domingo, 20 de abril de 2014

Rosa Gómez Gavilán, la nueva portavoz literaria de la Madre Naturaleza

La rica fauna y flora que puebla el planeta Tierra tiene en la escritora Rosa Gómez Gavilán a una de sus más fervientes adoradoras. Este amor a la Naturaleza es el eje de su primera novela Li (Ediciones Atlantis) que se publicó el pasado mes de marzo y está causando sensación gracias a un muy positivo boca oreja. El Rinconcillo de Reche habló con la autora, una mujer vitalista, positiva, que admite entre sus debilidades literarias los libros de la saga Caballo de Troya de J.J.Benítez. Gómez Gavilán nos habló de los entresijos de Li, que será en el futuro una trilogía. Les animo a que se adentren en el mundo de Rosa Gómez Gavilán con esta entrevista.
Rosa Gómez Gavilán con su libro LiAlejandro Reche Selas

Pregunta: ¿Cuáles son los motivos de que en Li tenga tanto protagonismo la Naturaleza y de la elección del género de la novela?

Rosa Gómez Gavilán: Pues porque ha sido, es y será parte de mi vida. Voy todos los días al campo. Empecé a escribirla como un cuento y me salió una novela de fantasía. La verdad, no me veo escribiendo otros géneros. Yo me dejo llevar y me pongo a escribir.

P.: Cuando empezó a escribir ¿tenía ya la base preconcebida o la escritura hubo un momento que le salió sola? 

R.G.G.: Han pasado seis años desde que empecé a escribirla. Repasando cómo ha sido el proceso yo misma me he sorprendido. Llega un momento en el que te metes en el mundo de la novela y la mente, antes de quedarte dormido, caminando, conduciendo, estando solo, gira  en torno a la novela y van viniendo frases, situaciones etc... y en los últimos cuatro años, que es cuando le dediqué más tiempo, Li no ha dejado de estar en mi cabeza en ningún momento. Cuando escribes te desconectas del mundo.

P.: La premisa de Li es la relación del hombre con la Naturaleza ¿cree firmemente en la conexión entre los seres humanos y los animales?

R.G.G.: Para mí sería un sueño hecho realidad escuchar hablar a mi perro. Para mí la conexión existe. Llega un momento que, sólo con mirar al perro, él ya sabe lo que le estás diciendo. Hace unas semanas hablé con un amigo que quiere escribir acerca de la comunicación entre el caballo y el jinete, que es real. No es una comunicación verbal pero está presente.

P.: En la novela se muestran dos mundos: el humano y el animal, que en un principio parecen estar muy separados pero luego se demuestra que no lo están tanto. Cuando concibió ambos universos ¿planteó la creación de una manera determinada?

R.G.G.: Creo que mi novela puede entenderla cualquier persona que tenga contacto directo con la Naturaleza, lo cual se logra teniendo, por ejemplo, un jardín, porque lo riegas, lo cuidas y de repente descubres que hay hormigas, grillos, lagartijas etc... Quise hablar de estos dos mundos cuando concebí el cuento pero, a medida que escribía, fue ganando terreno el mundo "real" porque me enamoré del personaje de Li.

P.: ¿Cuál ha sido el motivo de la elección de los nombres de los personajes?

R.G.G.: El nombre de Li siempre me ha llamado la atención. Recuerdo que en la cocina de casa teníamos una pequeña biblioteca y en ella había un libro sobre Bruce Lee, que yo leía de vez en cuando e inconscientemente lo tenía pensado para ponérselo a ella porque no quería que Li perteneciese a ninguna cultura en concreto. Para el de Hous, pensaba en el doctor House y, por ejemplo, el nombre de Burton es el de una de mis mascotas. Son diminutivos porque, en general, quería nombres universales.

P.: Esa universalidad también se nota en que la acción no está localizada geográficamente en un lugar concreto ni identificable...

R.G.G.: He intentado que cualquier persona de cualquier cultura la pueda hacer suya, ya que quiero transmitir es que lo que narra el libro puede estar ocurriendo paralelamente a nosotros y no tener ni idea.

P.: ¿Puede hablar de alguna influencia literaria o de cualquier otro tipo a la hora de escribir Li?

R.G.G.: Concretamente no. Evidentemente ya se ha escrito sobre la comunicación entre los humanos y los animales pero quería algo novedoso. Quería dejar claro el error de la mano humana sobre la Naturaleza. Quería  mezclar estos elementos de tal manera que el resultado fuese una historia que enganchase, juvenil, bonita, metiendo a una chica guapa, desamor, intriga, pasión...

P.: Ha hablado de una mujer guapa pero curiosamente los tres hombres jóvenes que rodean a Li: Sam, Tool y Hous no los ha retratado mal físicamente sino todo lo contrario...

R.G.G.: Yo tenía mi idea en la cabeza de la historia y, más o menos, cómo iban a ser los personajes, pero al final me han salido todos guapos, no lo he podido evitar.

P.: Aparte de la historia humana, donde hay un gran derroche de imaginación y creatividad es en la descripción, muy visual, del microcosmos donde viven los animales ¿Ahí dejó volar la imaginación?

R.G.G.: La estructura de la casa del jardín yo la tenía en la cabeza porque siempre he tenido en mente una casa que yo querría tener. Cuando me documentaba me venían las imágenes y ocurre el derroche de imaginación.

P.: Otra de las características de la obra es la brevedad de los capítulos, como piezas que conforman un puzzle, aunque salte de un lugar a otro ¿Eso estaba premeditado?

R.G.G.: Sí, de hecho cuando  se presentó la novela y empecé a recibir los primeros mensajes había dudas de lectores sobre cosas que no quedaban claras pero yo les contestaba que, al final, todo casaba con todo.

P.: ¿Ha habido alguna reacción de algún lector que le haya llamado la atención?

R.G.G.: Hubo una reacción de alguien que decía "me ha hecho pensar que aunque todo vaya mal, siempre hay alguien para tenderte la mano". Ese comentario me sorprendió y mucha gente me dice que la novela te evade de la situación actual. Yo estoy muy cansada de palabras como "crisis", "guerra", "hambre". Cuando escribía la novela me metía tanto en el mundo de Li que me olvidaba de todo lo que ocurría a mi alrededor.

P.: ¿Quiere mandar un mensaje con este libro y los posteriores, que conformarán la inicial trilogía?

R.G.G.: Sí. Por un lado, que si la Madre Naturaleza quisiera, nos exterminaría a todos muy rápido, porque tiene esa capacidad y por otro lado que la raza humana es el cáncer del planeta.

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