión en estado sumo.

P: ¿Cómo recuerda el trabajo con los compañeros que ha tenido?

A.B.: Tengo muy buenos recuerdos de muchas personas como por ejemplo, aparte de los ya mencionados, de Ana Blanco, Mariló Montero, Paula Vázquez, Anne Igartiburu...

P: ¿Cómo ha llevado la popularidad?

A.B.: Pues con mucha naturalidad, la mayoría de la gente me conoce, y si se acercan con cariño y respeto pues lo llevo muy bien.

P: ¿Qué le hace venirse a trabajar al sur?

A.B.: Yo dejo Antena 3 en 1996 y al año siguiente hago en una televisión local de Madrid de José Frade, Canal 7, El Precio Justo, alrededor de 200 programas. Me llamaron de una productora de Sevilla para presentar el programa Números Rojos y el primer programa tuvo un 45,7% de audiencia, una revolución. Por aquella época estaba haciendo en Antena 3 un concurso de cocina Un menú de siete estrellas y simultaneé ambos programas. Se acaba Antena 3, me adentro más en Canal Sur, me ofrecen otro concurso, Paga Extra y luego llego al programa de Bravo por la tarde, que hago en Málaga durante tres años. Yo ya había conocido a la que hoy es mi mujer y venía más a Sevilla y llevo aquí seis años.

P: ¿Qué diferencia ve en la forma de hacer televisión actualmente  con respecto a los años en los que usted empezó en el medio?

A.B.: Antena 3 ha cambiado menos, pero Telecinco sí que ha cambiado. Telecinco busca el gran grueso de audiencia y para eso hace programas que tengan cierta parte de polémica. Es una  televisión de retroalimentación que saca a sus propios personajes, pero es una  televisión que ha demostrado que tiene éxito, por lo que otras cadenas intentan imitar ese modelo. Pero Telecinco es única haciendo ese tipo de televisión. Ese tipo de programas no está, por ejemplo, en el ADN de Antena 3. Con ¿Dónde estás, corazón? consiguió unos buenos índices de audiencia, pero no consigue poner en marcha la máquina que tiene Telecinco, que es una televisión de éxito, pero más arriesgada.

FOTO: ALEJANDRO RECHE SELAS

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