viernes, 18 de noviembre de 2016

"Tóxicos": Mezcla de estilos y sensaciones

Las relaciones humanas, y más aún las de pareja, pueden ir como una seda mientras los miembros de la misma estén de acuerdo en temas como el sexo o sepan las preferencias de la otra persona. La cosa puede empezar a torcerse cuando se plantean situaciones que incomodan a alguno de los dos o se dice una palabra, porque con una basta, para que todo se vaya al traste o esa relación se vicie de alguna manera.

Tóxicos, de Alejandro Butrón, habla de esto y de mucho más. Verónica Rodríguez, directora con gran sensibilidad pero también valentía a la hora de poner en escena lo que su pasión por el teatro le provoca al leer un texto dirige sin cortapisas la obra, con una mezcla de sutileza y naturalismo que llega al espectador de una manera muy contundente. Tóxicos, que puede verse hasta el 27 de noviembre en el CICUS coproductor del montaje junto a GNP, es una propuesta directa y desnuda donde dos actores, Migue López y Verónica Morales, hacen un intenso trabajo interpretativo para dar vida a los distintos personajes de la obra, siempre teniendo en cuenta que cada personaje protagoniza dos escenas para respetar la estructura de ronda original.
Verónica Morales y Migue López en Tóxicos

Las interpretaciones son, dependiendo de la escena y de la pareja que se trate, descarnadas o dulces, románticas o con un punto de morbo pero lo que sí tienen en común es un grado de toxicidad que va aumentando según el caso. La obra pone sobre la mesa temas como las inseguridades personales y sexuales, los juegos excitantes, la dependencia de los encuentros cibernéticos o el hilo del que pende una cita, en resumen, la complejidad del ser humano.

Todo ello con una mezcla del lenguaje teatral y el audiovisual bastante curiosa que hace a los actores estar concentrados puesto que tienen que dar en todo momento la expresión facial adecuada en cámara cuando están diciendo el texto. El resultado hace al espectador voyeur por partida doble y tiene la opción de ver el escenario o aquello que la cámara capta reflejado en una pantalla.

Tóxicos es un viaje sin concesiones a la intimidad de varias parejas que tienen la característica de no ser una un calco de la otra sino que ofrece un abanico emocional en diversas tonalidades, del suave al crudo pero no se está inventando nada, cada persona es un mundo y cada pareja, también 

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