sábado, 18 de octubre de 2014

Ernesto Arias: "Me gustan mucho los personajes contradictorios"

A lo largo de mis años ejerciendo de periodista cultural a través de este blog he conocido y entrevistado a grandes actores y, sin lugar a dudas, Ernesto Arias, se añade a la lista por su gran calidad humana y profesional. El actor asturiano curtido en el Teatro La Abadía, ha protagonizado obras de todas las épocas y ha ampliado sus labores a la dirección y a la asesoría de texto con idéntico éxito. La entrevista que ha concedido a este blog se ha desarrollado en el marco de su estancia en Sevilla, desde el jueves hasta este domingo, con motivo de la representación en el Teatro Lope de Vega de la capital hispalense de la obra Kathie y el hipopótamo de Mario Vargas Llosa junto a Ana Belén, Eva Rufo, Jorge Basanta y David San José dirigidos por Magüi Mira en una escala de la gira que comenzaron en Zaragoza y que continuaron en Galicia antes de llegar a Sevilla.
Con Ernesto Arias antes de la entrevista

Arias habló de la obra, su personaje y de su extensa carrera como actor, con títulos como Veraneantes dirigido por Miguel del Arco, El Malentendido de Albert Camus y El alcalde de Zalamea de Calderón de la Barca (ambas dirigidas por Eduardo Vasco), pasando por su éxito en Londres como director con Enrique VIII de William Shakespeare y con El castigo sin venganza de Lope de Vega este pasado verano, de un proyecto nuevo sobre las tablas y de su paso por Isabel entre otros interesantes temas.   

Pregunta: ¿Cómo llega a Kathie y el hipopótamo?

Ernesto Arias: Yo tenía conocimiento de la función en Madrid pero no había tenido la oportunidad de verla. De hecho coincido con ella en el Matadero: Kathie y el hipopótamo estaba en sala pequeña y yo en la grande con El Malentendido. Tenía muy buenas referencias de la obra. Con el tiempo Ginés García Millán se comprometió con otro proyecto  (la obra Jugadores) y no podía compatibilizarlo con la gira, y Magüi Mira me llamó y me dijo que estaba buscando un actor y le habían hablado de mí.

Magüi Mira, directora de la obra
 Hablamos y al día siguiente me dijo que me quería para interpretar ese personaje y yo acepté. Lo bueno de todo fue que, aunque es una sustitución, tuve mucha suerte porque esto se produce en julio y la gira no empezaba hasta octubre y me dieron el texto y el vídeo de la función, teniendo mucho tiempo para entender la propuesta de Magüi y preparar el personaje. Tras las vacaciones tuve una semana de ensayos con todo el equipo. Los compañeros me lo pusieron muy fácil y pude ir descubriendo los elementos de la obra, además de poder partir de lo que estaba ya marcado, partiendo de lo que Ginés había creado y filtrarlo por mi naturaleza. Magüi me dio toda la información y hablamos mucho del proceso creativo que habían llevado a cabo. Reconozco que en mi primera función, en Zaragoza, estaba algo nervioso pero luego fue muy bien. 

P.: ¿Qué destacaría de su personaje, Santiago Zavala?

E.A.: A mí me gustan mucho los personajes contradictorios, los que dicen una cosa y luego hacen y dicen otra y cosas así.  En la obra mi personaje tiene la oportunidad de sentirse escritor de verdad. Me gustó mucho el juego escénico de la obra porque es exigente para el actor, porque se mantiene una conversación y se salta de repente a una dimensión totalmente diferente y luego a otra. Para el actor es muy divertido hacerlo y para el público también desentrañando lo que ocurre y cuando termina encajándolo todo. La puesta en escena de Magüi Mira es tan diáfana que el público entra en el código muy rápido y lo disfruta.
Con sus compañeros en Kathie y el hipopótamoSergio Parra

P.: Pasando al viaje en el tiempo que suelo plantear en mis entrevistas (para las que le enseño programas de obras protagonizadas y dirigidas por él), sus inicios son en el Teatro La Abadía pero más tarde dirige y ejerce de asesor de verso en diversas obras del Siglo de Oro. ¿Cómo llega a pasar de actuar a desarrollar estas otras dos facetas?

