viernes, 21 de septiembre de 2012

Salomé Pavón: "El destino marca mucho y la suerte es muy importante"

Salomé Pavón lleva el arte en la sangre. Tiene un impresionante árbol genealógico donde se juntan varias familias importantes del mundo artístico. Hija de Arturo Pavón y Luisa Ortega, nieta de Manolo Caracol, sobrina nieta de La Niña de Los Peines y también familia de los toreros Joselito El Gallo y Rafael El Gallo. Debutó con fuerza en 2002 demostrando la garra de su cante. Actualmente se encuentra preparando un proyecto especial y muy personal dedicado a su familia. Salomé Pavón nos concede una amplia entrevista donde habla de este tema y de otros asuntos donde encontraremos, recuerdos imborrables, experiencias artísticas para el recuerdo y opiniones sobre el panorama artístico.

Salomé Pavón                                                          Alejandro Reche 

Pregunta: ¿Cómo vive usted la Bienal de Flamenco?

Salomé Pavón: Siempre la he vivido con mucha expectación, traen cosas nuevas, gente que ya tiene mucho nombre y mucha trayectoria. Pero la verdad es que llevo por motivos personales un tiempo algo fuera del tema. Estoy centrada en un proyecto que es una obra musical sobre la vida de mi familia, los Pavón y los Ortega.

P: ¿Qué puede contar sobre ese proyecto?

S.P.: Hace unos cuatro años ya tuve un intento de hacerlo con un director teatral buenísimo, con músicos, con bailaores, cantaores. Iba a ser una obra dedicada al centenario de Manolo Caracol.En ese momento no me hicieron mucho caso y, en estos años, he madurado la idea y he juntado la memoria de las dos familias. Contendrá monólogos con actores muy buenos. En este homenaje también entra Joselito El Gallo porque mi abuelo era primo hermano de él. Por lo tanto se homenajeará a las familias Gallo y Ortega, junto con los Pavón que se unen a las otras dos familias al casarse mis padres. El espectáculo, con partes musicales y teatrales, ya está cogiendo bastante forma aunque no quiero decir nada de fechas, porque cuando lo presente quiero hacerlo bien.
Salomé Pavón en plena actuación   Foto cedida por Salomé Pavón

P: Echando la vista atrás, uno ve su árbol genealógico y se queda impresionado con los nombres que lo conforman. Ese hecho ¿le condicionó para querer ser artista?

S.P.: Es tanta la gente buena e importante en mi familia que da un poco de miedo, porque claro, quieres llegar a esa talla, porque la gente te va exigir más, inconscientemente te asocian con los artistas que llevan tus apellidos. Sin embargo, yo creo que el destino marca mucho, y el factor suerte es muy importante. Hay que trabajar mucho, aparte de estar en el momento justo.  

 P: ¿Cómo describiría ese ambiente familiar con tantos artistas reunidos, aparte de los amigos, también artistas, que también se reunirían?

S.P.: Tengo muchas anécdotas desde muy pequeña. Por ejemplo recuerdo, teniendo yo cinco años, que en casa de mi abuelo, una Navidad, estaba él cantando y estaban, además La Paquera de Jerez y Camarón. Pues La Paquera de Jerez se emocionó escuchando cantar a mi abuelo y del entusiasmo extendió los brazos con tanta fuerza que hizo caer el árbol de navidad con aquellas bolas que se partían totalmente. Además, por casa de mi abuelo pasaban además artistas como Paco Cepero, Paco de Lucía, La Perla de Cádiz...Eran unas reuniones increíbles.

P: También contribuiría el tablao que su abuelo tenía...

S.P: Claro, "Los Canasteros" yo lo visitaba mucho y veía a muchos artistas, que, aparte de estar contratados, eran compañeros, algo que era muy bueno y que mi abuelo siempre tuvo claro. Allí eran todos iguales, no había nadie por encima de nadie. Recuerdo que allí me daba de cenar la madre de Rocío Jurado. Aparte es que yo estaba de vacaciones y venían a comer y jugar al dominó Curro Romero, Antoñete, José y Rafael Gallito, quienes eran además familia de mi abuelo. Emma Penella venía a mis cumpleaños ya que ella y su marido, Emiliano Piedra, vivían al lado de nosotros, tanto es así que mi madre se hablaba con ella por el jardín. Además yo iba al mismo colegio que los hijos de Carlos Larrañaga y todo eso conforman unas experiencias vitales inolvidables.

