viernes, 14 de septiembre de 2018

"Un océano entre nosotros": Peculiar odisea

Hay personas que realizan proezas y otras que se quedan en el intento con el fin de cumplir un sueño, quizás, por adquirir reconocimiento público, o como un servidor quiere creer, para superar sus ansiedades y aliviar sus frustraciones vitales y profesionales. Una de estas personas que encajarían en tal descripción sería Donald Crowhurst, quien, en 1968, se propuso dar la vuelta al mundo por vía marítima sin escalas.

Esta es la historia y el personaje central, basada en hechos reales, de Un océano entre nosotros, película dirigida por el británico James Marsh tras la premiada La teoría del todo (2014), por la que Eddie Redmayne obtuvo merecidamente el Oscar por su interpretación dando vida a Stephen Hawking.

Ahora cuenta con varios ases de la interpretación de su país para dar vida a Crowhurst y otras personas que compartieron su aventura de una u otra manera. El soñador protagonista tiene los rasgos de Colin Firth, quien demuestra su profesionalidad y versatilidad, algo que sus seguidores conocen para. El ganador del Oscar por El discurso del rey (Tom Hooper, 2010) recurre a todas sus habilidades interpretativas para reflejar todos los aspectos de Crowhurst. Sus anhelos, dudas y, sobre todo, la manera en que afronta la toma de una decisión que moralmente no es correcta, son mostrados claramente, aparte de un deterioro físico y psíquico a medida que pasan los días en su barco para lograr el mencionado propósito.
Por otra parte Rachel Weisz está muy convincente como la mujer del protagonista dejando un mejor sabor de boca a un servidor que el que le dejó en Disobidience (Sebastián Lelio, 2017). En esta película vuelve la Weisz que fascinaba y confundía en Mi prima Rachel (Roger Michell, 2017) y que ganaba el Oscar por El jardinero fiel (Fernando Meirelles, 2005). En Un océano entre nosotros tiene momentos familiares muy tiernos pero donde demuestra ser una la gran actriz, es en una declaración ante la prensa en una de las últimas escenas del filme.

Otro actor que destaca por mérito propios es David Thewlis. El célebre Remus Lupin de la saga Harry Potter y que se ha visto recientemente el universo DC comics con sus intervenciones en Wonder Woman (Patty jenkins, 2017) y La Liga de la Justicia (Zack Snyder, 2017) da vida al agente de prensa contratado por Crowhurst para que dé cuenta de los progresos del viaje, lo cual supone una nueva colaboración con Marsh tras La teoría del todo.

Un servidor ha destacado la parte interpretativa porque, a nivel de guión, es donde este estimable filme hace, nunca mejor dicho, aguas. Cuenta la historia a veces de manera acelerada en el tramo inicial, pasando los meses muy rápido y, una vez que se centra en la travesía del personaje de Firth acierta a ratos alternando sus peripecias en solitario con flashbacks de su vida en familia y acciones paralelas de su mujer, sus hijos y la prensa siguiendo sus progresos, recordándole a un servidor la serie de dibujos animados La vuelta al mundo de Willy Fog (1981-84).

La película incide en la repercusión mediática primero local y luego nacional de un acontecimiento que puede reportar a Gran Bretaña un nuevo héroe nacional pero, sobre todo, deja constancia de cómo es posible engañar al carecer de los adelantos tecnológicos actuales para las comunicaciones.

Un océano entre nosotros  es un filme lleno de buenas intenciones y con un correcto diseño de producción donde destaca la música del malogrado Jóhann Jóhannsson, contando, además, con un final inesperado para quien, como un servidor,  no conozca la historia real de antemano, pero los altibajos narrativos perjudican al conjunto a pesar de las logradas interpretaciones de los actores mencionados , y otros por supuesto. Es un filme correcto pero que podría haber estado mucho mejor.  

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