jueves, 4 de octubre de 2012

Tiempo de picaresca con "El Buscón" de la mano de Alfonso Zurro

El Teatro Lope de Vega inaugura hoy las representaciones teatrales de la temporada con una versión de El Buscón de Francisco de Quevedo que ha puesto en pie la Compañía Teatro Clásico de Sevilla. La obra se estrenó en Granada y ha pasado por los festivales de Teatro Clásico de Almagro, Niebla, Alcalá de Henares etc...

El Buscón es uno de los mejores ejemplos de la novela picaresca española y ha sido adaptado para ser visto por el público de un teatro gracias a la versión y la dirección llevadas a cabo por Alfonso Zurro y un grupo de actores encabezado por el joven Pablo Gómez-Pando (que encarna al protagonista), además de Antonio Campos, Mª Paz Sayago, Juan Motilla (también productor), Manuel Rodríguez, Paqui Montoya y Manuel Monteagudo. La obra estará en cartel hasta este domingo, 7 de octubre.
El equipo de El Buscón                              Alejandro Reche
En la rueda de prensa Juan Motilla destacó que levantar esta obra "fue un reto, porque es una producción fuerte". Motilla ensalzó la labor de Alfonso Zurro, del grupo de actores, "una familia", como él mismo los definió, y la labor en la escenografía de Curt Allen

Por su parte Alfonso Zurro destacó la complejidad de la novela de Quevedo "porque no tiene una línea dramática clara, sino que se narran una serie de sucesos y aventuras que le va ocurriendo al personaje, que parece que no progresa, además hay muy pocos conflictos, que es lo que nos interesa a la gente del teatro".

Una de las características destacables de esta versión teatral de la obra es su desdoblamiento temporal desarrollándose la acción tanto en el siglo XVII como en la actualidad. Todo ello para "ver la picaresca desde hoy" en palabras de Zurro, quien señaló que durante el proceso de creación de la dramaturgia "salieron sobre el papel cincuenta y nueve personajes más El Buscón, que debe desenvolverse en todas las escenas y debe cambiarse treinta veces de vestuario".

Antonio Campos intervino para destacar que "el trabajo actoral es muy gratificante, estamos muy pendientes de los cambios y pienso que Alfonso Zurro va más allá con respecto hasta dónde llega la picaresca"

Por su parte Pablo Gómez-Pando señaló que, según la filosofía de trabajo, "los siete actores éramos siete buscones más, en cuanto a la búsqueda de personajes  con elementos concretos que hallábamos en nuestras casas o en los ensayos, para crear los cincuenta y nueve personajes o las treinta situaciones que se desarrollan durante la función".

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