lunes, 4 de junio de 2018

"Basada en hechos reales": En busca de inspiración

El pánico al folio en blanco es algo que le ocurre a muchos escritores a la hora de escribir una nueva novela tras una anterior que ha sido un gran éxito. Roman Polanski vuelve a dirigir cuatro años después de La venus de las pieles (2013) para ofrecer una retorcida y enmarañada historia sobre este tema.

Especialista en crear intriga y sorprender, Basada en hechos reales, por el desarrollo de la historia, es (a juicio particular) una obra menor del director polaco si la comparamos no ya con esa obra maestra que es La semilla del diablo (1968) sino con una película más reciente en su filmografía, El Escritor (2010), que protagonizaron Ewan McGregor y Pierce Brosnan y, como indica el título, con la escritura como tema común.

En el caso de Basada en hechos reales, Polanski coescribe el guión junto a Olivier Assayas (otro director con una tendencia actual por las historias extrañas como demostró en Personal Shopper) adaptando una novela de la escritora francesa Delphine de Vigan. Desconociendo la novela de la que parte, lo que hay sin duda es un juego de espejos al llamar a la escritora de la película con el mismo nombre que la escritora real autora de la novela base.

El filme plantea un esquema típico de historia con personaje invasivo con buenas intenciones aparentes y cuya relación con la otra persona se va agriando hasta llegar a unos límites casi mortales. La búsqueda de la inspiración toma aquí tortuosos caminos, con una resolución que mezcla sorpresa con extrañeza y además con un referente claro del universo creativo de Stephen King, a saber, escritor, impedido físicamente... no hace falta más para saber el título al que un servidor se refiere.

La intrincada trama hay que admitir que está bien llevada por las dos actrices protagonistas, siendo Eva Green la que deslumbra desde el primer momento en el que aparece en pantalla. Tiene una mirada y una expresión, además de una apariencia exterior absolutamente magnética y confirma su evolución como actriz desde su sonado debut en Soñadores (Bernardo Bertolucci, 2003). 

Por su parte, Emmanuelle Seigner, esposa y musa de Polanski desde que rodasen Frenético (1988) encarna a la escritora en una evolución donde pasa de ser eclipsada por Green en todos los aspectos a ella jugar sus cartas, en un juego perverso de aprovechamiento mutuo. Eso salva un poco la historia porque la entrada del personaje de Green en la del de Seigner no se entiende en un primer momento, ya que ocurre todo muy rápido, sin apenas explicaciones y, ante algunas actitudes y acciones de Green resulta desconcertante la razón por la que Seigner no la echa de casa a la primera.

Por otra parte, un servidor considera que Polanski desaprovecha al personaje que defiende con profesionalidad Vincent Perez. El inolvidable La Mole de La reina Margot (Patrice Chéreau, 1994) tiene un rol secundario que, si no existiese en la trama, un servidor considera que tampoco hubiese variado mucho el resultado final.

Con una sugestiva música del multipremiado Alexandre Desplat y una correcta fotografía de Pawel Edelman, colaborador habitual de Polanski desde El Pianista (2002), Basada en hechos reales habla de los extraños vínculos entre los seres humanos, donde la dependencia y la dominación puede cambiar de manos en el momento más inesperado, sobre todo si se tiene un propósito, como sacar un libro al mercado, como ocurre en este caso. Siendo Polanski en el está detrás de las cámaras se esperaba algo mejor con estos ingredientes.

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