domingo, 4 de marzo de 2012

Natalia Dicenta: "Al documentarme sobre Judy Garland me interesó conocer a la mujer, Frances Ethel Gumm"

Conversar con Natalia Dicenta es sumergirse en un pozo de sabiduría debido a su extensa y exitosa carrera. Participó desde niña en espacios dramáticos de televisión como Estudio 1 e incluso en las renovadas Historias para no dormir de los años 80. El éxito se ha trasladado a los escenarios, donde ha participado en numerosas y variadas piezas teatrales como La zapatera prodigiosa o Los Persas. Réquiem por un soldado. En la actualidad triunfa encarnando a la actriz y cantante Judy Garland en Al final del arcoiris de Peter Quirtel. Esta obra en palabras de la actriz "se estrenó en Sydney en 2005 y este mes se estrena en Broadway con la misma actriz que lo hizo en Londres, Tracie Bennett, y dentro de poco se estrenará en Brasil en portugués". La actriz concedió una entrevista a este blog donde habla de la presente obra, que ha representado en el Teatro Lope de Vega de Sevilla junto a Nacho López y Mauro Muñiz, y de otros aspectos de una profesión que le apasiona. Pasen y lean.
Natalia Dicenta en la piel de Judy Garland. Copyright: Daniel Dicenta Herrera.

Pregunta: ¿Qué fue lo que le hizo decidirse a protagonizar Al final del arcoíris

Natalia Dicenta: El 11 de enero de 2010, me llamó Eduardo Bazo, uno de los directores junto a Jorge de Juan. Bazo y yo habíamos trabajado anteriormente, ya que él era ayudante de dirección de José Luis Gómez, cuando hicimos Ay, Carmela de Sanchis Sinesterra hace ya unos años. El propio Eduardo Bazo me llamó y me dijo "Natalia tenemos esto ¿te apetecería interpretar a Judy Garland?". Estaba en Barcelona pasando las Navidades y pedí que me mandasen como fuera el libreto. Me lo imprimieron, lo leí rápidamente y llamé de vuelta diciendo "Estoy loca con esto, es un desafío, muchas gracias". Con esta obra iba a poder cantar, interpretar , hacerlo todo por fin, era algo maravilloso. Se lo agradeceré siempre a los dos.

P: Al afrontar la composición de un personaje real y muy conocido ¿Tuvo que hacer un trabajo de documentación muy exhaustivo?

N.D.: Yo trabajo siempre muy exhaustivamente, porque me apasiona el trabajo de mesa y documentación. Soy un ratoncito de biblioteca. Me gusta mucho esa labor, incluso cuando abordo mis temas como solista. Con la señora Garland ocurre que es una persona reciente, y en España puede que no tanto, pero en el mundo anglosajón es un icono, aunque ya no esté aquí. Con Internet el mundo se ha hecho muy pequeño, hay videos, información si pones el nombre de Judy Garland en el buscador que tengas. Pero yo necesitaba más, bibliografía y eso aquí no lo hay, no está traducido. Y pedí muchos libros incluso el libro de Mickey Deans que publica dos años después de la desaparición de Judy Garland. Es un libro muy  curioso para esta obra, porque da datos muy concretos sobre todo a Nacho López, que es quien interpreta a Mickey, sobre cómo era esa persona. Pero yo acabo de pedir otra biografía sobre Judy porque yo quería conocer a la mujer. A la gran estrella multidisciplinar maravillosa que ha sido y que es de lo mejor que ha dado el siglo XX, más o menos todos podemos tener acceso a ella. Pero la mujer era lo que a mí me interesaba, conocer a Frances Ethel Gumm, esa niña que desde los tres años está sobre un escenario bailando claqué y cantando, hasta los cuarenta y siete años. 

P: La parte dramática está muy bien complementada con  la parte musical ¿en algún momento se planteó hacer versiones al español de las canciones?

N.D.: En un principio sí se escucharon campanas sobre el tema. Pero yo creía que había que hacerlo en inglés, porque me parecía traicionar la esencia de Judy Garland, la esencia de esas composiciones, si se hacía una traducción. Yo creo que todo el mundo ha escuchado esas canciones en inglés, saben cómo son Over the Rainbow, Get Happy o The man that got away. Las han escuchado cantadas por ella en inglés y nadie se ha quejado. Hay muchos métodos para saber lo que dicen las canciones y yo creo que ya somos europeos, internacionales y las cosas hay que hacerlas en el idioma en que están originalmente compuestas. Imagina que  una compañía checa o japonesa viene aquí con un espectáculo. Nadie se plantea que vayan a traducir al español el espectáculo por estar aquí. Existe la traducción simultánea o en el programa de mano que te dan te hacen una argumentación  bastante desarrollada para que sepas de qué va el espectáculo. Al final, en este caso, lo hicimos en inglés.   

P: Otro aspecto destacado en esta producción es el vestuario diseñado por Yvonne Blake ¿Qué destacaría de él?

