jueves, 23 de febrero de 2012

"Los Gozos y las Sombras": 30 años de una serie mítica

La televisión actual demuestra que, en materia de ficción, las series de época están de moda. El éxito de Aguila Roja, La Señora, Amar en tiempos revueltos o Gran Hotel es un claro ejemplo de que las historias ambientadas en el pasado, más o menos reciente, gozan del favor del público. Pero en un medio como es la televisión, que en 2016 cumplirá sesenta años en España, siempre hay ilustres precedentes de lo que ocurre ahora. Uno de ellos cumple  treinta años. Se trata de Los Gozos y las Sombras

A finales de los 70 y principios de los 80, la televisión en España quiso reflejar diversas realidades del país, varias décadas atrás, recurriendo esencialmente a la literatura. Ejemplos fueron las soberbias adaptaciones para la pequeña pantalla de La Barraca (1979) y Cañas y Barro  (1978) de Vicente Blasco Ibáñez, y la gran superproducción Fortunata y Jacinta, sobre la gran novela de Benito Pérez Galdós que dirigió Mario Camus en 1980. Dos años más tarde, Televisión Española apostó por otra adaptación ambiciosa: La trilogía Los Gozos y las Sombras de Gonzalo Torrente Ballester que el autor gallego había publicado entre 1957 y 1962. Temporalmente vamos avanzando, ya que la acción en esta ocasión se enmarca en los años 30 del siglo XX.
La trilogía literaria de Gonzalo Torrente Ballester
Los Gozos y las Sombras, dirigida por Rafael Moreno Alba, supuso un éxito monumental cuando fue emitida en televisión haciendo que un poderoso drama ambientado en un pueblo gallego imaginario, Pueblanueva del Conde, calara en los espectadores. Su mezcla de luchas de poder, pasión y violencia fueron una combinación perfecta que el espectador supo apreciar. 

Uno de sus pilares básicos son los personajes y los intérpretes escogidos para darles vida. A pesar de que el protagonista, Carlos Deza (Eusebio Poncela) es el eje de la trama y el detonante de muchas situaciones, son otros tres personajes los que, para mi gusto, sostienen y dan solidez a la historia. En primer lugar se da la circunstancia de que dos personajes poderosos y antagonistas, Cayetano Salgado y Doña Mariana Sarmiento, fueron interpretados por dos espléndidos actores, hermanos en la vida real: Carlos Larrañaga y Amparo Rivelles (ambos hijos de la gran actriz María Fernanda Ladrón de Guevara). Los registros que muestran ambos actores son muy destacables. 

Carlos Larrañaga interpreta al nuevo cacique del pueblo y eso hace que muchos le teman pero la maldad que el personaje va mostrando en mayor grado a medida que avanza la trama pone de manifiesto que Larrañaga era capaz de mostrar un registro para muchos insospechado, sobre todo los que crecimos con su interpretación en la serie Farmacia de guardia. Si hemos de buscar un personaje parecido al que interpreta en Los Gozos y las Sombras habría que ir a la película Luz de domingo (José Luis Garci, 2007), donde demuestra crueldad pero ya de forma pasiva, ya que, en ese caso, sólo manda y observa mientras otros hacen el trabajo sucio.
Carlos Larrañaga, Cayetano en la serie
Por su parte, Amparo Rivelles, interpreta a otro personaje poderoso pero con un matiz: Muestra bondad y severidad a partes iguales, demostrando que cuando sonríe dan ganas de llevársela a casa y cuando se pone seria, hay que temerla. Hay que decir que Larrañaga y Rivelles sólo coinciden, que yo recuerde, en una sola ocasión en toda la serie, aunque ambos personajes tengan al otro muy presente en sus mentes.
Amparo Rivelles o Doña Mariana
He hablado de tres personajes y me falta uno, Clara Aldán, objeto de deseo de Carlos y Cayetano, y de todo el pueblo, se puede decir, por su belleza. Para encarnarlo se eligió a la igualmente hermosa Charo López. La actriz, ya presente en Fortunata y Jacinta, interpreta con absoluta convicción a una mujer luchadora y que sabe salir adelante a pesar del ambiente deprimente en el que vive y su belleza le acarreará más de un problema. Charo López consiguió con este papel una gran popularidad y aun es recordada por el mismo, en especial por una impactante escena de autocomplacencia sexual, rodada con gran delicadeza y hermosura.
Charo López como Clara Aldán
Junto a este cuarteto protagonista encontramos en el reparto a actores de la talla de Rafael Alonso, Santiago Ramos o Manuel Galiana. La producción contó con espectaculares paisajes gallegos y un trabajo de ambientación inmejorable para dar vida a las palabras de Torrente Ballester, en una serie también recordada por la soberbia música compuesta por Nemesio García Carril. Lo dicho treinta años que, si uno visiona la serie, puede comprobar que no han pasado por ella, porque no ha perdido nada de su fuerza. 
Eusebio Poncela y Charo López en una escena de la serie
El legado de esta serie se ha visto reflejado en producciones recientes, sobre todo en la ya mencionada La Señora o El secreto de Puente Viejo, que recogen en parte el espíritu de Los Gozos y las Sombras aunque los temas sean diferentes pero su ambientación y la yuxtaposición de personajes buenos y malos, las hacen ser una "hijas" de este gran éxito de los 80.

2 comentarios:

  1. Esta serie televisiva me retrotae a mi infancia y me trae recuerdos de aquella época en la que no existían ordenadores,iphones,blackberrys,whatsapp,twitter ni tampoco blogs...pero éramos igualmente felices.Un saludo,Alejandro!

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  2. En Argentina la pasaron por televisión en 1982 u 83. Era muy joven y no me perdí un capítulo.Hoy puedo volver a verla gracias al archivo de la RTVE. Maravillosa serie,maravillosas actuaciones!Un saludo desde el otro lado del charco. Silvia

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