sábado, 10 de noviembre de 2012

La fuerza de las palabras

                       CRÍTICA TEATRAL: LA LENGUA EN PEDAZOS

Ver una obra de teatro puede ser una experiencia muy enriquecedora si lo que se ve en el escenario tiene un efecto envolvente y atrayente. Juan Mayorga es uno de los dramaturgos actuales que tiene la capacidad de que el público se quede embelesado escuchando la belleza de sus adaptaciones de textos de otros autores o escritos por él mismo. 

Hace unos años Mayorga maravilló con Fedra (dirigida por José Carlos Plaza y con una soberbia Ana Belén), inspirándose en las versiones que de dicho mito hicieron Eurípides, Séneca y Racine. En la obra que nos ocupa en esta ocasión, La lengua en pedazos, Mayorga se inspira en el Libro de la Vida de Santa Teresa de Jesús para mostrar un episodio ficticio, pero que podía haber ocurrido perfectamente: el encuentro de la monja con un inquisidor en la cocina de un convento.

Esta premisa se convierte, puesta en pie sobre el escenario, en un punto de partida para que se oigan unos diálogos que pueden definirse con total normalidad de hermosos, un deleite para los oídos. Mayorga, que debuta como director de escena con esta obra, ofrece un combate dialéctico en el que el inquisidor intenta convencer a Teresa de Jesús de que vuelva a lo que él considera el buen camino. A partir de aquí se mencionan ciertos pasajes de la vida de la Santa donde se muestra su ímpetu por conseguir sus objetivos, con Dios como motor y testigo invisible, y cómo estas acciones no estaban bien vistas. Con este material dramático tan rico, conseguir la atención total del público es una labor fácil a lo que contribuyen las magníficas interpretaciones de Clara Sanchís y Pedro Miguel Martínez
Clara Sanchís y Pedro Miguel Martínez durante la representación

Ambos actores ofrecen un recital interpretativo donde, en el caso de Sanchís, deja aflorar todas sus emociones expresando temor ante tal visita y las cosas que oye pero también sacando su fuerza para exponer las razones de sus actos. Mientras, Martínez mantiene todo el tiempo esa seriedad y ese aparente mutismo con el que escucha las razones de Teresa. Es tal la fuerza del texto que incluso los silencios son respetados absolutamente, sin que el público pueda dejar de observar lo que tiene delante.

La obra se representa en Sevilla hasta mañana en el Espacio Santa Clara, en el propio refectorio del Monasterio del mismo nombre, un lugar que, con la iluminación de Miguel Angel Camacho, se convierte en un lugar mágico y la representación en una experiencia única, gracias a todo el equipo, con Juan Mayorga al frente, que ofrece en La lengua en pedazos otra joya dentro de su prolífica y exitosa trayectoria.

FOTO: SERGIO PARRA 

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