lunes, 21 de enero de 2013

Recordando a Teo Escamilla

El 21 de diciembre se cumplieron quince años de la repentina desaparición de un genio de nuestro cine: El director de fotografía sevillano Teo Escamilla (1940-1997). Por este motivo, el pasado jueves se reunieron un grupo de personas, entre familiares y amigos, para recordar a un genio de la luz que aportó su sabiduría para dejar su huella en películas y series de televisión imprescindibles de este país.
Teo Escamilla (1940-1997)
Miguel Olid, un hombre polifacético (realizador, crítico de cine etc...), quien ya escribiera un libro sobre Escamilla titulado Querido Teo, fue el encargado de coordinar en la Facultad de Comunicación de Sevilla el homenaje a Escamilla, en donde intervinieron familiares de éste, como su hermano Pepe o su hijo Jacobo y profesionales de diversos ámbitos que lo conocieron bastante: Cristina Hoyos, Alvaro de Armiñán y el director de fotografía Fernando Arribas. Entre el público asistente se encontraban otros familiares como Paco Escamilla, sobrino de Teo.
Amigos y familiares en el homenaje a Teo Escamilla  A.R.S.
El acto comenzó con la emisión de un documental realizado por el propio Olid sobre Teo Escamilla, que vio la luz un año después de su fallecimiento. La pieza hacía una profunda semblanza sobre el director de fotografía sevillano con testimonios de profesionales que trabajaron con él: Carlos Saura, Aitana Sánchez Gijón, Angela Molina, Máximo Valverde, Fernando Guillén Cuervo etc... A esto se unían imágenes de algunos de sus trabajos como los realizados en filmes como El Nido (Jaime de Armiñán, 1980), Vestida de azul (Antonio Giménez Rico, 1983) o la serie El Quijote (Manuel Guitiérrez Aragón, 1992).
Fernando Rey en la serie El Quijote
 Tras el documental, intervinieron las personas ya mencionadas. Pepe Escamilla, quien se definió como "un segundo padre" para Teo y lo recordaba de pequeño como "un chiquillo amable" y consideró que su gran triunfo lo tuvo con la serie Juncal (Jaime de Armiñán, 1989) "porque se mezclaba los toros y la vida, no era una serie de toros exclusivamente.
Paco Rabal y Mercedes Hoyos en Juncal (1989)
A continuación la actriz y bailaora Cristina Hoyos, que participó en varias películas fotografiadas por Teo Escamilla: la trilogía de Carlos Saura compuesta por Bodas de sangre (1981), Carmen (1983) y El amor brujo (1986), siendo este último título el que le haría ganar a Escamilla su único Goya, el filme Montoyas y Tarantos (Vicente Escrivá, 1989) y la ya mencionada Juncal. Hoyos manifestó  que el carácter de Escamilla era debido a que "quería que todos los que estuviesen a su alrededor trabajasen muy profesionalmente". También admitió que "de alguna manera conseguía que el director hiciese lo que él quería".
La luz de Escamilla en Bodas de sangre (1981)
Por su parte Alvaro de Armiñán, hijo de Jaime de Armiñán recordó que Teo conocía a su padre desde la época de Mi querida señorita (1972), donde ejercía de segundo operador de cámara. La relación con Armiñán fue muy fructífera, ya que con El Nido Escamilla se estrenó como productor. Alvaro de Armiñán recordó con mucho cariño la serie Juncal, donde era ayudante de dirección, y destacó el trabajo de Escamilla en el filme Extramuros (Miguel Picazo, 1985).
 Extramuros (1985), otro bello trabajo de Escamilla
Fernando Arribas, director de fotografía de filmes como La casa de Bernarda Alba (Mario Camus, 1987) o Las edades de Lulú (Bigas Luna, 1990) recordó a Escamilla desde la perspectiva de la amistad, donde destacó que fueron a ver juntos el mítico concierto que dieron los Beatles en Madrid o que venía todos los días deshidratado del rodaje de La Caza (Carlos Saura,1966), primera colaboración con el director aragonés (fue director de fotografía, entre otras, de la imprescindible Cría Cuervos, de 1976) y con el director de fotografía Luis Cuadrado, formando desde entonces un binomio perfecto. Arribas también mencionó que Escamilla fue el que sugirió su nombre para ser el director de fotografía de El palomo cojo (Jaime de Armiñán, 1995) tras un accidente de tráfico que éste sufrió.
Cría cuervos (1976) uno de los trabajos de Escamilla con Saura
 Finalmente, su hijo Jacobo recordó las regañínas que su padre le echaba, pero con el tiempo se dio cuenta "de que en lo que él decía tenía razón". También desveló que uno de los proyectos más anhelados por su padre era dirigir un filme sobre la vida de Cortés (Escamilla había debutado en la dirección con Tú solo, en 1984).

Fue, en resumen una jornada agradable donde se recordó a un hombre que se marchó demasiado pronto, cuando preparaba en Cuba su siguiente proyecto, pero siempre nos quedarán las películas en las que participó y apreciar su trabajo en la belleza de  imágenes que él se encargó de mostrar como pocos.

1 comentario:

  1. Cabe destacar que entre el público se encontraba el hijo menor de Teo, que además de compartir el mismo nombre, Teo escamilla, también ha seguido en cierto modo sus pasos dedicándose a la televisión.

    Enhorabuena por la fiel exposición del mencionado homenaje.

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