CRÍTICA DE ESPECTÁCULOS: EL INTÉRPRETE
Hay personas con una serie de cualidades que tienen la capacidad de atraer la atención de la gente y Asier Etxeandía es una de ellas. El que escribe estas líneas ya le había visto sobre las tablas en La Avería, interpretando a uno de los ancianos de aquella maravilla concebida por Friedrich Dürrenmatt dirigida por Blanca Portillo. Pues bien, lo de anoche en el Teatro Lope de Vega con El Intérprete quedará marcado a fuego en la mente y el corazón. El derroche interpretativo y de voz de Asier Etxeandía es de otro mundo.
Hay personas con una serie de cualidades que tienen la capacidad de atraer la atención de la gente y Asier Etxeandía es una de ellas. El que escribe estas líneas ya le había visto sobre las tablas en La Avería, interpretando a uno de los ancianos de aquella maravilla concebida por Friedrich Dürrenmatt dirigida por Blanca Portillo. Pues bien, lo de anoche en el Teatro Lope de Vega con El Intérprete quedará marcado a fuego en la mente y el corazón. El derroche interpretativo y de voz de Asier Etxeandía es de otro mundo.
El espectáculo tiene un hilo conductor nostálgico comenzando con la evocación del actor cuando era niño y tenía amigos invisibles. El público se convirtió en un nutrido grupo de estos amigos invisibles arrastrados por el talento y la energía contagiosa del actor.
La narración iba casando perfectamente con canciones como Puro teatro, que popularizó La Lupe. Este primer tema fue incluido en el filme de Almodóvar Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988), y, por la interpretación de otros dos temas en el espectáculo, Luz de luna de Chavela Vargas, incluido en Kika (1993) y Volver de Carlos Gardel, en el filme homónimo del 2006 en la voz de Estrella Morente, se puede decir, y esto es una opinión que el universo del director manchego impregnaba parte del espectáculo. Pero una de las cualidades de Asier Etxeandía es que los temas los hace suyos.
Un momento de la mágica actuación de anoche Milhojas Rosas |
Pero, sin lugar a dudas, uno de los momentos de la noche llegó con el díptico de Fangoria y las maravillosas ¿Por qué a mí me cuesta tanto? y Ni tú ni nadie que embelesó al teatro por completo.
También hubo guiños como el tema Sevilla tiene un color especial que silbó a la perfección o ese gran momento con la canción El Señorito, que popularizó Isabel Pantoja.
En resumen, una noche inolvidable con un actor, Asier Etxeandía, elegantemente vestido, que se dejó la piel en el escenario para hacer gozar a todos y cada uno de los que estábamos allí. Así que, Asier, le digo, es usted un artista de los pies a la cabeza.
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