Una agradable sorpresa literaria desde el Pacífico

Cuando se habla de literatura en castellano fuera de las fronteras españolas siempre se tiene de referencia la literatura latinoamericana, pero hay otro territorio que perteneció a España en otra zona del mundo, la del Océano Pacífico. Allí se ubican las Islas Filipinas, un lugar donde también se cultivaron las diversas  arte y , por supuesto, la literatura.

Adelina Gurrea (1896-1971)

Prueba de ello es la edición, por parte del Instituto Cervantes de Manila, de una serie de obras, bajo el título de Clásicos Hispanofilipinos, de autores de aquellas tierras que son un descubrimiento. En primer lugar destaca la recopilación de relatos realizada por Adelina Gurrea (1896-1971) en Cuentos de Juana.

La autora, que residió en España desde 1921, plantea una serie de narraciones que incide en la importancia de la transmisión oral, como ocurría en las antiguas civilizaciones, donde las tradiciones, costumbres y supersticiones filipinas tienen un gran peso, ya que los cuentos tienen que ver con seres extraordinarios malignos y bondadosos. Al primer grupo pertenecen el tamao o el tic tic y al segundo el camá camá. A lo largo de las páginas, con un estilo sencillo y atractivo, el lector irá conociendo los orígenes y las obras de esos seres muy involucrados en las creencias de los habitantes de Filipinas. Hay que destacar que la edición actual incluye un relato nuevo, El Talisay y que en el relato sobre el camá camá se alcanzan las mayores cotas de fantasía llegando a ser casi una fábula, por la interacción de animales con la capacidad de hablar con los humanos.

Aparte del contenido sobrenatural insertado con total naturalidad en la vida diaria, Cuentos de Juana, publicado en Madrid en 1943, se puede considerar también un amplio muestrario de labores cotidianas típicas de la zona y se mencionan plantas y árboles oriundos de la misma, de los que se nos dan amplios detalles gracias a unas completas notas a pie de página y un glosario al término de las narraciones. Cuentos de Juana obtuvo en 1951 el premio de Literatura de la Unión Latina, un gran reconocimiento a una autora que sabe transportarnos a esas lejanas tierras geográficamente pero cercanas en nuestros corazones, algo a lo que contribuyen libros como éste.  

En la misma colección, que prevé el lanzamiento de ocho títulos, se encuentra El campeón de Antonio M. Abad (1894-1970) un título que permanecía inédito a pesar de haber obtenido el Premio de Literatura Mancomunidad EEUU- Filipinas en 1940. El argumento gira en torno a las peleas de gallos, una práctica muy común en Filipinas en aquella época.

Por otro lado se ha editado un tercer título, Los pájaros de fuego de Jesús Balmori (1887-1948) concebida durante la ocupación japonesa de Filipinas durante la Segunda Guerra Mundial, de ahí el valor que esta obra tiene no sólo literario sino también histórico.