domingo, 9 de noviembre de 2014

"Saint Laurent", el plato fuerte de la tercera jornada del SEFF 2014

The Kindergarten teacher del israelí Nadav Lapid fue la segunda película proyectada en la Sección Oficial


Hoy era una fecha marcada en el calendario por el autor de esta crónica porque se proyectaba dentro de la Sección Oficial a concurso Saint Laurent, la segunda película realizada este año en torno a la figura del gran diseñador. 

Con la etiqueta de "no autorizada" por los familiares del desaparecido maestro de la moda, en contraposición con el filme dirigido por Jalil Lespert, Saint Laurent tiene su gran baza en el impresionante trabajo del reparto, plagado de actores veteranos y jóvenes pero con una sólida trayectoria a sus espaldas, de los que el director Bertrand Bonello saca el máximo partido para narrar un período concreto de la vida de Yves Saint Laurent con sus luces y sombras.

Si hay que empezar por alguien, hay que hacerlo por Gaspard Ulliel, quien se transforma de manera asombrosa en el famoso modisto. El que fuese una de las revelaciones de El pacto de los lobos (Christopher Gans, 2001) y que encarnó a un joven Hannibal Lecter en Hannibal, el origen del mal (Peter Webber, 2007) hace en Saint Laurent un ejercicio de mimetismo absoluto al que se entrega en cuerpo y alma para mostrar con total convicción a un genio del diseño con una vida excesiva en muchos aspectos que le pasaron factura en un momento dado y en el filme se refleja muy gráficamente el deterioro psicológico del personaje gracias al valiente trabajo de Ulliel.
Gaspard Ulliel en Saint Laurent
Lo mismo podría decirse de Louis Garrel en su encarnación de Jacques de  Bascher, uno de los grandes amores de Yves Saint Laurent. El hijo del cineasta Philippe Garrel no ha dejado de llamar la atención del público desde que protagonizase Soñadores (Bernardo Bertolucci, 2003). Su intensa mirada traspasa la cámara para captar el interés del espectador desde que el primer momento en que aparece en las películas que ha protagonizado y en Saint Laurent vuelve a ocurrir lo mismo.

Por otro lado Jérémie Renier (en el punto de vista cinematográfico desde su aparición en La Promesa (Hermanos Dardenne, 1996) realiza un gran trabajo para ponerse en la piel de Pierre Bergé. Son tres actores los mencionados que enriquecen la película porque se entregan física y emocionalmente sin vacilar en la interpretación de sus personajes, lo cual va a favor del resultado final.

Con respecto a los jóvenes no se debe dejar de señalar los trabajos de las bellas y talentosas Léa Seydoux y Aymeline Valade interpretando a dos figuras del círculo íntimo y profesional del diseñador.

Finalmente es un gusto el exquisito trabajo de Valeria Bruni Tedeschi y de dos veteranos de la talla de Dominique Sanda y Helmut Berger. Sanda demuestra, con su breve aparición como la madre de Saint Laurent, conservar su serena belleza y unos ojos inconfundibles desde los tiempos de El jardín de los Finzi Contini (Vittorio de Sica, 1970) donde coincidió precisamente con Berger. El actor fetiche de Visconti desde que protagonizase La caída de los dioses (1969) demuestra estar en plena forma encarnando al diseñador en su madurez, precisamente en la parte de la película más compleja narrativamente hablando, ya que se va simultaneando dos líneas temporales.

La película se beneficia de una recreación de las décadas de los 60 y los 70 destacable, musicalmente incluso y con una sabia utilización de música clásica en momentos concretos para definir estados anímicos de personajes junto con un exquisito vestuario.


. Justo antes de Saint Laurent se proyectó dentro de la Sección Oficial The Kidergarten teacher coproducción franco-israelí dirigida por Nadav Lapid, quien dio la campanada con su anterior película Policeman (2011). Lapid cuenta en esta ocasión una historia que no deja indiferente por el tema y su posterior desarrollo. La obsesión de una profesora por uno de los niños que cuida en la guardería en la que trabaja por la capacidad de éste para componer poemas, lleva a una concatenación de acciones por parte de ella que sobrepasan límites, incluso legales.

Fotograma de la película
Lapid va en muchos momentos por el filo de la navaja haciendo de la profesora un personaje inquietante mostrando actitudes y comportamientos chocantes con respecto a su vida familiar y sentimental que juega con la ambigüedad en contraposición con la corrección que muestra en el desempeño de su trabajo. En la película sorprende la inclusión de elementos españoles como la mención de las corridas de toros o García Lorca.

En la rueda de prensa posterior Lapid explicó que él mismo escribió entre los cuatro y los seis años los poemas que se recitan en la película y los rescató tras estar treinta años en su casa.

Nadav Lapid durante la rueda de prensa. Alejandro Reche
También admitió querer hablar del papel del arte en la sociedad actual, centrándose en la poesía porque es una actividad marginal. De igual modo considera que con sus películas pretende mostrar el alma colectiva de su país.

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