lunes, 5 de noviembre de 2012

Duras realidades e historia marcan la tercera jornada del SEFF'12

El tercer día en el Sevilla Festival de Cine comenzó con la proyección de la película  griega Boy eating the bird's food, perteneciente a la Sección Oficial. El título podría traducirse como El chico que comía alpiste, un título nada metafórico en absoluto. Se trata de un desasosegante seguimiento cámara en mano de la vida de un joven que intenta sobrevivir en la Grecia actual. La película puede gustar o no, pero no deja indiferente por el excesivo realismo y la crudeza de algunas imágenes. En ese sentido a un servidor se le vino a la mente el filme Code Blue, de Urszula Antoniak que pudo verse en la edición del año pasado.
Escena del filme griego Boy eating the bird's food
El director debutante, guionista y productor del filme, Ektoras Lygizos, y el productor Argyris Papadimitropoulos, estuvieron en la rueda de prensa posterior para explicar detalles de este filme, al que se calificó como "logro heróico". Lygizos mostró preocupación por la situación actual porque los jóvenes "ni siquiera están seguros para vivir día a día". Con respecto a la historia manifestó que "sólo me interesaba el presente del personaje, como creador no necesitaba de su pasado y no deseaba mostrar nada que no fuera la realidad, sin usar el humor a propósito, ya que es una historia muy seria". 
Ektoras Lygizos y Argyris Papadimitropoulos   Alejandro Reche
Con respecto al actor protagonista Lygizos aseveró que "es un actor muy joven y es su primera película, aunque yo ya lo había visto en un cortometraje". "El personaje" continuó "tiene dones como la belleza o la voz pero el problema es que no los puede intercambiar por nada". Lygizos también afirmó que la cámara en mano "no es mi estilo pero quería que el personaje se moviera y estar cerca de él, mostrar incluso el interior de su mente, y ésa era la mejor forma de hacerlo"

Otro de los momentos del día fue el que protagonizaron, en la rueda de prensa de Panorama Andaluz, conocidos actores, directores y productores andaluces para pedir a Canal Sur el 6% de sus ingresos, que debe destinar por Ley para la producción cultural (largometrajes, documentales...). En el acto se encontraban conocidos rostros como Antonio Dechent, Pilar Távora, Sebastián Haro, Benito Zambrano, Antonio de la Torre, Manuel G.Cardeña, Mercedes Hoyos, Gervasio Iglesias o José Luis Gª Pérez.

En dicha comparecencia se reivindicó el recorrido nacional e internacional de los largometrajes andaluces, con numerosos premios incluidos, así como la proyección internacional de los actores andaluces. Gervasio Iglesias recordó que el apoyo se ha disminuido "un 80%". Por su parte, Benito Zambrano declaró que no veía "ninguna lágrima por parte de aquellos que recortan en cultura. Los políticos deberían estar aquí y dar soluciones". Zambrano también hizo hincapié en los distintos trabajos que se desempeñan para llevar a cabo un proyecto: vestuario, impresión y pegada de carteles en los cines... por lo que afirmó que "la cultura nos une a todos".
Instante de la comparecencia            Alejandro Reche Selas

De manera similar se pronunció José Luis Gª Pérez, quien afirmó: "Me siento traicionado por no ver referencias políticas aquí. Se ha desmantelado el circuito teatral que, junto con otros elementos conforman una identidad". Manuel G.Cardeña afirmó con rotundidad que "no estamos en contra de Canal Sur" añadiendo que "estamos dando todos los pasos necesarios para evitar recurrir a los tribunales". Por su parte, Mercedes Hoyos puso sobre la mesa el éxodo de los actores andaluces.

Siguiendo con la Sección Oficial, se proyectó la coproducción histórica A royal affair, ambientada en el siglo XVIII, y dirigida por el danés Nicolaj Arcel, sobre el matrimonio de Carolina Matilde con el rey Christian VII y la llegada a la corte de un médico interpretado por Mads Mikkelsen (The Hunt, Los Tres Mosqueteros), galardonado en el Festival de Berlín, así como el guión.
Escena de A royal affair, con Mads Mikkelsen a la derecha
La película, algo plana y previsible en su desarrollo, muestra las consecuencias del deseo carnal y de introducir ideas innovadoras en una sociedad muy anclada en el pasado. 

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