martes, 15 de noviembre de 2016

Alejandro Butrón: "Una parte de la toxicidad consiste en demandar demasiado de la otra persona"

Alejandro Butrón es un hombre lleno de inquietudes y con un personal universo creativo. Nació en Cádiz y estudió en la ESAD de Sevilla. Es actor pero también autor. Si ya pudimos comprobar ambas facetas en Vecinos, sobre un relato de Raymond Carver, ahora en el CICUS de Sevilla se pone en pie la primera obra que escribió: Tóxicos, con la que ganó el XXI Certamen de Letras Hispánicas. La obra cobra vida por una coproducción entre el CICUS y GNP Producciones con dirección de Verónica Rodríguez (La pícara Justina, La primavera de Lola, Silencio, por favor etc...) e interpretación de Migue López y Verónica Morales. La obra podrá verse del 16 al 27 de noviembre en la sede del CICUS. El Rinconcillo de Reche entrevistó a Alejandro Butrón para que nos contase detalles de esta obra que habla de la toxicidad en las relaciones humanas. Pasen y lean.

El actor y dramaturgo Alejandro Butrón

Pregunta: Vecinos estaba inspirada en un relato de Raymond Carver ¿Hubo algún acontecimiento en su vida personal o profesional que fuera el origen de Tóxicos?

Alejandro Butrón: Esta obra va sobre las relaciones tóxicas en general y, evidentemente, siempre hay algo de uno mismo cuando escribes. Las historias que hay en la obra no son cosas concretas que me hayan pasado a mí.

P.: ¿Trata el temas de las personas tóxicas porque considera que abundan en la sociedad más de lo que deberían?

A.B.: Sí. La obra es una ronda al estilo de Caricias de Sergi Belbel, uno de mis autores favoritos. Un personaje pasa a la siguiente escena hasta que se hace el círculo completo. Se van pasando la toxicidad que han adquirido de la relación anterior y son personas incapaces de tener relaciones plenas con otras porque arrastran lo tóxico de su anterior experiencia. Pienso que vivimos en una sociedad bastante tóxica donde, más que ayudarnos entre sí, nos pisoteamos para pasar por encima de otras personas. En las redes sociales se encuentran muchas personas tóxicas, por ejemplo. 

P.: ¿Considera entonces que la toxicidad es algo que todo el mundo tiene en mayor o menor grado?

A.B.: Yo he procurado que en la obra no haya blanco ni negro. En las distintas escenas una persona es perjudicada por otra pero finalmente, ésta misma acaba perjudicando a otra. Las personas somos grises y seguro  que yo he sido tóxico para alguien en algún momento y usted lo ha sido para otra en algún momento de su vida. Creo que todos viajamos con una mochila cargada con todas las experiencias que hemos tenido. Dependiendo de las experiencias vividas y de los prejuicios que tengamos, abordamos de una manera o de otra la relación con alguien que conozcamos.

P.: Animales Nocturnos de Juan Mayorga, habla de gente que extorsiona y gente que es extorsionada, y en algún momento podemos estar en los dos lados, y hay una necesidad afectiva en esas actitudes, por lo que creo que emparenta con el tema de Tóxicos... 

A.B.: Completamente de acuerdo. En la sinopsis que yo escribí hablo de depredador y presa. Todos somos las dos caras de la moneda en un momento dado. Una parte de la toxicidad consiste en demandar demasiado de la otra persona, hay posiciones pasivo agresivas, que se demande que se renuncie a cosas para ser como el otro espera. En Tóxicos hay personas que se comportan de esa manera pero  lo que están demandando es amor, afecto o amistad pero no saben cómo expresarla, algo que parte de la incomunicación.

P.: Por lo que está contando, el público que vea Tóxicos se va a sentir en algún momento identificado por el abanico de situaciones y de comportamientos ¿no? 

A.B.: La obra es una comedia, no ligera sino ácida y negra y Verónica Rodríguez, la directora del montaje, entendió muy bien la comicidad del texto. El público verá situaciones en las que puede identificarse, no tan directamente porque las situaciones están llevadas al extremo. Pienso que el teatro debe ser extremo. Además, Tóxicos es la primera obra que escribí y por lo tanto es un texto más extremo, que con los años he ido puliendo.

P.: ¿Qué recuerda de cuando le concedieron el Premio de Letras Hispánicas de la Universidad de Sevilla, ciudad donde usted se ha formado?

A.B.: Tardaron un año en fallar el premio, y, justo en ese momento, pasaba por una mala racha. Me llamaron y al decirme que había ganado el premio yo ni me acordaba por el tiempo que había pasado. Se me cayeron las gafas y las rompí porque hasta las pisé de lo nervioso que me puse. Me quedé totalmente alucinado. Que te den un premio en Sevilla, una cuidad que para mí significa muchísimo ya que pasé en ella cinco años, de los 18 a los 23, unos años vitales para mí. El premio me dio un impulso hacia adelante y ayudarme a salir del momento complicado por el que estaba pasando y me impulsó a montar Vecinos.

P.: La obra la protagonizan dos actores ¿hacen entre ellos varios personajes?

A.B.: Ya pudo comprobar en Vecinos que a mí me gusta hacer obras  donde pocos actores hagan muchos personajes. Esta obra consta de siete personajes: tres femeninos y cuatro masculinos que interpretarán Migue López y Verónica Morales.

P.: ¿Qué destacaría de la labor como directora de Verónica Rodríguez?

A.B.: Pues cuando nos reunimos tuvimos una conexión inmediata porque entendió el texto perfectamente y me dijo que el tono que yo le había dado quería mantenerlo. Además, me hizo una propuesta y, aunque la obra está pensada para siete actores, me convenció por la pasión con la que me lo contó y pensé que iba a hacer un bue trabajo. Es muy generosa y creo que es una apasionada de este trabajo y estoy muy contento e iré tranquilo a ver la obra.

P.: A nivel de puesta en escena ¿qué destaca? ¿hay, como en Vecinos, pocos elementos escenográficos pero los necesarios o habrá una ronda de decorados?

A.B.: Verónica le vio un cierto sentido cinematográfico y eso influye en el  montaje en lo que se refiere al ritmo,y a las transiciones. Es normal que haya elementos comunes en mis obras. También habrá un apoyo audiovisual. Y Verónica le va a dar un sentido poético a lo que se verá en escena.

P.: El hecho de que Tóxicos se represente en el CICUS será especial porque no es el público que suele ir a una sala de teatro convencional... 

A.B.: Sí. Me hace ilusión porque yo estudié en la Universidad de Sevilla. Además, sé que será un público exigente. Vendrá gente tanto del ámbito universitario como de fuera de él. Creo que es un lugar de experimentación muy interesante.

P.: Sin hacer spoiler ¿hay algún personaje de la obra al que usted tenga especial cariño por un motivo concreto?

A.B.: La última escena de la obra, más que los personajes, es bastante especial, porque fue lo primero que escribí y decidí conservarlo. La obra la escribí en 2014. Pero esa escena a la que me refiero la escribí en el 2013 y fue el punto de partida de Tóxicos.  

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