"La aparición": Lo que el milagro esconde

Dentro del cine de temática religiosa existe un subgénero minoritario centrado en apariciones de la Virgen María que, precisamente, tienen su base en hechos reales acaecidos en lugares que son a día de hoy destino de miles de peregrinos. Las películas que un servidor más recuerda a este respecto son: La canción de Bernadette (Henry King, 1943) por la que Jennifer Jones ganó el Oscar dando vida a la joven francesa que en Lourdes a mediados del siglo XIX tiene la mencionada revelación, y La señora de Fátima (Rafael Gil, 1951) con Fernando Rey en el reparto y donde se narra la aparición en la población portuguesa del título a tres niños en 1917. 

Precisamente una aparición de la Virgen María es el centro,de, valga la redundancia, La aparición, que un servidor tratará en esta crítica. Se trata de la nueva película del director Xavier Giannoli, que dejó un buen sabor de boca con Madame Marguerite (2015), con Catherine Frot, inspirada en la historia real que dio a su vez lugar al filme Florence Foster Jenkins (Stephen Frears, 2016) protagonizada por Meryl Streep y Hugh Grant.

La aparición es una película totalmente distinta temáticamente hablando. Giannoli cuenta con Vincent Lindon, al que se pudo ver hace poco en la infumable Rodin (Jacques Doillon, 2017), para dar vida en esta ocasión a un periodista que es reclamado por Vaticano para, junto a un grupo de expertos de distintas profesiones, determinar lo que hay de cierto en una aparición mariana a una joven novicia y que ha causado un numeroso peregrinaje al lugar donde ha ocurrido.

No se puede negar que Giannoli controla técnicamente todos los aspectos del filme con una espléndida fotografía de Eric Gautier. Tampoco el que los actores están bien dirigidos con un Lindon muy sobrio pero marcado física y emocionalmente por un hecho del que el espectador es conocedor justo al principio del filme. El actor, que acaba de rodar, En guerre, con el director Stéphane Brizé, que lo ha dirigido en éxitos como Mademoiselle Chambon (2009) o, sobre todo, La ley del mercado (2015) se muestra contenido, con casi inexpresividad pero se le puede achacar al traumático acontecimiento que ha vivido y que le marca en sus relaciones con los demás, ya que tiene una herida interior abierta.

Por otro lado es un acierto la elección de Galatéa Bellugi para encarnar a Anna, la "elegida". Esta actriz posee una mirada y una expresividad que hace que, por ejemplo. un interrogatorio, no se haga largo gracias a la manera de decir las frases y a lo que transmite con sus ojos. Bellugi, protagonista del filme 9 meses (Guillaume Senez, 2015) y presente en el reparto de Reparar a los vivos (Katell Quillévéré (2016) y a la cual veremos junto a Isabelle Huppert en el filme Une jeunessse dorée de Eva Ionesco, expresa muy bien el sufrimiento interno del personaje, un elemento del que se van sabiendo las causas pero que enmarañan la historia a mitad de la misma. Conocer el pasado de Anna conlleva saber algunos aspectos de su vida que no atañen a lo religioso a priori, pero lo que sí se transmite es una compasión por el personaje, con una carga muy pesada y que soporta con fe y resignación auto impeusta sobre su destino.

Sí se puede destacar también cómo Giannoli critica el beneficio que sacan los miembros de la Iglesia de estos acontecimientos con un merchandising tremendo y una movilización mediática importante incluso admitiendo que ciertas reliquias no tienen el reconocimiento de autenticidad. En ese sentido la película no se corta un pelo.

La duración, más de dos horas y cuatro, es el principal defecto de esta película que ahonda en el sufrimiento propio y ajeno. En opinión de un servidor media hora menos hubiese resultado idónea para contar esta historia de cuentas pendientes, secretos, sentimiento de culpa y responsabilidades voluntariamente adquiridas, realizando un sacrificio que conmueve. Además la aparición es una excusa para saber otra cosa, donde el milagro tiene su importancia pero llega un momento en que queda en un segundo plano, importando más unas decisiones vitales con el fin de ayudar a un ser querido.