miércoles, 11 de abril de 2012

La Compañía Atalaya-TNT trae a Sevilla su visión de "La Celestina"

La Celestina, una de las obras emblemáticas de la literatura española, podrá "verse" desde un patio de butacas gracias a la Compañía Atalaya-TNT, fundada en 1983, cuyo creador, Ricardo Iniesta, ha adaptado y dirigido. Estrenada en  marzo  en el Teatro Calderón de Valladolid, la obra, con el título de Celestina. La Tragicomedia, recala en Sevilla, concretamente en el Teatro Lope de Vega, desde mañana hasta el domingo 22 de abril, exceptuando los días 16 y 17. Tras estas dos semanas en la capital hispalense el montaje irá a Palma de Mallorca, a festivales como los de Olmedo, Cáceres, Alcalá, Niebla o Almagro y luego viajará a Latinoamérica.
Presentación de Celestina. La Tragicomedia     A.Reche Selas

La obra de Fernando de Rojas, publicada en 1499, y que, como se encargó de recordar Iniesta en la presentación a los medios, "la segunda edición se hizo en Sevilla en 1501", cobra vida en la piel de un grupo de actores encabezado por Carmen Gallardo, en el papel de la famosa alcahueta. Gallardo e Iniesta estuvieron acompañados en la presentación a los medios por el director del Teatro, Juan Víctor Rodríguez Yagüe, y por los actores Silvia Garzón (Melibea) y Raúl Vera (en el doble papel de Calixto y Pleberio). El reparto se completa con Jerónimo Arenal, Manuel Asensio, Lidia Mauduit y María Sanz.

Iniesta manifestó su entusiasmo por este montaje porque, después de acercarse a autores como Shakespeare con Ricardo III, Bertolt Brecht, Lorca o Valle-Inclán afirmó con rotundidad que "Fernando de Rojas es un maestro porque para mí es único el tratamiento y el retrato que hace de los personajes, nadie los ha tratado con esa perfección y cantidad de matices como Fernando de Rojas". En esta línea equiparó el personaje de Celestina a otros grandes como Hamlet y Medea

Celestina es un ejemplo más de los personajes pícaros que poblaban la literatura castellana de aquellos siglos como Lázaro de Tormes o Rinconete y Cortadillo. De hecho, su más directo antecedente es el personaje de Trotaconventos de El Libro de Buen Amor, escrito por Juan Ruiz, Arcipreste de Hita en el siglo XIV. Según Iniesta estas obras fueron posibles porque "en esos años no había llegado el peso  de la Iglesia que se impone en el Barroco, son obras, también El Quijote, que vienen de todo lo que ha sido la Edad Media, una época de mucho más libertinaje que en el Renacimiento y el Barroco".

Como anécdota Iniesta reveló que en 1952 estuvo a punto de prohibirse La Celestina. Iniesta calificó esta obra de "revolucionaria, no sólo en la forma sino también en el contenido". Iniesta va mas allá aseverando que "uno piensa cómo no quemaron vivo a Fernando de Rojas, pero él tuvo la picaresca de presentar el texto como anónimo"

La Celestina, según Iniesta, "es teatro pero se escribe para ser leída. Tiene 66.000 palabras y eso equivale a más de ocho horas de representación. La hemos reducido a una hora y cuarenta minutos,  y se han realizado 142 ensayos, batiendo el récord de Atalaya, a lo que habría que sumar los seis meses que estuve haciendo la adaptación para dejar el texto en diez mil y pico de palabras". La obra es "el fracaso del individualismo".

Iniesta cedió la palabra a los actores, reivindicó a Carmen Gallardo, de quien recordó que un crítico dijo que Gallardo no tenía nada que envidiar a Jeanne Moreau, quien encarnó en Avignon a Celestina en una versión completa dirigida por Antoine Vítez en 1989 y que  Gallardo fue elegida, en 1986, Actriz  Revelación, por su trabajo en Así que pasen cinco años de Federico García Lorca.

Carmen Gallardo consideró La Celestina como "un reto, porque es la primera vez que me enfrento a un texto tan largo, pero es un texto tan brutal y bonito que es imposible que te lo pases mal sobre el escenario. Es un  personaje muy rico en matices porque con cada uno de los personajes tiene una relación muy diferente, ya que lo que le interesa es el dinero". El público también recibe guiños.

Por su parte, Silvia Garzón destacó la dureza del trabajo grupal que se ha hecho porque "se investiga mucho, no es una búsqueda simple, es un viaje". Su personaje, Melibea, lo califica como diferente a como lo  recordaba ya que ella y Calixto "son dos adolescentes que quieren conocer el amor loco". Melibea tiene según Garzón, "muchas direcciones, ya que habla a Celestina de una manera pero está pensando cómo hablarle a ella para conseguir algo sin decirlo de una forma directa".

Finalmente Raúl Vera reconoció que "es un regalo que Ricardo me propusiera interpretar a Calixto, era un reto no hacer lo que la gente está acostumbrada a ver, la historia de los dos enamorados cursis, sino que son dos personajes con mucha fuerza también dentro de la obra". Vera destacó que en este montaje también interpreta a Pleberio, recitando un gran monólogo final

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