viernes, 18 de noviembre de 2016

"Misterios del Quijote": "El Brujo" hechiza al público de Sevilla

Si nada más entrar en el escenario, alguien recibe un caluroso aplauso antes de empezar a hablar eso significa un grado de respeto y admiración muy alto por esa persona. Rafael Álvarez "El Brujo" demostró ser muy querido en Sevilla visto cómo respondía, un servidor incluido, en el transcurso de Misterios del Quijote otra genialidad del actor cordobés que representa en el Teatro Lope de Vega.

Con una base literaria importante, un factor común en todas sus producciones, "El Brujo" se adentra por segunda vez en su carrera en El Quijote y en la vida de Cervantes. Lo hace con un dominio apabullante del escenario que llena él solo con una escenografía mínima y una maravillosa iluminación de Miguel Ángel Camacho, adecuada para cada momento y creando hermosos efectos en el escenario. A su vez el vestuario de la gran Elisa Sanz le cae como un guante a "El Brujo".

Rafael Álvarez "El Brujo" en Misterios del Quijote. Chicho

Rafael Álvarez, desentraña capítulos de El Quijote y aporta datos curiosos sobre la inspiración de Cervantes para el mismo. Todo ello para hablar de la situación política actual y un humor que provoca carcajadas en los espectadores por su dominio absoluto de la palabra y del movimiento corporal, dando como resultado un recital interpretativo cómico, didáctico y satírico pero sin desviarse de El Quijote, que, como gran obra que es, da para muchos temas como la vanguardia y aquí sólo digo unas palabras para no destripar uno de los mejores momentos de la función: Meninas y Picasso.

Misterios del Quijote está impregnado también de una cierta melancolía con el recuerdo, con un comienzo cómico, de la figura de su propio padre. Otra de las bases de este espectáculo son las reinterpretaciones de diversos pasajes de El Quijote que son vistas desde un ángulo inaudito aderazado con el detallismo con el que describe los diversos momentos y ahonda también en la presencia del teatro y en el carácter de personaje de ficción que es Don Quijote. Ahí introduce una curiosa teoría sobre la ficción que se construye dentro de la propia ficción. 

"El Brujo" domina la palabra con maestría, escenifica con movimientos todo lo que requiere y muestra un gran amor a la palabra y a los clásicos, añadiendo reflexiones existenciales y sarcásticas muy bien hiladas. Esta crítica podría ser más clásica pero es que a "El Brujo", hay que ir a verlo. Tienen hasta el domingo si están en Sevilla. Ah, y no pierdan detalle del papel que una rosa juega en la dramaturgia, de lo más bello visto sobre un ecenario.  

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