viernes, 2 de febrero de 2018

"C'est la vie": La trastienda de una boda

En una celebración no puede faltar ni fallar ningún detalle. La mayoría de la veces los invitados disfrutan del evento sin percance alguno, pero, para que todo esté a punto, hay un grupo de profesionales detrás de todo. Los directores y guionistas Eric Toledano y Olivier Nakache, responsables del filme rompetaquillas Intocable (2011), toman una boda y su preparación y desarrollo como tema central de su último filme: C'est la vie. Una de sus principales virtudes es que tiene un humor muy conseguido, con un ritmo muy logrado y donde los protagonistas son el mencionado grupo de profesionales, en este caso de una empresa que ofrece un pack completo: camareros, cantante, fotógrafo, decoradores etc...

El guión de Toledano y Nakache está lleno de gags de todo tipo, pero a un servidor le han llamado la atención los relacionados con las aplicaciones del teléfono móvil. Precisamente, en ese sentido, tienen la virtud de repetir un gag pero sin cansar porque, sirviéndose del mismo elemento, lo varían en cada ocasión y eso evita el desgaste. A nivel de dirección, la parte de los preparativos está muy conseguida porque transmite el caos y las prisas de una manera muy creíble, añadiendo contratiempos de última hora y las relaciones entre los distintos miembros del equipo de trabajo. Si bien algunas situaciones pueden resultar exageradas o puede parecer increíble que todo lo que pasa en la película ocurra en la realidad, un servidor no considera que se hayan mostrado cosas fuera de lo normal, porque, como se ha mencionado antes, los invitados disfrutan y no saben nada de lo que ocurre en el backstage, por llamarlo de alguna manera.

Toledano y Nakache aciertan también en la elección del conjunto de actores, donde destaca en primer lugar y sin ninguna duda Jean-Pierre Bacri, un gran veterano popular por sus trabajos como actor y guionista junto a Agnés Jaoui en títulos como Para todos los gustos (2000) o Como en las mejores familias (1996). Aquí da vida al jefe de todo el equipo y es el responsable de que todo salga bien, demostrando que el tempo cómico lo domina a la perfección. A continuación a un servidor le ha sorprendido gratamente el trabajo de Eye Haidara, como la mano derecha de Bacri en la organización de la boda. Su fuerte temperamento le hace también merecedora de muy buenas escenas.

Siendo un reparto muy compacto y cohesionado interpretativamente hablando un servidor también destaca al fotógrafo inicialmente enemigo de los móviles que interpreta Jean-Paul Rouve en cuya carrera destacan, por ejemplo, Largo domingo de noviazgo (Jean-Pierre Jeunet, 2004) o La vida en rosa (Olivier Dahan, 2007) y tiene con Bacri algunas de las mejores escenas de la película. También destacan las actuaciones de Gilles Lellouche (cómplice de Guilliaume Canet en títulos de éste de actor, también de director como No se lo digas a nadie o Pequeñas mentiras sin importancia) en la piel del cantante que amenizará el convite y con una publicidad algo llamativa, de Benjamin Lavernhe (visto en nuestra cartelera en títulos como Pastel de pera con lavanda o Jacques, donde daba vida a uno de los hijos de Cousteau) interpretando al futuro esposo, que destaca por ser algo excéntrico, con una idea que propiciará un gag de altura, y de la veterana Hélène Vincent, vista en títulos imprescindibles como Tres colores: Azul (Krzysztof Kieslowski, 1993) encarnando a la madre del novio, que tendrá un sorprendente comportamiento que incrementará la comicidad de la trama. 

La música tiene de nuevo un papel fundamental, con un ritmo que va acorde con la velocidad de la película a la que hay que añadir canciones muy conocidas como Can't take my eyes off you (popularizada, entre otros por Gloria Gaynor o Se bastasse una canzone de Eros Ramazzotti Por su parte, el vestuario de Isabelle Pannetier resulta vistoso, sobre todo en un disfraz que han de llevar los camareros, acorde con la época del caserón donde transcurre la boda.

C'est la vie es una comedia amable, que busca la risa del espectador con inteligencia y sin cargar las tintas sobre temas polémicos. Es agradable de ver aunque unos minutos menos, en opinión de un servidor, le hubiesen venido mejor al resultado final.   

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