martes, 17 de febrero de 2015

La Compañía Farandulario muestra el "Camino a Oz" en la Sala Cero

Hay historias imperecederas que gozan de una popularidad que traspasa el tiempo. Una de ellas es El mago de Oz, y este es el título que la Compañía Farandulario ha escogido para montar un espectáculo, Camino a Oz, que se estrena el 21 de febrero en la Sala Cero de Sevilla, donde permanecerá en cartel este fin de semana y el siguiente para el disfrute de niños y adultos con la historia de Dorothy, Totó, el León, el Espantapájaros o el Hombre de Hojalata. Las funciones serán los sábados a las 18:00 horas y los domingos a las 12:00 horas.

El Rinconcillo de Reche ha hablado con dos de los miembros fundadores de la Compañía, creada en el 2009: Desirée Manzano, que interpreta a Dorothy y Paco G. Melero, director del montaje, autor de la adaptación y actor en la obra en un elenco que completan Tato Amador, también miembro de Farandulario,  y María Varod.

Manzano y Melero, nos hablaron de Camino a Oz, de diversos aspectos del montaje y de otros espectáculos de esta Compañía cuyos miembros demuestran amor y devoción por el arte de Talía. Pasen, lean y vayan a la Sala Cero.
Con Paco G.Melero y Desirée Manzano tras la entrevista. Alejandro Reche
Pregunta: ¿Qué les lleva a Camino a Oz?

Paco G. Melero: Pues "un accidente". Hace dos años nos propusieron hacer una función en centro educativo en Mairena del Aljarafe y en doce días la montamos.

Desirée Manzano: Les dijimos, por la cuestión del tiempo del que disponíamos, si podían recurrir a otra compañía. Habíamos actuado anteriormente en aquel centro pero cuando nos llamaron no teníamos ningún montaje nuevo y les sugerimos otros compañeros, pero ellos querían que fuésemos nosotros, hasta que, un día, Paco decidió hacer una adaptación de El mago de Oz.

P.G.M.: La montamos en ese momento, pero como teníamos pendiente la gira de Cuentos de la Media Lunita, se aparcó, y ya este año decidimos arrancarlo definitivamente a nivel profesional, con reparto y colaboraciones nuevas, con el formato que llevará en adelante la Compañía.

P.: ¿Y qué les interesó de El mago de Oz para llevarlo a escena?

P.G.M.: Quizás en aquel primer momento se nos apareció. Todos tenemos esa historia y a sus personajes en la cabeza. Es un relato lleno de magia, es educativo y tiene muchos elementos atractivos.

D.M.: Es una historia universal.

P.: ¿Cómo fue el proceso para poner el montaje en pie?

P.G.M.: Lo primero fue coger los textos y hacer una adaptación. Recopilamos todo el material posible, las películas que se han hecho, la precuela Oz, un mundo de fantasía, leímos unos cuantos libros y también comics. El espectáculo se titula Camino a Oz porque nos centramos, sobre todo, en el camino que recorre Dorothy y en el encuentro con los otros tres personajes.

P.: El espectáculo es de corte familiar ¿cómo ha sido la adaptación sabiendo que el público potencial va a ser infantil?

P.G.M.: Hemos partido de las convenciones del teatro familiar y, además, hemos hecho una adaptación musical y, a nivel textual, porque pensamos que los niños deben de pensar cosas cuando vean la obra, al igual que los adultos, por lo que usamos un lenguaje intermedio. A la hora de interpretar, hacemos un intenso trabajo corporal en primer lugar y luego metemos el texto.

D.M.: El uso del cuerpo es uno de los pilares de la Compañía, el movimiento basado en la Comedia del Arte. Antes, cuando estudiaba Arte Dramático solía pensar en situaciones personales que me produjesen tristeza o alegría pero trabajar con el cuerpo me ha hecho tener más información del personaje.

P.: Con respecto a la puesta en escena ¿cómo han planteado la transición entre los diferentes escenarios?

P.G.M.: Es un espacio único. La escenografía la hemos planteado a través de unas proyecciones, pasando de fotos reales en blanco y negro a unos fondos que son dibujos e introducir los colores de Oz, respetando el inicio y el desarrollo de la película. No sólo irá cambiando el fondo sino que puede que cambie el patio de butacas.

D.M.: Lo hemos planteado como un guiño a las antiguas proyecciones de los cines.

P.: Con respecto al trabajo actoral ¿cómo lo han desarrollado?

D.M: Yo, para interpretar a Dorothy, leí todo el texto, y con esa primera lectura ya empecé a crear un boceto del personaje y trabajo mucho con los elementos de la Naturaleza, hago un trabajo corporal, pero, por otro lado, mi personaje tiene momentos en los que se enfada mucho y ahí cambio radicalmente, por ejemplo, al llegar a Oz.

P.G.M.: En mi caso hago varios personajes. Todos empezamos en la granja, por lo que partimos del personaje que cada uno tenía asignado. En mi caso, soy el espantapájaros y el "Mago". Comencé a trabajarlos también corporalmente, con movimientos ligeros y livianos en el caso del espantapájaros mientras que Oz se mueve de una forma más recta, y con una voz más grave. Las transiciones entre los personajes son fugaces porque hay que cambiarse de vestuario. 

