domingo, 6 de noviembre de 2016

SEFF 2016. Día 3: Luis XIV y una historia de iniciación adolescente destacan en la Sección Oficial

La tercera jornada del Festival de Cine Europeo de Sevilla tuvo un comienzo muy Real gracias a la proyección de La muerte de Luis XIV, incluida en la Sección Oficial fuera de concurso. El filme, dirigido por Albert Serra se centra en los últimos días de vida del monarca francés conocido como el Rey Sol. Serra ha contado con actores no profesionales y un intérprete histórico del cine francés: Jean-Pierre Léaud, el actor fetiche de François Truffaut desde que protagonizase Los cuatrocientos golpes en 1959 interpretando a Antoine Doinel, protagonista de algunas de las mejores películas del desaparecido cineasta francés como Besos robados (1968) o Domicilio conyugal (1970). Léaud protagonizó otras películas de Truffaut al margen de las del citado personaje como La noche americana (1973) o Las dos inglesas y el amor (1971) y hablando del cine más reciente y visto en una pasada edición del SEFF intervino en El Havre (Aki Kaurismäki, 2011)

Léaud realiza una contenida interpretación para transmitir la verosimilitud necesaria para dar vida a un rey que falleció a causa de la gangrena. Serra encierra la acción prácticamente en la alcoba real y consigue una gran recreación histórica enfatizando el tono lúgubre del momento mostrado, el ocaso de un gran rey, un sol que se apaga, y pone sobre la mesa los usos y costumbres de la corte y el proceder de los médicos con un rimo pausado pero que no cesa por lo que el visionado se hace ligero.
Jean-Pierre Léaud, un magnífico Luis XIV en el filme de Albert Serra
Serra, en la rueda de prensa tras el pase del filme, señaló que el proyecto tiene su origen en una performance en el centro Pompidou hace cinco años "para hacer algo relacionado con la cultura francesa y con Jean-Pierre Léaud tuve desde el principio una afinidad bastante sincera. La performance debía ser una urna de cristal suspendida en el hall del museo durante quince días y ver morir en directo a Luis XIV. Este proyecto se anuló y cinco años después se propuso hacer la película pero manteniendo el espíritu de la performance con unidad de espacio y de tiempo y narrar los quince días previos a la muerte con el mayor grado de intimidad, concentración y precisión posibles".

La película se rodó de la manera habitual del director de Honor de cavalleria (2007): Tres cámaras rodando todo el rato y sin usar monitor. El rodaje duró dieciséis días, ajustándose al plan de trabajo pensado. Serra enfatizó que Luis XIV "está en todas las escenas de la película, por lo que los espectadores saben lo que él sabe, no tienen información extra. Se intentó describir cómo se vive la muerte con la pompa de la corte pero en la intimidad. Léaud no estaba acostumbrado a rodar con varias cámaras y preguntaba al operador qué estaba filmando la cámara. Con tres cámaras se quiso enfatizar la idea de acción en un único lugar aunque estuvieran fijas, haciendo que nos moviésemos por la habitación. Esto benefició a la interpretación"

Serra afirmó que Léaud "hizo un trabajo de introspección de manera natural reconcentrándose en sí mismo y esto lo aproveché. Con respecto a cómo se muestra el dolor, ya que la relación de uno con él es muy íntima y no extrapolable. Me interesó que la agonía fuese narrada en toda su banalidad, con la retórica y la pompa de la corte que continúa igual, pero al mismo tiempo se muestra la banalidad de la propia muerte, quitándole drama a ese momento, algo que suele subrayarse y aquí está aplanado".

A continuación se proyectó, dentro de la Sección Oficial a concurso el filme islandés Heartstone, dirigida por Gudmundur  Arnar Gudmunsson y que se centra en dos amigos adolescentes, Thor (Baldur Einarsson, en realidad un preadolescente puesto que no le ha cambiado la voz ni tiene pelo en las zonas en las que suelen salir en la pubertad) y Christian (Blaer Hinriksson) que experimentan el despertar sentimental y sexual habitual en esa etapa vital, pero uno de ellos, en vez de interesarse por las chicas lo hace por su amigo, y aquí se encuentra una de las sorpresas del filme porque no es el personaje que se presupone el que siente esta atracción. El filme tiene situaciones típicas de este tipo de historias: rabia contenida, frustración por un amor no correspondido y una decisión drástica ante ese sufrimiento interno. Reitero que no muestra nada que no se haya visto antes pero el paisaje rural islandés y la verdad y ambigüedad en las interpretaciones de los dos jóvenes protagonistas hacen que este filme se vea con agrado.

Los dos jóvenes protagonistas del filme islandés Heartstone
Finalmente, también dentro de la Sección Oficial a Concurso se proyectó el último filme de la directora Andrea Arnold, American Honey. La responsable de una de las últimas adaptaciones al cine de Cumbres Borrascosas, en 2011 o de Fish Tank (2009) dirige una película con Shia LaBeouf de más de dos horas y media de duración que recibió el Premio del Jurado en el último Festival de Cannes. A pesar de lo dicho, el autor de esta crónica se significa ante lo visionado con la siguiente expresión: PASAPALABRA.    

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