sábado, 7 de febrero de 2015

Jorge Roelas: "El teatro es un trabajo en equipo"

Jorge Roelas es un actor queridísimo en este país. Para muchos españoles su personaje en la serie Médico de familia, Marcial, caló muy hondo. Pero Roelas, antes de ese personaje televisivo, venía desarrollando una espléndida carrera en los escenarios desde comienzos de los ochenta con trabajos con directores de la talla de Miguel Narros, José Carlos Plaza o Lluis Pasqual, a quienes hay que sumar Tamzin Townsend, Emilio Hernández, Juan Carlos Rubio y Magüi Mira, quien lo ha dirigido en la obra que lo ha traído a Sevilla, Pluto de Aristófanes, en cartel en el Teatro Lope de Vega hasta mañana y donde comparte escenario con Javier Gurruchaga, Marisol Ayuso, Marcial Álvarez y Ana Labordeta, entre otros. El actor habló para El Rinconcillo de Reche de esta obra, su carrera teatral, el panorama actual para la cultura, su faceta como dramaturgo y guionista y el personaje de Marcial en la citada serie. Como digo siempre: Pasen y lean.
Con Jorge Roelas tras la entrevistaAlejandro Reche
Pregunta: ¿Cómo llega a Pluto?

Jorge Roelas: Me llamó Magüi Mira porque ella estaba interesada en que yo interpretase a Carión y, aparte de mi admiración hacia ella como actriz y directora, tenía muy reciente su montaje de Kathie y el hipopótamo, que me encantó y curiosamente yo acababa de lanzar dos deseos, porque yo había estado en Mérida dos años antes, una ciudad maravillosa. Entonces deseé volver a Mérida y trabajar con Magüi y al poco se me cumplieron los dos. 

P.: En esta obra destaca no sólo el grupo de actores, sino los distintos personajes a los que dan vida, muchos tipos de personas ¿Cree que ese es uno de los puntos fuertes de Pluto?

J.R.: Efectivamente, el retrato es muy general, donde la gente puede verse reflejada como en un espejo en un momento dado, desde la persona más rica hasta el que roba, es robado, la mujer que lucha por sus derechos, el puto que tiene que buscarse la vida, el político que sale en defensa de los intereses...
Junto a Javier Gurruchaga y Marcial Álvarez en Pluto
P.: Esta es una obra con un equipo técnico y artístico muy compenetrados entre sí...

J.R.: Claro, los que damos la cara somos los actores pero  yo siempre digo que la primera compañera que tengo es la taquillera del teatro, porque es la que vende las entradas. Yo creo que cuando se hace un trabajo en equipo cada elemento es importantísimo, desde el que crea el texto, pasando por el que crea la coreografía, el que pone la luz, el regidor, una compañera que nos ayuda con el pelo y la ropa. Hay mucha gente trabajando con nosotros. El teatro es un trabajo en equipo, no lo hace uno solo como la pintura. El teatro es un trabajo muy colectivo y se va creando familia cuando va pasando el tiempo.

P.: En los inicios de su carrera trabaja con Miguel Narros en Seis personajes en busca de autor y en Don Juan Tenorio, luego trabaja con José Carlos Plaza en Las Comedias Bárbaras. Para usted, trabajar con ellos, tuvo que ser como un salto al vacío que le marcaría ¿no?

J.R.: La verdad es que sí. Lo primero que hice fue un montaje de El sueño de una noche de verano que dirigió David Perry, un director de la Royal Shakespeare Compañy. Luego trabajé con Narros y después con José Luis Alonso de Santos en Mérida (en Golfus de Emerita Augusta), repetí con Narros y trabajé por primera vez con José Carlos Plaza en Eloísa está debajo de un almendro en 1984.

P.: En esa obra vuelve a coincidir, tras Seis personajes en busca de autor, con José Pedro Carrión...

J.R.: Así es. Él, aunque no me ha dado clases, ha sido uno de mis maestros porque ha sido muy amigo y me ha enseñado mucho. Lo considero un maestro y un hermano. También trabajé con Lluis Pasqual en Madre Coraje, que también vino a Sevilla. La verdad es que he trabajado con gente muy interesante y que son especiales y muy diferentes entre sí, y eso te enriquece muchísimo, como recientemente con Juan Carlos Rubio con quien hice aquí 100 metros cuadrados. Lo bueno de esta profesión es que nunca hay techo y siempre continúas aprendiendo cosas y construyendo y estoy muy contento por ello.

Ahora estoy desarrollando una carrera como autor, en donde estoy intentando sacar mi tercera obra tras Lastres y Verano. Estamos en un momento muy difícil con el 21% de IVA tan asfixiante que imposibilita sacar proyectos adelante y tenemos un pie en el cuello. Un productor, si le iba bien, después de pagar todo lo que tiene que pagar, pagando un 8% tenía un beneficio, pero si ahora tiene que pagar un trece por ciento más no puede sacar los proyectos adelante. Con la actitud actual del gobierno se está desperdiciando también talento porque no se hacen cosas. Yo he escrito un largometraje, Por mí, junto a Juan Carlos Rubio para que lo protagonicen Ana Belén, Ángela Molina y sus hijas, y ellas están encantadas con el proyecto, pero no puedo arrancar porque no hay dinero, llevo dos años y medio intentando rodarlo.

P.: Yo le he visto anteriormente dos veces en teatro, en El método Grönholm de Jordi Galcerán y en El burlador de Sevilla de Tirso de Molina ¿Qué recuerdos le traen estas dos obras?

J.R.: El método Grönholm es uno de los mayores éxitos que hemos tenido en el teatro de los últimos años. Creo que no ha habido un éxito similar desde hace tiempo, por la calidad del texto, donde algo tan dramático estaba tratado con un tono de comedia maravilloso y ser partícipe fue una gran experiencia. La estrenamos Carlos Hipólito, Cristina Marcos, Jorge Bosch y yo y a Sevilla vino Eleazar Ortiz que sustituyó a Jorge y luego Jorge sustituyó a Carlos. Para mí Carlos Hipólito es mi hermano, trabajé con él en Seis personajes en busca de autor, en Comedias Bárbaras, otros montajes y una serie de televisión y cuando me veía actuar con personas como él o Cristina Marcos, que tiene una fuerza increíble y es una de las mejores actrices de este país, yo pensaba que era muy afortunado y cada día me daba más cuenta de que estábamos en un montaje muy importante.
Con Cristina Marcos, Jorge Bosch y Carlos Hipólito en la obra de Galcerán
El burlador de Sevilla  me dio la oportunidad de conocer a Fran Perea que es mi niño, es alguien a quien adoro. Suponía hacer un texto clásico donde además cantábamos, yo concretamente canto un aria de Don Giovanni. Cada montaje tiene un lugar en tu corazón porque de cada uno sacas una familia diferente y eso nos hace muy ricos, por el bagaje personal que nos aporta y que no se paga con dinero, es lo que nos llevamos. Esas experiencias  y esa riqueza cultural, que en este país debería estar más apoyada, es lo que nos llevamos.

P.: Para terminar, un recuerdo televisivo. Supongo que para usted, el personaje de Marcial en Médico de familia debe de llevarlo en el corazón ¿no?

J.R.: Sí, todos los personajes que has hecho han sido tu "casa" en algún momento. Y fue concretamente una "casa" en la viví durante mucho tiempo y en mi vida hubo un antes y un después de esa serie, por lo que le tengo mucho cariño al personaje y a las personas que me dieron la oportunidad de hacerlo.

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