jueves, 6 de octubre de 2011

Maravilla sobre hielo

CRÍTICA DE ESPECTÁCULOS: EL LAGO DE LOS CISNES SOBRE HIELO

Creo que el título del post ya lo dice todo: El Lago de los Cisnes sobre hielo es una auténtica maravilla. La inmortal obra de Tchaikovsky es puesta en pie por la compañía The Imperial Ice Stars, dirigida por Tony Mercer de una manera impecable. La hermosa historia de amor entre Odette (Olga Sharutenko) y el Príncipe Siegfried (Andrei Penkin), está narrada de una manera ejemplar, gracias al poder de la música y las coreografías de patinaje sobre hielo que le da un  aliciente a la representación, y donde se demuestra con creces que el elenco está muy experimentado y que haya ganado tantas medallas en competiciones internacionales.

Es tal la fuerza y profesionalidad de los bailarines que la historia se entiende sin necesidad de que se diga una sola palabra, en una historia donde convive armoniosamente el mundo real con la fantasía y la magia. Hay muchos aspectos que destacar, como las coreografías de diversos momentos: el baile de los cisnes blancos con su hermosísima melodía, o los bailes en el palacio donde hay parejas de varias nacionalidades, incluso una española, muy reconocible, bailes en el aire o vertiginosos giros
El grupo de los cisnes blancos, con Odette en el centro
Sólo una pincelada del argumento: la aparición de Odile (Olena Pyatash), el "cisne negro", con su padre el Barón Von Rothbart (Vadim Yarkov), le da el contrapunto oscuro, nunca mejor dicho, a la historia y el comienzo del conflicto de la obra, donde la rivalidad en el amor tiene un contrapunto fuerte en la forma de bailar de los dos cisnes: Odette, el cisne blanco, es toda delicadeza mietras que Odile es más brusca y provocadora. En un apunte cinematográfico, diré que ahora entiendo el conflicto y el esfuerzo del personaje de Natalie Portman en Cisne Negro (Darren Aronofsky, 2010) por interpretar a los dos cisnes, ya que son muy diferentes y hacerlos una misma bailarina era un gran reto.
Odile, Siegfried y Odette, protagonistas del ballet de Tchaikovsky
La luz en este espectáculo tiene un papel muy importante, ya que sirve para complementar la ambientación del lugar o el momento que se está desarrollando en el escenario: luces blancas, violetas o azules contribuyen a la belleza de un espectáculo difícil de olvidar. Ojo, no marcharse al terminar la obra: después de los aplausos hay regalo extra.  Por lo tanto, un consejo: NO SE LO PIERDAN. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario