El ser humano no cambia. Temas como el amor, la amistad, el honor o los rumores son de carácter universal, dando igual en qué época o contexto tengan lugar. Ahí encontramos una de las claves del éxito de la zarzuela La del Soto del Parral, transcurridos casi ochenta y ocho años desde su estreno en el Teatro de La Latina. El Teatro de la Zarzuela la puso en pie y ayer la pudo disfrutar el público sevillano por primera vez en el Teatro de la Maestranza, donde se representará también el 16 y el 17 de abril.
Amelia Ochandiano ha dado una muestra más de su enorme sabiduría como directora de escena a la hora de contar esta historia de amor y amistad en un bucólico lugar, como es el campo segoviano. La puesta en escena tiene ingeniosos logros (el dueto cómico de Germán y Catalina unidos por una faja campesina, por poner un ejemplo, es un acierto total), y la coreografía realizada y por la propia Ochandiano y Luis Romero hace que este título se disfrute de principio a fin.
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| Uno de los logradísimos números musicales. Guillermo Mendo |
La historia creada en su momento por Luis Fernández de Sevilla y Anselmo Carreño tiene la virtud de hablar de temas como el amor y la amistad prácticamente al mismo nivel, incidiendo en que ambas palabras engloban dos conceptos muy fuertes y capitales para el ser humano en general y los hombres en particular en este caso. La amistad inicialmente rota entre Germán y Miguel es tan importante como el amor entre Germán y Aurora, corroborando las sabias palabras que me dijo en su día el gran Luis Merlo: "La amistad es otra clase de amor". De hecho, tienen la misma raíz léxica. Pues bien, el conflicto amoroso y amistoso está salpimentado por aciertos como el situar la acción en un pueblo, ya que así todo lo que ocurre tiene más repercusión porque es sabido por la gente de manera más rápida.
La dirección musical de Martín Baeza-Rubio fue acertada e hizo que disfrutásemos de la belleza de la música creada por Reveriano Soutullo y Juan Vert donde la ROSS volvió a lucir su calidad.
A nivel vocal e interpretativo el nivel fue más que notable con un portentoso Alejandro Roy que acompañó a las estupendas voces de María Rodríguez y Marco Moncloa, que lo dieron todo en el escenario tanto vocal como interpretativamente.
También destaco a Didier Otaola con su cómico papel de Damián y que hacía un dúo muy compenetrado con Aurora Frías, antes y después de la boda de sus personajes. Tanto Adolfo Pastor como Luis Álvarez estuvieron espléndidos en sus respectivos personajes y Álvarez brilló especialmente en el número Coro de la Consulta, con el toque justo de picardía. Destaco también la labor de los niños Alejandro y Pablo Luque Aguilar, con una gran desenvoltura en el escenario incidiendo en la unión del ser humano con la naturaleza, idea reforzada con momentos como el baile sincronizado con la música de piernas desnudas simulando unas plantas mecidas por el viento.
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| Los espléndidos Marco Mocloa, María Rodríguez y Alejandro Roy. Guillermo Mendo |
Los números musicales están muy logrados tanto a nivel vocal como coreográfico ya fuesen más o menos numerosos (desde la portentosa Romanza de Miguel hasta la boda final, toda una explosión de alegría con el Coro, los músicos y los bailarines en todo su esplendor, una vez resuelto el conflicto principal). Todos los personajes están vestidos espléndidamente por el maestro Pedro Moreno, lógicamente siendo más vistoso el vestuario femenino, con una variedad cromática logradísima para que contraste con el verde de la vistosa escenografía de Ricardo Sánchez Cuerda aderezada con la magnífica luz de Juan Gómez-Cornejo.
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| El Coro espléndidamente vestido por Pedro Moreno. Guilermo Mendo |
En definitiva un goce visual y sonoro en un hermoso enclave con una historia de carácter universal donde no falta ni el drama ni la comedia. Si están por Sevilla no duden que ir a ver La del Soto del Parral, es una magnífica opción.
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