Ana Milán: "Entiendo que Eva esté enfadada con Wilt"

Ana Milán lleva años siendo un rostro familiar para los telespectadores. Sus personajes en series como Yo soy Bea, Cámera Café o Física o química han calado hondo y sus inquietudes le han llevado a escribir un libro, Sexo en Milán, que se ha convertido en una de las revelaciones editoriales de la temporada pasada y cuyos lectores va aumentando. Con la espontaneidad y sinceridad que le caracteriza, la actriz atendió a este blog tras la rueda de prensa de la obra teatral Wilt: El crimen de la muñeca hinchable, que representa junto a Fernando Guillén Cuervo, Angel de Andrés, Koldo Losada y Aitziber Garmendia en el Teatro Lope de Vega de Sevilla hasta el domingo 14 de octubre. Pasen y lean. 

Con Ana Milán justo antes de entrevistarla   Alejandro Reche Selas

Pregunta: ¿Qué le hizo decantarse por este proyecto?

Ana Milán: Tenía muchas ganas de pisar ya las tablas. Llevaba mucho tiempo sin hacer teatro, ya que llevo los últimos diez años de mi vida encerrada en un plató. También es verdad que los proyectos teatrales que me habían llegado me aburrían un poco, me hacía como dudar, no me apetecía pero cuando llegó Wilt fue perfecto, y al enterarme que iba a estar Fernando (Guillén Cuervo), más perfecto aún y así lo hice, ése fue el detonante.

P: ¿Puede decir que ha llegado a entender completamente a Eva, el personaje que interpreta?

A.M.: Yo defiendo y comprendo mucho a Eva. Entiendo que esté enfadada con Wilt. Claro que lo entiendo: una mujer soñadora si está casada con un hombre gris se apaga y la gente que se apaga se enfada mucho. La he entendido perfectamente y, además, insisto, la defiendo.

P: ¿Considera el encuentro con Marie (interpretada por Aitziber Garmendia) una catarsis para su personaje? 

A.M.: Tal cual, se le abre un mundo de fantasías, donde presupone que ellos (por Marie y su marido Gaston) son ricos, sin prejuicios que le va a permitir a ella volar un poco. Es una catarsis absoluta para Eva, aunque después no salga del todo bien.

P: Usted se ha hecho popular por sus papeles televisivos, por lo tanto, no es de las que considera a la televisión un medio menor...

A.M.: A mí me encanta la televisión, probablemente si me obligaran a elegir entre teatro, televisión o cine, me quedaba con la televisión. No es un medio menor. Es un medio estupendo, muy a tener en cuenta. Yo particularmente prefiero una serie normal a una película regular. Prolongar un personaje en el tiempo y verlo crecer...En absoluto es un medio menor. Además, muchos de los actores que lo consideraban un medio menor ahora viven de él. Me parece que en España se está haciendo una ficción de muchísima calidad y de la que yo particularmente estoy muy orgullosa. Después el público decide si lo quiere ver o no pero aquí no se ha hecho nada indigno. Además, si la comparamos con la ficción norteamericana, a mí lo que me gustaría, sin despreciarla, yo ahora sigo The Newsroom por ejemplo, sería darles el presupuesto que hay en España y los tiempos en que se hacen aquí las series a uno de los directivos de HBO, a ver qué les salía. Seguro que también les salía bien pero a lo mejor no salía Frasier, ya que cuenta con quince días para cada capítulo. Nosotros hacemos hasta setenta minutos, que es hacer una película a la semana. Insisto, yo estoy muy orgullosa de la ficción de este país.

P: Se está mostrando como una persona polifacética con el éxito de su libro Sexo en Milán ¿siempre hubo en usted una escritora o han sido las circunstancias?

A.M.: La verdad es que se han roto todos los esquemas, incluido el mío, que no me lo esperaba. Escribir Sexo en Milán estaba más en mí...Yo no me considero escritora, no me atrevería a decir que lo soy. Ser escritora es algo muy serio y comprometido.