sábado, 27 de octubre de 2012

El circo mediático alrededor de Ana Ozores

                                CRÍTICA TEATRAL: LA REGENTA

Leopoldo Alas Clarín publicó La Regenta en dos volúmenes en 1884 y 1885 y construyó una trama que ha encandilado a lectores de varias generaciones, llegando hasta nuestros días con toda su fuerza y vigencia. Tal es así, que la idea de trasladar la trama hasta nuestros días tiene una coherencia absoluta. Eso es precisamente lo que los responsables de la adaptación teatral que se pudo ver hasta ayer en el Teatro Lope de Vega de Sevilla han hecho con pleno acierto.

Marina Bollaín y Vanessa Montfort han dado en la diana al ubicar la historia en un plató televisivo, concretamente el de un programa "del corazón". El adulterio de Ana Ozores con el seductor Alvaro Mesía tiene todos los ingredientes de los contenidos rosas de la televisión actual: terceras personas implicadas, pasiones ocultas, traiciones, conspiraciones y sobre todo mucha envidia, demostrada en los testimonios de los personajes.

La adaptación, dirigida con pulso firme por Bollaín, ofrece unas ingeniosas variaciones, como la profesión de algunos personajes, y combina pasajes totalmente reconocibles de la novela con un lenguaje actual que expresa con mayor claridad lo que piensan y sienten los protagonistas de la historia. Así, por ejemplo, el mostrar a Fermín de Pas como un psicólogo en lugar de como un sacerdote posibilita que pueda decir con todas sus letras lo que en la novela oculta por su condición.

Un párrafo aparte merecen las interpretaciones: Mariona Ribas está soberbia como Ana Ozores, el foco de atención mediático al ser una famosa con una vida ejemplar, aparentemente, casada con un hombre mayor que ella. Los momentos en los que muestra sus tormentos internos ante la seducción de Mesía o la dependencia del psicólogo son ejemplos de la lograda composición que hace la actriz.

Víctor Quintanar, el marido de Ana, está interpretado por Alberto Vázquez con nitidez, exponiendo con naturalidad y gracia el problema sexual del personaje. David Luque, como el psicólogo Fermín de Pas, dota a su personaje de total transparencia con respecto a sus verdaderos sentimientos y Raúl Sanz compone a Mesía con el tono justo para retratar a los seductores seguros de su éxito.

Mariona Ribas y David Luque durante la representación
Dos cambios de roles llaman la atención en esta versión: Visitación es el amigo gay de Ana y Paula es mujer de Fermín en lugar de su madre, ambos personajes interpretados brillantemente por Angel Savín y Paca López respectivamente.

Por otro lado, la idea de cambiar el rol de Petra, sirvienta de Ana Ozores, a presentadora del programa de cotilleos El show de Petra es una genialidad, así como la interpretación de Chiqui Fernández, con formas de actuar muy reconocibles de los conductores de este tipo de programas.
 
La transición a distintos pasajes de la historia está hecha con naturalidad dentro de las convenciones del teatro, pero siempre teniendo en cuenta el hilo del programa que se está emitiendo, con sus largos intermedios, llamadas en directo para aportar testimonios o vídeos exclusivos. 

Todo lo mencionado hizo reír al patio de butacas por reconocer lo que está viendo en escena. Por eso esta versión de La Regenta funciona como un reloj. Es una historia de una actualidad asombrosa aunque fuera concebida en el siglo XIX y este montaje teatral se merece todos los aplausos por innovador e ingenioso a la hora de acercar la novela de Clarín a los espectadores del siglo XXI.

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