lunes, 4 de noviembre de 2013

Emotivo homenaje a Alicia Alonso en el Teatro de La Maestranza con motivo de la presentación de un libro sobre la legendaria bailarina

Alicia Alonso es desde hace mucho tiempo un nombre sinónimo de elegancia, técnica y perfección en el ballet clásico. La nonagenaria bailarina vive estos días en Sevilla unos días muy especiales. Si el pasado 2 de noviembre el Teatro de La Maestranza acogió un cálido homenaje a este gran mito de la danza conmemorando el 70º aniversario de la primera vez que representó el personaje de Giselle del mítico ballet homónimo en Nueva York (en 1943) y, además, el público pudo disfrutar de un nuevo montaje de Giselle a cargo del Ballet Nacional de Cuba que Alicia Alonso dirige, hoy, en la Sala de Prensa del coliseo sevillano, se ha presentado un libro sobre ella que ha servido para, una vez más, demostrar la admiración que se le tiene.
Alicia Alonso durante el acto. José Galiana
El libro tiene por título Alicia Alonso o la eternidad de Giselle (Ediciones Cumbres) y ha sido escrito por Mayda Bustamante que ha contado, además, con la colaboración del crítico de El País, Roger Salas y prólogo de Alfio Agostini. El acto contó con la presencia de Salas y de Pedro Simón, Director del Museo de la Danza de Cuba, quienes acompañaron a Alicia Alonso y a Mayda Bustamante en un acto que contó con ex alumnas de Alonso, alumnos del Centro Andaluz de Danza y de personalidades del baile español como Cristina Hoyos, Matilde Coral o José Antonio Ruíz. Todos tuvieron palabras de elogio y admiración hacia Alicia Alonso, todo un ejemplo para los latinos e hispanos porque triunfó en un mundo, el de la danza clásica, que parecía patrimonio exclusivo de rusos y anglosajones.

Alicia Alonso recordó entre lágrimas sus años como profesora, agradeciendo las palabras que Anael Martín le dedicó. También añadió que "el ballet decían que personas como nosotros no podíamos hacerlo, que los latinos teníamos un folklore muy rico, y lo estudié bien profundo para demostrar que el artista nace en cualquier lugar del mundo, necesitamos el arte. Cuando me dijeron que no podía bailar más por mis problemas en los ojos yo contesté 'usted está equivocado, yo bailaré eternamente'".  La veterana bailarina afirmó que  "el flamenco es otra forma de bailar, pero hay que saberlo, hay que sentirlo, hay que aprenderlo como ocurre en Cuba con la rumba", y emocionó a gran parte de los asistentes que "lo primero que yo bailé en mi vida fue baile español, aquí en España, también a tocar las castañuelas. Lo hizo un profesor que venía a darnos clases a mi hermana y a mí pero cuando di mi primera clase de ballet me di cuenta de que era lo que más me gustaba"

Roger Salas, encargado de la introducción histórica de Giselle en el libro, destacó que "esa Giselle (la bailada por Alicia Alonso) me ha establecido un baremo que me complica mucho como espectador porque la exigencia es muy alta". Sobre el libro destacó que "reúne toda una serie de materiales históricos donde puede verse esa larga trayectoria de una bailarina y un personaje, una fusión que ocurre muy pocas veces".

La autora del libro, Mayda Bustamante, reconoció conocer a Alicia Alonso hace treinta y ocho años, "el gran privilegio de mi vida, en lo profesional pero sobre todo en lo humano".

Pedro Simón destacó que "las primeras críticas a la primera vez que Alicia Alonso interpretó a Giselle demuestran que los críticos se desbordan y están muy entusiasmados con lo que han visto". También resaltó que este trabajo podría haberse hecho con otros personajes que Alicia Alonso ha encarnado "como Odile en El lago de los cisnes, Swanilda en Coppélia etc..."

Las estas jornadas-homenaje concluirán mañana, 5 de noviembre, con la representación de Coppélia por parte del Ballet Nacional de Cuba, para la que ya no quedan entradas. Todo ello para ensalzar una figura irrepetible, la de Alicia Alonso, quien siempre será una referencia de primer orden del ballet clásica.

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