E.A.: La vida me ha llevado a ello, me lo propusieron y dije "¿por qué no?". La primera obra que dirijo surge porque hablo con una amiga, Andrea Delicado, que trabaja en el Teatro La Abadía y sale de esa conversación una función titulada En la calle, donde nos juntamos cuatro amigos y la escribía a medias con José Ramón Fernández. La obra era homenaje a mis inicios teatrales en Asturias desde que era niño. Se hizo en la desaparecida Sala Ítaca de Madrid y cuando sigo en La Abadía me proponen la primera asesoría de verso.


P.: Entonces, si hablamos de La Abadía, José Luis Gómez debe de ser una persona importante en su carrera como actor...

E.A.: Efectivamente, yo comienzo en Asturias, donde actúo desde niño hasta la adolescencia con un señor llamado Jesús Pérez Llana en grupo de teatro aficionado, Tragos Teatro, y luego, cuando decido estudiar interpretación, otra persona muy importante para mí, es un teatrero llamado Etelvino Vázquez, en su compañía Teatro del Norte, donde también actué. Pero decido irme a Madrid y, tras un tiempo, entro en La Abadía en 1994. La Abadía se inaugura al año siguiente y formo parte de esa primera promoción junto con Lola Dueñas, Alberto Jiménez, Pedro Casablanc, Carmen Machi etc...Yo era muy Joven y, aunque la semilla de mis inicios está en Asturias, con José Luis Gómez acabo de conformarme como actor, entendiendo lo importante que era tener una técnica, la formación continua etc...

José Luis Gómez, gran maestro de Arias
Tras varios años allí, y participando en diversos montajes como actor, José Luis Gómez me propone como coordinador de formación asignándonos a los actores más veteranos de La Abadía impartir talleres para los actores que entraban nuevos. Ahí comienzo a ser asesor de palabra. Hago esa labor en Sobre Horacios y Curáceos  (de Brecht) y en Nao de Amores con Ana Zamora en Auto de los cuatro tiempos y Misterio del Cristo de los Gascones, ambas de Gil Vicente.

(La conversación sigue al ver él el programa de El alcalde de Zalamea de Calderón de la Barca, con la Compañía Nacional de Teatro Clásico)

E.A.: Tras un largo período en La Abadía entro en la Compañía Nacional de Teatro Clásico, donde hago ¿De cuando acá nos vino? de Lope de Vega dirigido por Rafael Rodríguez y El alcalde de Zalamea dirigido por Eduardo Vasco. Además en ambas coincidí con Eva Rufo. Cuando estaba haciendo la obra de Calderón fue cuando me llamó Miguel del Arco para hacer Veraneantes que era una coproducción de La Abadía.

P.: Veraneantes fue un gran espectáculo ¿Qué puede contar de aquella experiencia? 

E.A.: Los "Kamikazes" son unos auténticos fenómenos. Yo vi en el hall del Teatro Lara La función por hacer y vi que allí había una semilla con mucho potencial. Noté una manera especial de actuar unos con otros y cuando me llaman para Veraneantes, a su grupo formado por Raúl Prieto, Israel Elejalde, Cristóbal Suárez, Manuela Paso, Miriam Montilla y Bárbara Lennie nos unimos Chema Muñoz, Lidia Otón, Elisabeth Gelabert, Miquel Fernández, el cual fue sustituido cuando vinimos a Sevilla por Francesco Carril porque tenía que hacer una película, y yo, pero fue muy fácil incorporarnos a la manera de trabajar de Miguel del Arco y su grupo de actores habitual.

Junto a todos sus compañeros en Veraneantes
Miguel lo hizo muy fácil. Y Misántropo la consideré como la subida a un trampolín y llegar a un nivel fabuloso tras el recorrido de los montajes anteriores, todo estaba perfectamente ensamblado.

P.: Ha tenido este verano un éxito muy importante llevando al Globe Theatre El castigo sin venganza de Lope de Vega en castellano dirigida por usted. Supongo que habrá sido un acontecimiento muy importante en su vida ¿no?

