viernes, 4 de septiembre de 2015

Las cifras confirman la excelente gestión de Pentación al frente del Festival de Mérida

El éxito y el fracaso puede medirse de muchas maneras pero cuando se dan cifras oficiales no hay dudas en referencia a si el trabajo realizado ha cumplido las expectativas. 

Yendo al grano, los datos ofrecidos en relación al número de espectadores y el superávit económico del 61 Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida avalan la excelente gestión de su director, Jesús Cimarro, a través de su productora Pentación, de ámbito privado. 

Como ya han avanzado varios medios de comunicación, en la recientemente finalizada edición del festival emeritense, 93.946 espectadores asistieron al Teatro Romano, 158.302 al conjunto de sus actividades y, en términos de recaudación, la cifra de este año ha sido de 1.924.686 euros lo que supone un superávit cercano a los 525.000 euros. Estos datos constatan que se han superado las cifras de la edición del año pasado, con 82.587 espectadores, pero no sólo eso, sino también las cifras desde que en el año 2012, Pentación gestiona el Festival  en el que 53.392 vieron la programación ofrecida en el Teatro Romano. 
La asamblea de las mujeres, más de 30.000 espectadores. Jero Morales
Si el año pasado una de las sensaciones fue El Eunuco, aun de gira, este año los más de treinta mil espectadores de La asamblea de las mujeres, con ocho llenos totales de sus diez representaciones, a los que hay que sumar el de César y Cleopatra en sus cuarto días de representación. Que estos tres espectáculos hayan sido coproducidos por Pentación es una coincidencia que sirve para demostrar el buen ojo de Cimarro, quien en una entrevista concedida a este blog semanas antes del comienzo de la edición de este año afirmaba, refiriéndose a su doble faceta de productor y director del Festival y al hecho de contar con dinero público que siempre piensa "en espectáculos que se puedan poner en un escenario con una viabilidad económica, porque, si no, es imposible trabajar. Esto hay que tenerlo en mente cuando se cuenta con dinero público, el cual hay que saber administrar bien, con transparencia y, sobre todo, que produzca una rentabilidad, no sólo económica, sino también cultural y social". En la misma entrevista reiteraba el trabajar con dinero público con la siguiente declaración: "Como yo trabajo con dinero público, no puedo permitirme el lujo de que lo que se haga sea un fiasco porque al final lo tienen que pagar los extremeños y voy a intentar que ellos no paguen más de lo que ya lo hacen".

La gestión del presupuesto ha dado sus frutos con una respuesta masiva del público que pone de manifiesto el trabajo que se ha llevado a cabo no sólo en los tres espectáculos coproducidos por Pentación sino también con otras productoras que han participado en esta edición, como las extremeñas Rodetacón, que ha triunfado con Hércules El musical o Verbo Producciones responsable del excelente y potente montaje El cerco de Numancia, por lo que la apuesta por productoras de la comunidad autónoma también demuestra que ha dado unos resultados excelentes.
Hércules. El Musical, otro gran éxito de esta edición. Jero Morales
Luego hay otro aspecto destacable de la gestión que se relaciona con la parte artística y pondré como ejemplo, en una edición donde han actuado Ana Belén, Aitana Sánchez-Gijón, José María Pou o Emilio Gutiérrez Caba, de nuevo La asamblea de las mujeres. En esa producción el papel protagonista, Praxágora lo interpretaba Lolita, junto con veteranos en el Festival como Pedro Mari Sánchez y otras sorpresas interpretativas como María Galiana, Pastora Vega o Sergio Pazos. No se puede medir el éxito de un montaje si está varios días en cartel porque un día llene. Si lo que se ve no gusta, el boca oreja sería negativo y, por lo tanto, el público no hubiese llenado el Teatro Romano tantos días. La apuesta por Lolita ha salido redonda porque, aparte de ser un personaje mediático, ha demostrado su gran calidad como actriz y ha confirmado una vez más la buena intuición de Cimarro quien lleva desde 1983 produciendo teatro y siempre busca profesionales que le aporten un resultado positivo.

La experiencia es un grado y más de treinta años produciendo teatro, con éxitos en el propio Festival de Mérida antes de dirigirlo como Miles Gloriosus, Yo, Claudio o Fedra es una prueba irrefutable de que Jesús Cimarro, al ponerse al frente del Festival sabía lo que hacía porque no desconocía el terreno físico y empresarial en el que se embarcaba.

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