Espejito, espejito ¿por qué nos ha salido un filme tan flojito?

           CRÍTICA DE CINE: BLANCANIEVES (MIRROR,MIRROR)

La pregunta que da título a esta entrada es la que deben estar haciéndose los responsables de Blancanieves (Mirror, Mirror) que, vistos los resultados de taquilla en su estreno en Estados Unidos, confirman que ha resultado una de las grandes decepciones de la temporada. La película tiene muchos elementos para ser un éxito, pero fallan dos factores: el director y, sobre todo, el guión. El envoltorio de la película es atractivo: un diseño de producción bueno, un vestuario espectacular, de la diseñadora japonesa Eiko Ishioka recientemente fallecida, ganadora del Oscar por Drácula de Bram Stoker (Francis Ford Coppola, 1992), música del también premiadísimo Alan Menken, una actriz popular como Julia Roberts... Pero si no se tiene un buen guión, nada de esto sirve.

Julia Roberts y Lily Collins

Se toma como base el conocidísimo cuento de los Hermanos Grimm, que Walt Disney convirtió en una película de dibujos animados inolvidable en 1937, pero el guión escrito por Melisa Wallack y Jason Keller, peca de ingenuo e infantil, se pretende hacer de la historia de Blancanieves una simpática comedia romántica pero no lo logran en ningún momento. Cuando se ve la película, los momentos supuestamente graciosos no lo son en absoluto y la protagonista del cuento, encarnada por Lily Collins (hija de Phil Collins) se ve eclipsada por Julia Roberts, que es lo único que puede salvarse de esta película. 

Pero claro, el otro error grave es la elección del director, Tarsem Signh. Hay directores polivalentes que saben moverse con soltura en toda clase de géneros pero otros no. Signh es un director nacido en India, algo que se intuye en el baile final, típico de Bollywood, especializado en filmes de ciencia ficción como La Celda (2000), con Jennifer Lopez o la reciente Immortals (2011), de ambiente mitológico. Como aquí se dice, no se le puede pedir peras al olmo y si esta historia cae en manos de otro director como, por ejemplo, Garry Marshall, pienso que hubiera sido de una manera más entretenida para el espectador. Ni siquiera el repetido recurso de mostrar los pectorales del príncipe del cuento, interpretado por Armie Hammer (el actor que interpretaba a los gemelos de La red social), conseguían animar la función (iba acompañado por una amiga y me lo corroboraba), ni los peculiares siete enanitos y sus métodos para parecer más altos.

Armie Hammer y Lily Collins

Este filme es el claro ejemplo de que la base de una buena película es un buen guión aunque se tengan millones para hacer atractivo el producto final. Esperemos que la próxima película sobre la misma historia, Blancanieves y la leyenda del cazador, con Kristen Stewart, Charlize Theron, y Chris Hemsworth, deje un mejor sabor de boca que esta Blancanieves que tiene la manzana algo podrida.