P: Si yo le digo "La niña de fuego" ¿qué se le viene a la cabeza?

S.P.: Pues mi abuelo, una película, "Embrujo". Si le preguntas a cualquier miembro de mi familia, te dirá que gracias a "La niña de fuego" somos lo que somos. Tenemos una preparación y unos estudios. En casa de mi abuelo se vivía normal, bien. Pero llegó esa canción y lo cambió todo, le debemos mucho a "La niña de fuego".  

P: ¿Qué le recuerdan las siguientes palabras: 2002, A corazón abierto?

S.P.: Pues a mi presentación, en el Teatro Arlequín de Madrid, cuando empecé con el mánager Juan Verdú, que me llevó durante muchos años. Yo estaba muy nerviosa, ya que había mucha expectación para ir a verme como, por ejemplo, Carmen Linares, Enrique Morente...Tenía mucho apoyo, pero, a la vez muchos nervios, mi padre me calmaba pero sentía en algunos momentos "que yo no salgo". Ahí empezó todo, demostrando lo que quería demostrar, y sacando lo que llevaba dentro. Allí coincidí con Chocolate y Miguel Poveda, un genio, al que quiero mucho.

P: Uno de los sitios en los que actuó, en 2004, fue en los Jardines de Sabatini de Madrid, supongo que tuvo que ser especial por el lugar...

S.P.: Fue impresionante. Ahora se hace mucho pero creo que fui de las primeras. Es espectacular, cuando te girabas y veías lo que había detrás. Además esa actuación fue especial para mí porque fue el día que mi padre me regaló una bata de cola hecha por La Niña de Los Peines. El me dijo: "Toma, ya que eres la única hija mía que canta". La presté el año pasado a la Agencia Andaluza de Flamenco para una exposición. Esa bata de cola tiene una historia: Mis padres eran novios y ella cosía mucho y le dijo a mi madre: "El día que te cases irás vestida por mí". Pero ocurrió que mis padres se casaron en La Magdalena a escondidas y no hubo celebración para llevarla.

P: En 2005, publica su primer disco "Bebí tu amor"

S.P.: En realidad se publica y no se publica. Coincide con la época en que mi padre ya estaba enfermo, de hecho ya no me acompañaba en los conciertos. Por otro lado, no hubo un entendimiento, porque la discográfica había sacado anteriormente a dos artistas y había perdido dinero y les dio un poco de miedo. La discográfica difundió por la radio una serie de temas como campaña de publicidad, pero no salió al mercado. Podría reeditarse pero tendría que pensarlo, cambiar algunas cosas...

P: Tengo entendido que usted fue la que presentó en sociedad a Pitingo...

S.P: Sí, él cantaba muy bien, me gustó y yo tenía amistad con muchos artistas flamencos, como Pepe Habichuela. En un bar de Madrid que se llama "El Mago", donde la gente va a pasarlo bien, a cantar, lo llevé y aunque al principio cantaba con otro estilo, le aconsejé que cantase fandangos, que yo además le dije: "Canta los fandangos de mi abuelo". Le escucharon y a la gente le gustó mucho.

P: ¿Usted está a favor de la fusión de estilos musicales?

S.P.: Yo estoy a favor de todo lo que se haga bien. Mi propio abuelo cantaba flamenco puro, pero él empezó a llenar los teatros con Lola Flores cantando zambras, que son cantes de las cuevas de Granada. Todo está inventado, otra cosa es que lo descubras o no. Actualmente hay artistas que son flamencos pero han triunfado con otros estilos: José Mercé con "Aire", Diego El Cigala con "Lágrimas Negras" o Miguel Poveda cantando copla. Eso no lo critico para nada, porque las discográficas lo piden y la gente que llena los teatros también.

No hay comentarios:

Publicar un comentario