jueves, 25 de octubre de 2012

Mariona Ribas: "Los personajes de 'La Regenta' quieren demostrar que Ana Ozores no es tan perfecta"

Mariona Ribas es una actriz con un rostro muy reconocible gracias a sus intervenciones en series como El cor de la ciutat, El Internado, Hospital Central o La República pero también demuestra su valía sobre las tablas de un teatro. Precisamente en uno, el Lope de Vega de Sevilla, la actriz concedió una entrevista a este blog con motivo de la representación  hasta el viernes 26 de octubre, de La Regenta donde da vida a la protagonista imaginada por Leopoldo Alas "Clarín", Ana Ozores, en una versión ambientada en la actualidad coescrita y dirigida por Marina Bollaín. Sobre este montaje, su personaje, otros trabajos anteriores y dos actores sevillanos, Mariona Ribas nos habla a continuación (sin preguntas rosas, que ésas ya las contestará en escena). 
Con Mariona Ribas tras la entrevista                                Alejandro Reche

Pregunta: ¿Cómo llega a este proyecto teatral?

Mariona Ribas: A mí me llamó mi representante, diciéndome que había una propuesta de audición para un montaje que iba a dirigir Marina (Bollaín) y producir Eva (Paniagua). Me mandaron el texto, el cual valoramos muy positivamente. Por suerte tuve dos semanas enteras para preparar la audición, la cual era muy arriesgada: o lo dabas todo o no llegabas, y había que ir sin ningún tipo de miedo. Me preparé y documenté todo lo que pude porque tampoco tenía mucho tiempo ya que  en ese momento estaba en activo rodando la segunda temporada de La República. Hice luego una segunda audición y salió, esto fue en octubre y el proyecto lo empezamos en enero.

P: ¿Considera a Ana Ozores, el personaje que interpreta, víctima de los demás o también de ella misma?

M.R.: Sí, es cierto que es víctima de los demás y de ella misma. Ana Ozores tiene una infancia deconstruida emocionalmente, no tiene una personalidad definida porque es una persona falta de muchas figuras importantes en la vida como es la madre. Además es hija única y el padre no se entera de casi nada de lo que a ella le ocurre y entonces la educación de su alma y como persona está en manos de un colegio irlandés católico y su infancia está muy marcada por estos valores. Al morir su padre se casa muy joven con Víctor Quintanar, mucho mayor que ella, que se lo presenta un amigo, y ella considera que es una persona inteligente y muy agradable. Ana además no conoce la pasión sexual al estar restringida desde la infancia y al casarse con Quintanar tampoco. Por eso el deseo lo empieza a sentir cuando ve a Alvaro Mesía. También es una persona que decide delegar las decisiones a los demás admitiendo que no sabe valerse en la vida. Es muy victimista, se lamenta mucho de cómo la gente la trata, de la mala suerte que ha tenido.

P: ¿Una de las moralejas del texto de Clarín es que tienes que tener mucho cuidado con la gente de la que te rodeas porque cualquiera puede apuñalarte por la espalda?

M.R.: Hay muchas lecturas pero creo que esa es la principal o una de las principales. En nuestra versión hay más como es la que afecta a los medios de comunicación pero la esencia es la misma.

P: Ana Ozores es alguien que cae una trampa preparada por todo el mundo que la rodea...

M.R.: Sí, además, por intereses propios de cada uno de ellos. Termina siendo un interés común pero luego cada uno tira para su propio lado. Por ejemplo, Visitación (el amigo gay en esta versión) ¿qué saca de que Ana sea seducida por Mesía si Visitación también siente atracción por Mesía? Simplemente desmontar a Ana Ozores, como ocurre con algunos personajes famosos en la actualidad, ya que la perfección, la educación exquisita y el saber estar generan rabia pero son envidias mal gestionadas. Lo uńico que importa es que esta señora se desmonte y demostrar que no es tan perfecta. Buscan su talón de Aquiles. Ana Ozores fue diagnosticada a posteriori de padecer histeria de conversión. Soy estudiante de psicología y lo descubrí en unos apuntes dos días antes del estreno de esta función. Era algo que afectaba sólo a las mujeres. Preocupaba desde siempre a los psicólogos y deseaban curarla. El tema es que la represión sexual severa tiene consecuencias y es uno de los orígenes de la histeria de conversión, algo que Ana Ozores tiene sin saberlo. Por eso ella se desmaya, tiene pesadillas, pierde el sentido, oye voces, todo ello son síntomas de la histeria de conversión.

P: Echando la vista atrás en su carrera, destacan personajes con mucha seguridad, como en La República o El Internado. ¿Es algo que los directores de casting perciben en usted?

M.R.: No lo sé. Pero por ejemplo, cuando encarné a Lourdes Arroyo, la mujer de Mario Conde en Los días de gloria, que aún no se ha visto, el director, Salvador Calvo me dijo: "He visto tu trabajo en La República, me gusta la seguridad que transmites pero vamos a hacer todo lo contrario. Quiero desmontar esto y ver a una Lourdes Arroyo sufridora, vulnerable, que ama sin más, quiero algo blanco". Me gustó el reto porque podía haber elegido a alguien que por trayectoria le hubiese dado lo que pedía de primera mano. En La Regenta pasó lo mismo. Marina quería eliminar toda esa seguridad.

P: Se encuentra en Sevilla y en La República usted ha trabajado con Félix Gómez y Verónica Sánchez, nacidos aquí ¿Cómo califica la experiencia de trabajar con  ellos?

M.R.: Una experiencia muy enriquecedora. Con Verónica tuve menos interacción pero se compensó con  una bonita relación de compañerismo. Me acogieron con los brazos abiertos. Son dos compañeros maravillosos como también lo son Alejo Sauras o Cristina de Inza. Hicimos un trabajo muy de equipo, ya que es muy delicado. Se trabaja con un material tan sensible como lo son las emociones y hay momentos muy difíciles. Precisamente con Félix ocurrió eso. Ambos atravesamos momentos complicados de escenas, como actores y como personajes. El fue un gran apoyo. Fue mi primer proyecto como protagonista y él y los demás me han llevado de la mano. Con Félix además se hizo un gran trabajo de mesa para construir la relación entre nuestros personajes, Fernando de la Torre y Mercedes, a lo largo de treinta capítulos. Ha sido una labor de equipo. Cada uno dice su texto pero siempre dicen que un actor no vale para nada si la persona que le da la réplica no está de su parte. Con Félix encontré una manera común de trabajar. Tener una persona como él, ya que era con quien tenía el noventa por ciento de las escenas, que mira como mira Félix, que se entrega con una gran profesionalidad  y trabaja hacia afuera, cooperante, ha permitido que se llegase a la excelencia y al grado de exigencia que tenía La República

No hay comentarios:

Publicar un comentario