P.: La vestimenta de los personajes también es muy icónica ¿cómo va a ser en este montaje?

P.G.M.: El vestuario de Dorothy lo hemos respetado íntegramente. Incluso los chapines rojos se han traído de Inglaterra, de la tienda oficial de la película por lo que son una réplica exacta de los que vemos en el filme de Judy Garland.

P.: Para llevar la obra a buen puerto, supongo que todos habéis tenido que ir todos a una.

P.G.M.: Sí. Yo, además de interpretar y de hacer la adaptación, asumo la dirección y la Compañía es joven. Se creó hace cinco años y Camino a Oz es nuestra tercera producción. Desirée y yo, a la hora de trabajar, ya tenemos un entendimiento por el estar trabajando juntos mucho tiempo y en este montaje se ha incorporado María Varod, que tuvo que adaptarse a nuestra dinámica pero todos trabajamos a favor del otro.

D.M.: María también nos ha proporcionado muchas cosas, como en el caso del canto y el baile, nos hemos complementado mutuamente.


P.: Echando la vista atrás ¿Cómo surge la Compañía Farandulario?

D.M.: Pues, tras estudiar Arte Dramático, yo trabajo con otras compañías de teatro y, pensé, que, aparte de las vías de los castings para trabajar en otras obras y en la televisión, podíamos formar una compañía. Conocí en Córdoba a Paco, y formamos la Compañía. Nos vinimos a Sevilla y, haciendo un curso del actor frente a la cámara, conocimos a Tato Amador, le planteamos la idea base de la Compañía y se unió a nosotros.

P.: El primer espectáculo que ustedes montan, Adosado en la acera, demostró que no tiraron por el camino fácil...

P.G.M.: Sí, porque, además empezamos partiendo cánones. Ya que nuestro punto de partida en aquel montaje era que la belleza no está en lo bonito. Eran personajes con una gran carga psicológica y, a mayor defecto, más belleza, viendo una situación de gran pobreza con mucha riqueza. Los protagonistas, dos indigentes casados, demuestran que, estando juntos, no necesitan mucho más. No fue algo agresivo. Se demostraba que, con poquito, se puede. Era complicado y una manera de romper con todo.

El origen del montaje fue historia que leímos acerca de una pareja de recién casados que era empalagosa y nos planteamos qué pasaría si el matrimonio fuera indigente. Le cotamos la idea a un dramaturgo, José Luis Ríos y, cuando le explicamos lo que realmente queríamos contar, desarrolló el texto que derivó en Adosado en la acera.

P.: También hicieron un espectáculo para los mercados y ferias medievales, Bufones, Nobles y otras correrías, donde se vestían de época y primaba mucho la improvisación...

D.M.: Aún seguimos haciéndolo, sin ir más lejos, hace poco en Villanueva del Ariscal y para nosotros no tiene un carga fuerte. Es más ameno, pero sí es cierto que tenemos que estar con los oídos muy abiertos por la inesperada respuesta del público que lo presencia.

P.G.M.: Nosotros seguimos el esquema de la Comedia del Arte italiana del canovaccio. Consistía en dos actores, que, a partir de un esquema argumental básico, desarrollaban la representación y ese canovaccio es el que nosotros especificamos para saber por dónde vamos a ir, haciendo acrobacias o interactuar con el público, pero siempre teniendo en cuenta ese esquema para recuperarlo y continuarlo. Se tiene que tirar cien por cien con la improvisación porque la reacciñón del público es imprevisible.

P.: El último espectáculo que han puesto en pie, antes de desarrollar Camino a Oz fue Cuentos de la Media Lunita...

D.M.: Es un espectáculo infantil y está basado en unos cuentos de Antonio Rodríguez Almodóvar. Representamos cuatro cuentos de la colección que da nombre al espectáculo y cada uno lo hacemos de manera diferente: Comedia del Arte pura y dura, títeres, sombras chinescas...Es impresionante ver cómo un espectáculo va creciendo a medida que pasa el tiempo.
Una escena de Cuentos de la Media Lunita                     Raúl Chacón
P.G.M.: Desde que lo estrenamos, llevamos dos años y pico de gira, con más de setenta representaciones y dos premios nacionales de teatro: Mejor Interpretación Femenina para Desirée y Masculina para Tato Amador en Yecla (Murcia) y quedó nominado al Mejor Espectáculo y a Mejor Dirección. 

P.: Para cerrar el círculo ¿desean decir algo más de Camino a Oz de cara a su estreno en la Sala Cero? 

D.M.: Pues que estamos muy contentos porque, sorpresa: Alex O'Dogherty colabora poniendo la voz del narrador en off de manera desinteresada y estamos muy ilusionados porque contamos para las fotos con Luis Castilla. Todo lo que nos rodea está siendo muy positivo: Carolina Manzano en la escenografía, necesitábamos un material y nos aparecía como por pura casualidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario