miércoles, 30 de noviembre de 2011

Nuria Espert narra en solitario "La violación de Lucrecia"

La veterana actriz Nuria Espert vuelve al Teatro Lope de Vega y lo hace del 1 al 4 de diciembre con La violación de Lucrecia, un poema de William Shakespeare. La obra está producida por Juanjo Seoane, con quien la actriz vuelve a unir su talento tras exitosas experiencias como Hay que purgar a Totó  de Georges Feydeau, o ¿Quién teme a Virginia Woolf? de Edward Albee, donde Espert compartía escenario con el gran Adolfo Marsillach. En esta ocasión la actriz se enfrenta a otro gran reto: interpretar a varios personajes muy diferentes. La composición de Shakespeare es de carácter histórico, ya que el hecho que se narra es determinante para que se instaure la república en Roma.

La obra fue presentada por Nuria Espert, Juanjo Seoane y el director del Teatro, Juan Víctor Rodríguez Yagüe. Sobre el origen del proyecto hay que destacar que surgió mientras se preparaba otro, que se verá en Sevilla la temporada que viene: La Loba, la popular obra de Lillian Hellman, que dirigirá Gerardo Vera, en el Teatro María Guerrero y que William Wyler llevó a la gran pantalla con Bette Davis de protagonista, en 1941.
Juanjo Seoane, Nuria Espert y Juan Víctor Rodríguez Yagüe     

Seoane declaró que, mientras preparaban La Loba, Nuria Espert le llamó pidiéndole aparcar momentáneamente ese proyecto porque ella había leído un poema de Shakespeare, que siempre pensó que podría tener una versión teatral. Seoane no lo dudó y Espert dijo que le gustaría tener a un director joven pero que tuviera talento y le sugirió a Miguel del Arco, del que había visto la obra La función por hacer, una versión  de Seis personajes en busca de autor. Tras una reunión Espert se decidió por Miguel del Arco para que dirigiera La violación de Lucrecia.

Nuria Espert declaró sobre los mencionados temas que había leído el poema de Shakespeare cuando era joven el cual le había, en sus propias palabras, "impresionado por su belleza, por su dureza". La actriz leyó el poema años después y pensó que sería un buen material para un recital, pero se dio cuenta que tenía todos los elementos para ser una obra teatral.

Con respecto a Miguel del Arco, Espert lo calificó "como uno de los grandes aciertos que he tenido en mi vida, porque es el director preciso y perfecto para lo que hacemos, donde una narradora cuenta un hecho". La obra destaca porque los personajes "aparecen en el escenario": el violador, el esposo, Lucrecia. Espert manifestó que no entendía cómo este texto de Shakespeare no había sido base para muchas experiencias teatrales. Espert  manifestó que "el resultado es muy satisfactorio, aunque es dura de hacer". En esta obra Espert destacó el mérito que tiene "el texto y la traducción(de José Luis Rivas) ya que Shakespeare se representa en todo el mundo pero pierde mucho traducido, al igual que Lorca, pero con esta función esto no ocurre, tengo la certeza de que estamos cerquísima".
Nuria Espert, en la función    JAVIER NAVAL
La actriz mostró su satisfacción por estar en Sevilla ya que había venido a la ciudad con todos sus éxitos teatrales, desde Gigi, cuando tenía 24 años. Calificó al Lope de Vega como un "escenario perfecto para este espectáculo, ya que es un modelo de teatro a la italiana, que parece más pequeño de lo que es, con el público muy cerca".

Espert destacó durante la rueda de prensa la figura de Juanjo Seoane, destacando que es "muy respetuoso, cuando se ha elegido al director, se mete lo menos posible, pone su confianza en el director y en mí". Para ello puso de ejemplo su labor como productor en Un tranvía llamado deseo de Tennessee Williams, dirigida por Mario Gas con Vicky Peña, Ariadna Gil y Roberto Alamo.

La actriz afirmó que su labor de directora "está aparcada definitivamente" y preguntada, con respecto a La Loba, sobre si parte desde cero cuando afronta un personaje que ha sido ya encarnado en el cine, como Bette Davis, en ese caso o Elizabeth Taylor en ¿Quién teme a Virginia Woolf? (Mike Nichols, 1966), respondió que sí y que "es una dificultad añadida, pero los grandes personajes, como Bernarda Alba o Hamlet, tienen siempre muchas facetas, las cuales ningún actor puede darlas todas, siempre hay cosas que descubrir, hay que encontrar lo que aún no está dicho. No asusta que alguien grande lo haya hecho ya y además las distintas generaciones suelen ver a los personajes de manera diferente".

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