miércoles, 23 de noviembre de 2011

El Teatro Quintero recibe de nuevo la visita de "El Brujo"

El gran actor Rafael Alvarez "El Brujo" vuelve a pisar las tablas del Teatro Quintero, como ya hiciera en mayo de este mismo año con El Testigo, de Fernando Quiñones. En esta ocasión, el actor nacido en Lucena (Córdoba), trae un montaje titulado Una noche con El Brujo donde rememora textos muy significativos para él de autores clásicos españoles como Quevedo, Cervantes, Fray Luis de León o Santa Teresa de Jesús. La obra, que estará en Sevilla del 2 al 4 de diciembre, fue presentada ayer por el intérprete y Jesús Quintero.
Jesús Quintero, con Rafael Alvarez El Brujo en la rueda de prensa
Con respecto a Una noche con El Brujo, el actor afirmó que es "el espectáculo donde hablo más de mí mismo, de forma absolutamente personal. Hablo de mi vocación por el teatro, de mi relación con los clásicos, de la primera vez que oí el nombre de Santa Teresa de Jesús, en el colegio". En lo referente a la estructura dramática "El Brujo" afirmó que en esta obra "no hay guión, es libre, hay un repertorio que yo tengo de anécdotas, sucesos, gags, que yo ensamblo en función de cómo va el tema. Tengo un esquema en la cabeza pero el espectáculo es improvisación sobre un tema matriz libre". 

Durante la rueda de prensa, Rafael Alvarez "El Brujo" avanzó su próximo proyecto, La Odisea de Homero, un texto al que se enfrenta según sus palabras, "porque es un anhelo de conectar con los grandes textos de la literatura inmortal, y por un deseo de decir algo en el escenario que a mí me alimente, ya que ese texto es un reflejo de un mundo donde la belleza era algo muy importante".

El actor aseveró a su vez, preguntado por la valoración de los autores clásicos españoles en España, como Shakespeare por los ingleses, que "no era así, por una cuestión derivada de los planes de estudio". Para ejemplificar esta afirmación se sirvió de una experiencia familiar, contando que él tiene una hija "que estudió en Italia donde estudiaban durante tres años La Divina Comedia de Dante como una asignatura más, como si aquí pusieran una asignatura sobre El Quijote o el teatro de Lope de Vega".

Sobre el futuro insistió que este es un momento muy bueno para crear proyectos y desarrollar iniciativas, ya que, aseveró que "el camino va a ser de la gente que quiera redescubrir  una ilusión nueva". Sobre su profesión afirmó que, para un actor "es muy bueno no saber si va a venir gente o no al teatro", siendo algo que le está haciendo "amar más mi profesión".

Tras la intensa e interesantísima rueda de prensa Rafael Alvarez "El Brujo" contestó amablemente a una serie de cuestiones para este blog.

Pregunta: En este último espectáculo recupera textos de autores clásicos españoles ¿qué los diferencia de los autores de otros países?

Rafael Alvarez "El Brujo": Se me viene a la mente el recuerdo de una frase del pintor Antonio López, que creo que puede definir esa diferencia, aunque él habla de la pintura pero se puede hacer extensivo a la literatura. El dijo que "cuando un pintor italiano pinta la seda, la seda es más seda que la propia seda,  pero cuando un pintor español pinta un nabo (la verdura) pinta el universo". Aquí parece que hay más hambre y eso le da un carácter cualitativo a la creación artística y poética de estos escritores del Siglo de Oro, muy especial.

P: En su trayectoria profesional destaca su colaboración con una serie de personas, donde sobresalen, entre otros, José Luis Alonso de Santos o Fernando Fernán Gómez ¿qué destacaría de ellos?

R.A.: Son dos maestros, de dos generaciones distintas, y de los que aprendí mucho, tanto de uno como de otro. Más de José Luis porque estuve más cerca de él,  más tiempo con él, con una relación de amistad profunda y de fraternidad durante unos años. Y también con Fernando Fernán Gómez, porque sabía mucho y pude trabajar con él en varias ocasiones, además de hablar con él, estar en su casa, verlo dirigir, hablar de teatro...

P: ¿Considera La taberna fantástica de Alfonso Sastre un punto de inflexión en su carrera?

R.A.: Totalmente. Si no hubiese sido por La taberna fantástica no sé qué hubiese sido de mí, porque me abrió las puertas para trabajar en el teatro, en el cine y en la televisión. Para mí supuso un cambio radical en mis perspectivas en este trabajo.

P: Ahora prepara La Odisea, ¿se puede decir que es un actor que se atreve con todo?

R.A.: No es una cuestión de atrevimiento. Yo no lo veo como un reto. Son textos que te llaman y se sigue ese instinto, esa intuición, por alguna razón te mete ahí...

P: ¿Qué tiene el teatro para que haya trabajado más en él que en el cine  y la televisión?

R.A.: Francamente, no es una elección que yo haya hecho, porque la vida te lleva por determinados caminos y a mí, por alguna circunstancia, me ha marcado más  el teatro,los éxitos que he hecho en el teatro, la demanda que tenía en el teatro era más fuerte que la demanda en el cine o la televisión. El cine poco. La televisión tampoco mucho pero sí que ha sido la catapulta para que yo pudiese desarrollar mi trabajo en el teatro.

P: De hecho, es muy recordada su participación en la serie Juncal ¿qué recuerdos le vienen de esa serie tan querida y de su protagonista, Paco Rabal?   

R.A.: Paco Rabal fue un padrino, un protector, una especie de padre. Me apoyó, me dio su cariño, su amistad, y toda la gente integrante del equipo, el director, Jaime de Armiñán. Fue muy agradable rodar aquí, en Sevilla, y en Córdoba Fue una etapa que recuerdo como un regalo para mí. Fue una suerte, me tocó la lotería con toda esa gente.

P: También destaca su participación en la serie Brigada Central de Pedro Masó ¿cómo fue la experiencia de rodar una serie policiaca española, que no era muy habitual en esos años, a finales de los 80?

R.A.: Tuve una participación pequeña, pero Pedro Masó la cuidó mucho. También me recibió con mucho cariño. Lo disfruté, ya que trabajé con gente a la que profesionalmente estimo como Imanol Arias, o un gran maestro como era José María Rodero, y también Assumpta Serna.

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