N.D.: Ha sido un placer y un gran honor contar con Yvonne Blake. Una señora que  ha trabajado con lo más granado de la escena y el cine internacional. Ha trabajado en medio mundo. Tiene en su casa un Oscar y varios Goyas. Por edad ha podido trabajar con Liza Minnelli, la hija de Judy Garland. Poder trabajar con ella mano a mano con sus bocetos, disfrutar con ella... Es una mujer deliciosa, le gusta compartir su trabajo, conocer las opiniones de quien va a vestir, porque para ella es muy importante saber cómo se siente la persona que está vistiendo y darle el toque emocional al personaje en ese momento, transmitirlo a través de los ropajes, las texturas, las telas. Es de una gran riqueza la experiencia de trabajar con ella, te enseña muchas cosas. Sobre todo la humildad de alguien que es muy grande. Yo he estado con Yvonne tomando café, riéndonos, mirando los trozos de tela, los dibujos, los diseños, compartiéndolo. Ella me pedía información sobre cómo me sentía en una escena, quería trabajar codo a codo conmigo. La maestría y excepcionalidad en los diseños está en ella, por supuesto, pero luego destaca su normalidad, algo que la gente joven que sube un poco olvida. Es maravilloso trabajar con gente mayor con tanta sabiduría, que ha conocido tanto y tiene tanta experiencia, que es gente normal y corriente que se centra en el gozo del trabajo, compartir el trabajo.

P: El hecho de aunar en esta obra las facetas de actriz y cantante ¿le hace tener que cuidarse de un modo especial, sobre todo las cuerdas vocales?

N.D.: Por supuesto, toda disciplina requiere cuidado y esfuerzo. Yo he de cuidarme, descansar mucho pero lo que más ayuda es tener mucha paz y armonía porque aunque yo me cuidara mucho, si en mi vida no hubiera armonía y amor, mis cuerdas vocales se congestionarían seguro porque es un lugar tan sensible que cualquier estado de nervios o ansiedad se agarra a las cuerdas vocales. Hay una parte de cuidados esencial: el descanso vocal, las horas de silencio, comer bien, dormir mucho, pero que espiritualmente estés bien y tener relax hace que el aire pase mejor por esas delicadas membranas vocales.

P: Usted se inicia en la interpretación siendo una niña ¿pero en qué momento decide que quiere ser actriz?

N.D.: Creo que siempre, no pienso ni que lo decidiese. Tampoco me vino dado, requiere mucho estudio, mucha disciplina, mucha soledad y mucha humildad. Pero yo estaba en un escenario desde la barriga de mi madre (la actriz Lola Herrera). Ella me cuenta que estuvo embarazada de mí de ocho meses haciendo una función con Vicente Parra y llevaba una faja para que no se notara mucho. He tenido mi vida normal de niña, de adolescente, en el colegio, pero luego  siempre he estado entre cajas, en los platós, en los rodajes, lo he llevado de una manera muy normal. Además, por lo que me cuentan, porque lo recuerdo menos, desde muy chica parece ser que me disfrazaba con lo que pillaba de los armarios y hacía escenas para quien quisiera mirarme. Me ponía todo: los zapatos de mi madre, el pañuelo de mi abuela, pendientes, y si cogía maquillaje mejor. Pero esto lo hago con cinco años, más o menos, y también veía los Estudio 1 de la televisión y a mi familia les hacía escenas y les cantaba. También cantaba desde muy pequeña, porque en mi casa siempre se escuchaba mucha música: clásica, jazz, porque mi padre se encargaba de traer discos de Estados Unidos fabulosos. También se escuchaban tangos, porque mi abuelo materno, nos despertaba de la siesta siendo muy pequeños cantándonos tangos y mi abuela  materna cantaba zarzuela así que te puedes imaginar lo ecléctica que era la cosa, había música continuamente en casa. También había muchos libros, porque desde muy pequeña tuve el amor por los libros, leer para mí es una experiencia vital,  pasar las páginas, el olor de los libros, es algo que creo que no me vaya a dar nunca un libro electrónico. He vivido desde muy chica el teatro, la música, el cine, la danza. He tenido suerte de vivir rodeada de todo aquello que luego va a ser tu pasión y tu vida y luego te va a dar de comer, que ya es la pera.

P: Dentro de su trayectoria teatral me llaman la atención su participación en los montajes de Eva al desnudo y Un tranvía llamado deseo. A la hora de componer los personajes ¿se tuvieron en cuenta las películas que se hicieron en los años 50 sobre estas obras o se partió de cero?

N.D.: Se parte de dos obras magníficas de Mary Orr y Tennessee Williams, respectivamente aunque todo el mundo recuerde mucho la película de Joseph L. Mankiewicz, con Bette Davis y Anne Baxter en el caso de "Eva al desnudo" y la película con Marlon Brando y Vivien Leigh en el caso de "Un tranvía llamado deseo". A mí siempre me gusta ir a la fuente. Aunque trabajé con la adaptación que se hizo al español, también lo hice con los textos en inglés, para tener una visión más clara de lo que se cortaba o se adaptaba. Incluso en Al final del arcoiris yo trabajé al principio con el texto original de Peter Quilter en inglés, porque aun no estaba traducido y aunque se hizo luego la adaptación nunca solté el texto en inglés para mantener la esencia del original, sin desmerecer para nada la adaptación. Me gusta tener toda la documentación posible a mano para dar profundidad y densidad al trabajo. Las películas referidas son icónicas pero nosotros siempre partimos del texto original porque no hay que imitar sino crear y levantar una obra.

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