viernes, 28 de octubre de 2011

Carmelo Gómez y Javier Gutiérrez traen al Teatro Lope de Vega "Elling"

La literatura nórdica está de moda y no sólo con las novelas policiacas. Sus obras teatrales tienen una gran vigencia, no sólo gracias a August Strindberg (El Pelícano) o Henrik Ibsen (Un enemigo del pueblo, Casa de muñecas) y eso lo demuestra la obra teatral Elling adaptación de una novela del noruego Ingvar Ambjornsen.

La obra, que se estrena hoy en el Teatro Lope de Vega de Sevilla y permanecerá en cartel hasta el domingo, se centra en la amistad entre dos hombres encerrados en un manicomio a los que se le da la oportunidad de salir de él y compartir piso. Esta premisa sirve al director Andrés Lima, quien ha estado varias veces en la capital hispalense con obras como la premiada Urtain, Tito Andrónico o Penumbra, todas ellas con la Compañía Animalario, para hablar de la amistad y la locura.  Para dar veracidad a las interpretaciones los actores visitaron a enfermos mentales y conversaron con ellos.

Lima ha contado con la ayuda de David Serrano para la adaptación y del productor Coté Soler, responsable de éxitos como Closer o Días de vino y rosas donde actuaba Carmelo Gómez, protagonista de la presente obra, encarnando a Elling, junto a Javier Gutiérrez (su amigo Kjell Bjarne), Chema Adeva y Rebeca Montero, además del pianista Mikhail Stuydenov que toca piezas del romanticismo alemán, concretamente de Johannes Brahms y el matrimonio formado por Robert y Clara Schumann.
Javier Gutiérrez, Andrés Lima, Coté Soler, Rodríguez Yagüe y Carmelo Gómez
Durante la rueda de prensa se recalcaron hechos como que, según Lima, Elling es una historia de amistad en el marco de la locura, habla de ella de una manera muy lúcida, haciendo que nos planteemos qué es normal". Lima también lamentó que no llegase a España obras de teatro nórdicas, portuguesas, italianas, etc...

Tras la rueda de prensa el actor Javier Gutiérrez (El Ferrol, A Coruña, 1971),  popular actualmente gracias a su papel de Sátur en la serie Aguila Roja tuvo la amabilidad de contestar una serie de preguntas.

Pregunta: ¿Qué es lo que tiene esta obra para que usted decidiese que fuese su siguiente incursión en los escenarios?

Javier Gutiérrez: Yo me fijo en el texto, en la obra en sí, pero también le doy mucha importancia a los compañeros de viaje y estoy seguro que no me enfrentaría a este texto ni a este personaje si no estuviese acompañado por actores como Carmelo Gómez, Rebeca Montero y Chema Adeva y dirigido por la mano maestra de Andrés Lima. Le doy mucha importancia a esto porque el teatro, al contrario que el cine o la televisión, supone salir todos los días a actuar y hay obras que pueden permanecer en cartel un año y medio o dos años y el teatro en ese sentido es más placentero.

P: Andrés Lima es uno de sus directores fetiche en el teatro ¿se puede decir que ya existe un grado de complicidad y de entendimiento mutuo a la hora de trabajar?

J.G.: Sí, existe un lenguaje común, pero no sólo con Andrés sino con los demás miembros de la Compañía Animalario, con la que suelo trabajar. Hay una forma de enfrentarse al trabajo y a los problemas

P: ¿Los personajes de Elling tienen un carácter simbólico? ¿Representan a un colectivo o una situación determinada?

J.G.: Son enfermos mentales pero no son muy diferentes a lo que se describe como "seres normales". De hecho el ser humano está lleno angustias, tiene sus propios monstruos. Todos tenemos una cara A y una cara B, un mundo que no queremos descubrir ni que la sociedad sepa de nuestras vergüenzas, en ese sentido es muy transparente y por eso son personajes muy gratificantes de interpretar, te sientes como un niño puedes hacer absolutamente de todo.

P: La particularidad de los personajes ¿hace que en la interpretación haya hueco para la improvisación o está todo medido?

J.G.: Yo  soy un actor que necesito que todo esté atado y bien atado y dentro de ese juego escénico se puede ser libre. De hecho, una de las grandes bazas que tiene el teatro es que cada función es diferente. Se puede ir a ver una misma obra dos días y ver cada vez una función distinta. Es un espectáculo que te da mucha libertad para jugar.

P: En su carrera en cine y televisión hay papeles muy distintos El asombroso mundo de Borjamari y Pocholo (comedia), Un franco, 14 pesetas (comedia dramática) La habitación del niño (terror) ¿es un actor que elige los proyectos para evitar el encasillamiento?

J.G.: En este país no se puede elegir mucho, ahora sí empieza a decir que no a alguna cosa pero no suelo elegir proyectos diciendo  "ahora voy a hacer drama, ahora comedia", de hecho acabo de hacer con el Centro Dramático Nacional Woyzeck dirigido por Gerardo Vera, donde interpreto a otro loco. Lo que viene y me interesa por el personaje, el director o los compañeros de viaje, es lo que voy haciendo.

P: Un franco 14 pesetas de Carlos Iglesias, fue todo un descubrimiento...

J.G.: Sí, precisamente vamos a rodar la continuación de esta película durante el verano en Suiza, donde continuamos contando la historia de Carlos Iglesias,un descubrimiento como director para muchos espectadores.

P: Con el éxito de Aguila Roja, englobada en un período histórico concreto, ¿se puede decir que España puede competir en ese tipo de proyectos como otros países que levantan series como Los Tudor o Los Borgia?

J.G.: Uno de los grandes aciertos de la serie para el espectador es esa ambientación en el Siglo de Oro. Creo que tenemos una historia muy rica y con unos personajes que pueden ser llevados al cine con éxito. De hecho, ha habido grandes películas como Alatriste o Juana La Loca, que lo han demostrado. A rebufo de Aguila Roja, que es una superproducción, se han hecho otras historias, que unas han funcionado y otras no, lo cual es una lástima sobre todo por la inversión de dinero y por el trabajo de tanta gente. Pero creo que estamos empezando a hacer otros proyectos con más enjundia, metiendo más dinero, con medios más potentes, y eso el espectador lo agradece, no es baladí que Aguila Roja la vean más de seis millones de espectadores, una audiencia similar a la de los partidos de fútbol y con las cadenas ya tan fragmentadas y la llegada de la TDT. Y eso demuestra que, además de hacerlo bien, creo que el espectador está interesado en cosas nuevas. Durante mucho tiempo se han hecho series costumbristas en torno a la familia, los bares etc... por lo que se ve que el espectador demanda otras cosas.

FOTO: ALEJANDRO RECHE SELAS

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