martes, 26 de junio de 2012

Todos somos Viriato

                              ANÁLISIS DE LA SERIE "HISPANIA: LA LEYENDA"

Ha terminado, a mi modo de ver, una gran serie. Hispania: La leyenda ha demostrado que los esfuerzos en España por realizar productos televisivos de calidad pueden dar buenos frutos. Las series históricas son un gran filón si se saben hacer bien y sin complejos a las comparaciones. En este caso, al estar ambientada en la época del Imperio Romano, la gente suele acordarse de famosos filmes o series recientes extranjeras, pero no hay nada mejor que llevarlo a un terreno propio, la de la narración de la historia de un héroe nacional, cuya vida se encuentra envuelta entre la realidad y parte de leyenda, aunque sí se confirma que fue un hombre que existió y que luchó contra los romanos como ha reflejado la serie.

Aparte de un esfuerzo de producción importante, por parte de Bambú Producciones y que ha dado como resultado una recreación de la época muy creíbles, con unos paisajes espectaculares, el punto fuerte de la serie se encuentra en la calidad de los actores, que se traduce en que, por sus acciones despierten distintos sentimientos. Con su encarnación de Viriato, Roberto Enríquez ha demostrado una capacidad para emocionar extraordinaria: La muerte de Viriato forma parte ya de las imágenes imborrables de la historia de la ficción televisiva española. Viriato necesitaba un físico y una energía que Enríquez ha sabido darle con contundencia, despertando ternura y emoción. Con este personaje se ve que a Enríquez le van muy bien los personajes complejos y con finales trágicos. Su personaje en La Señora, donde curiosamente era "padre" de Manuela Vellés (Elena en Hispania), tenía un final en 14 de Abril. La República igual de trágico pero , pienso que por las características de ese otro personaje, totalmente opuesto al de Viriato, su muerte no fue muy lamentada, como sí lo era la de su personaje en la obra de teatro La Gaviota de Chejov que el actor hizo en 2002-2003 bajo la dirección de Amelia Ochandiano compartiendo escenario con Silvia Abascal y Carmen Elías, entre otros.

Por otro lado, uno de los atractivos de Hispania: La leyenda, eran los romanos cuya crueldad no tenía límites. Lluis Homar como Galba muestra un registro más cruel aún que el que se le pudo ver en Los Borgia (Antonio Hernández, 2006), pero si hablamos de maldad y falta de escrúpulos se lleva la palma los personajes encarnados por Nathalie Poza y Jesús Olmedo, éste último sin ningún tipo de remordimientos a la hora de atravesar el cuerpo de algún enemigo y Claudia (Poza), es un claro ejemplo de poder de manipulación y de momentáneos momentos de debilidad. 
 El resto del reparto está a la altura con Hovic, Juan José Ballesta y Alfonso Bassave como fieles aliados de Viriato y que cumplen como nunca la frase de "juntos hasta la muerte". Iván Sánchez demuestra, con respecto a su personaje que la sangre tira y uno no puede evitar ser lo que se es.

Al término de la serie, uno siente pena por el destino de Viriato y sus amigos, pero con el adelanto del spin off Imperium, nos ha dejado con ganas de saber lo que se cuece en Roma. Estaremos esperando su comienzo, ya que los enemigos ya no se encuentran en un pueblo invadido, sino en "casa".

2 comentarios:

  1. Andrés González-Barba26 de junio de 2012, 15:59

    Aún me queda por ver parte del penúltimo episodio y el último completo pero opina igual que tú, Alejandro. Creo que en España se pueden hacer muy buenas series y éste es un ejemplo claro. Enhorabuena por tu artículo.

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    1. Muchas gracias Andrés, aquí sigo en mi Rinconcillo y comentarios como el tuyo me animan mucho, el tuyo de "Sonrisas y lágrimas" me ha gustado mucho. Un abrazo

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