viernes, 3 de mayo de 2013

Impacto teatral

                                        CRÍTICA TEATRAL: EL MALENTENDIDO

La palabra inicial del título de esta crítica define perfectamente lo que un servidor ha vivido en el Teatro Lope de Vega de Sevilla al ver la representación de El Malentendido de Albert Camus. Por cuestiones generacionales (nací en 1981) no pude ver la versión que Gemma Cuervo, Fernando Guillén, Mª Luisa Ponte y Alicia Hermida, dirigidos por Adolfo Marsillach,  estrenaron en 1969

Pero por fortuna, el espectador del 2013 puede disfrutar de un nuevo montaje de la obra que es toda una experiencia para los sentidos. La impactante historia real que inspiró a Albert Camus queda perfectamente plasmada en escena por grandes aciertos en muchos aspectos. 

Hay que detenerse, en primer lugar en los actores: La interpretación de Cayetana Guillén Cuervo, en el papel que hizo en su día su madre, es impresionante y desgarradora. Demuestra un control de las emociones cuando debe estar contenida y un torrente interpretativo cuando su personaje, Marta, se encuentra al límite, condicionada por la criminal vida que ha llevado junto a su madre para cumplir sus sueños. Hay que verlo porque se me acaban los calificativos a la hora de describir lo que hace sobre el escenario, una actriz con mayúsculas, de raza y que capta la atención del espectador gracias a sus inmensas dotes interpretativas.
Cayetana Guillén Cuervo en un momento sublime. David Ruano
Por otro lado Julieta Serrano da otra lección interpretativa como la madre de Marta, mostrando a la perfección el cansancio vital y emocional de una persona que se atormenta ante la atrocidad que ha cometido, muy diferente a las ocasiones anteriores, por ser quien es la víctima en esta ocasión.
Guillén Cuervo y Julieta Serrano, dúo criminal. David Ruano
El resto del reparto está a la altura de Guillén Cuervo y Serrano: Ernesto Arias interpreta de manera genial a Jan, un hijo pródigo que sufre las consecuencias de, voluntariamente, no identificarse ante su madre y su hermana. Lara Grube, por su parte, vive un intenso arco emocional que se muestra con mayor claridad en el tramo final de la obra a medida que va obteniendo información. Finalmente Juan Regullón interpreta a un criado que, por su actitud y acciones, dan ganas de saber más sobre su pasado.
Lara Grube y Ernesto Arias, matrimonio en la obra. David Ruano

El montaje está soberbiamente dirigido por Eduardo Vasco, midiendo a la perfección el ritmo escénico y el recorrido emocional de los personajes. La actriz Luisa Martín me dijo en una entrevista que en teatro todo suma y tiene toda la razón porque el espacio escénico, la música, la iluminación y el vestuario consiguen envolver al espectador que ve cómo se desencadena una tragedia sin poder evitarlo.

Llevo viendo teatro profesional desde el 2001 y he de decir que este montaje de El Malentendido quedará para siempre grabado en mi memoria, junto con muchos otros por supuesto, pero lo que la gente experimentará si decide ir al Teatro Lope de Vega de Sevilla (está hasta el domingo en cartel), será una experiencia teatral inolvidable demostrando, efectivamente, la enorme sabiduría de Fernando Guillén cuando le dijo a su hija que recuperase este texto, fundamental en el teatro del siglo XX.  

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