viernes, 6 de enero de 2012

Sherlock Holmes y su "Misión Imposible"

     CRÍTICA DE CINE: SHERLOCK HOLMES: JUEGO DE SOMBRAS

Hacer una secuela nunca es fácil, sobre todo en un mundo, el del cine, donde la frase "segundas partes nunca fueron buenas", es muy frecuente, aunque hay franquicias de películas que demuestran lo contrario. A la hora de afrontar la continuación de las aventuras de Sherlock Holmes, en esta entrega subtitulada Juego de sombras, el director Guy Ritchie ha tenido que dar un paso de gigante y mantener a su vez la esencia de los elementos que convirtieron la primera película, estrenada hace dos años, en un éxito comercial.
Las novedades introducidas en esta secuela explican la segunda parte del título de este post: La trama tiene mucho que ver con Misión Imposible la rentable franquicia protagonizada por Tom Cruise y, sin destripar mucho, aparte de decir que la trama se extiende esta vez a otros países europeos, se puede decir que Sherlock Holmes: Juego de sombras guarda algunos paralelismos, en algunas escenas , con la primera película de la citada saga de acción basada en la célebre serie de televisión de los 60, y  dirigida por Brian de Palma en 1996, cuyo primer tramo transcurría en la misteriosa ciudad de Praga.

Por otra parte ni Robert Downey Jr ni Jude Law bajan la guardia en cuanto a las interpretaciones de sus personajes. Sherlock Holmes sigue siendo un detective brillante y extravagante, mientras que el Doctor Watson sigue a su amigo en sus aventuras con una estoica paciencia, ya que le aguanta absolutamente todo, señal de que el vínculo amistoso es demasiado fuerte entre ellos. 


En cuanto a las incorporaciones en el reparto, destacan las de Noomi Rapace, la Lisbeth Salander de la trilogía cinematográfica Millenium, en su versión escandinava. Otra incorporación supone un guiño cinéfilo para el espectador. Aparece Mycroft Holmes, el hermano del detective. Este personaje está  encarnado por Stephen Fry, quien interpretó junto a Jude Law el filme Wilde (Brian Gilbert, 1997) donde Fry interpretaba al escritor Oscar Wilde y Law a uno de sus amantes. Pues bien, Holmes le dice una palabra a Watson que hace referencia a la condición sexual del personaje de Law en la mencionada película. 
La película tiene su punto álgido en el enfrentamiento de Holmes con su gran enemigo, Moriarty y aquí los guionistas si han hecho referencia a las historias de Sir Arthur Conan Doyle, por lo que no digo más. Eso sí, quien sea seguidor de las aventuras de este detective más listo que los ratones colorados, sabrán lo que ocurre con ambos personajes.
La historia combina acción, una trama enrevesada pero bien escrita, y dosis de humor, casi siempre de la mano de Sherlock Holmes, un detective reinventado  pero que sigue manteniendo el atractivo suficiente para traer en masa a los espectadores del siglo XXI, aunque sus aventuras trascurran en la Inglaterra del siglo XIX.

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