E.A.: La verdad es que sí. Lo de este verano tiene un antecedente. En 2012 durante los Juegos Olímpicos de Londres, el Globe organiza unas Olimpiadas culturales, consistentes en representar las treinta y seis obras de Shakespeare, asignadas cada una a un país que estuviese de alguna manera vinculado con la trama de la obra y hacerlo en el idioma nativo de la compañía: Italia representó Julio César, Israel trajo El mercader de Venecia, y querían que una compañía española representase Enrique VIII por el personaje de Catalina de Aragón y Dominique Dromgoole, director artístico del Globe, vio en España El castigo sin venganza que dirigí en el 2009 para Rakatá-Fundación Siglo de Oro y le gustó. Entonces él le propone a la compañía montar Enrique VIII y me proponen que la dirija yo. Me pareció de entrada un texto complicado y llamé a José Padilla para la adaptación y ayudó a sacarlo adelante. Fuimos a Londres y tuvo muy buena acogida y buenas críticas, tal es así que se representó en Madrid, hizo gira y aún tiene vida ese montaje.
Momento El castigo sin venganza en el Globe de Londres

A raíz de esta experiencia la compañía retoma El castigo sin venganza, cinco años después de su estreno en España, haciendo un programa doble con El perro del hortelano. Y nos llamaron para volver al Globe este verano para representar allí durante una semana El castigo sin venganza, un texto al que le tengo mucho cariño desde que lo leí en Asturias. Hicimos una adaptación por las características del Globe y fue fenomenal.

P.: Pasando a sus últimos trabajos sobre los escenarios, para el Centro Dramático Nacional hace El Malentendido de Albert Camus junto a Cayetana Guillén Cuervo, una obra muy potente y un montaje igual de potente...

E.A.: Sí. Estando haciendo Veraneantes Eduardo Vasco me llamó para protagonizar esa obra, que él iba a dirigirla y que iba a trabajar con Cayetana, con Julieta Serrano y me enteré, durante los ensayos, que Cayetana, con esta función quería hacer un homenaje a su padre y a aquella maravillosa generación de actores, fue algo muy emotivo.
Juanto a sus compañeros en El Malentendido de Albert Camus

Compartir escenario con ambas y con Lara Grube, que va a hacer de Lady Ana en un Ricardo III para el Teatro Español encabezado por Juan Diego, y con Juan Reguilón, fue genial.

P.: ¿Y qué puede decirme de ese proyecto de montar Hedda Gabler de Ibsen de nuevo con Eduardo Vasco en la dirección y Cayetana Guillén Cuervo como compañera sobre el escenario?

E.A.: Se estrenará alrededor de finales de abril en Madrid. Volvió a llamarme Eduardo para decirme "Tengo este otro proyecto, con prácticamente el mismo equipo, de nuevo con Cayetana producido por el CDN que es Hedda Gabler de Ibsen ¿te apetece estar?". Y por estas cosas mágicas de la vida voy poder conciliar la gira de Kathie y el hipopótamo con esta otra obra. Tengo muchas ganas de empezar. Me siento un actor afortunado.

P.: La última pregunta teatral sería referente al montaje de Dionisio Ridruejo. Una pasión española dirigido por Juan Carlos Pérez de la Fuente que protagonizó la temporada pasada para el CDN ¿Cómo fue ser dirigido por otro histórico del teatro?

E.A.: Es un apasionado de su trabajo. Fue una gran obra, con un texto complejo pero trabajamos todos muy bien: Paco Lahoz, Daniel Muriel, Nerea Moreno, Jesús Hierónides y yo. Creo que es la obra más exigente que he hecho como actor en todos los sentidos, por la cantidad de texto que decía, nunca que hablado tanto en un escenario.

Junto a Daniel Muriel en la función
También desde el punto de vista físico porque la obra transcurre en un gimnasio y estábamos todo el tiempo haciendo deporte y Juan Carlos quería que estuviésemos en el punto final de sudoración en el que ya no puedes más. Además se trata del gimnasio de un psiquiátrico, y los personajes tenían brotes de locura, por lo tanto también era un viaje emocional muy intenso. Es un gran reto para un actor.    

P.: Por último quisiese que me hablase de su experiencia en Isabel donde estuvo en las dos primeras temporadas.

E.A.: Fue fenomenal. Yo en televisión hasta entonces había hecho personajes episódicos en Policías, Periodistas, SMS o en la TV movie Una bala para el rey. Nunca había hecho un personaje fijo y bueno es una serie maravillosa y el equipo me dio todas las facilidades para poder seguir haciendo teatro a la vez que grababa.  Mi personaje, Peralta, no está en la tercera temporada porque, tras la toma de Granada, se retiró históricamente. La productora Diagonal es estupenda, todo el equipo, del primero al último es estupendo. 

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