viernes, 29 de noviembre de 2013

Una función necesaria

                                 CRÍTICA TEATRAL: EL DICCIONARIO

A lo largo de la Historia han existido héroes y heroínas cuyas acciones han sido reconocidas a mayor o menor escala. María Moliner, la mujer, fue una gran desconocida para muchos y gracias a la labor del autor Manuel Calzada su figura se realza y da más valor aún al diccionario que tan meticulosamente elaboró.

El Diccionario es una obra que logra el propósito de dar a conocer más en profundidad a una mujer que no tuvo una vida fácil, lo cual no le impidió seguir para conseguir sus propósitos. 

La obra tiene una estructura peculiar, donde la realidad y los recuerdos, agradables y tormentosos en algunos momentos se alternan en una concatenación de escenas no convencional pero que gracias a la sabia mano de José Carlos Plaza, el recorrido dramático se dejar ver a través de un sutil hilo invisible que nos lleva a situaciones reales e irreales para comprender lo que supuso la composición del diccionario que Moliner elaboró para corregir los defectos que ella detectó en el DRAE.
Vicky Peña en un momento de su impecable interpretación. Ros Ribas
Al éxito de la función contribuye en gran medida la meticulosa interpretación de Vicky Peña, quien consigue una genial composición del personaje María Moliner. 

Una vez vista la función uno entiende los elogios y los premios porque lo que Peña desarrolla en el escenario es de tal perfección que el espectador ve a María Moliner, no a Vicky Peña interpretando a María Moliner. Los pasajes más delicados, como las distintas fases de la afección cerebral que Moliner padeció, están solventados con tanta verosimilitud que la sonrisa del espectador desaparece completamente ante la contemplación de un deterioro mental que, siendo la persona que lo padece, produce un mayor impacto.

En un ejercicio de relaciones con otras obras, se puede comprobar la pericia de Plaza para lograr plasmar deficiencias físicas o psíquicas en los personajes de sus obras, como ocurría con el personaje de Pilar Gil en Sonata de Otoño, donde precisamente Manuel Calzada colaboró en la versión del texto de Ingmar Bergman y en la dirección.

Vicky Peña está perfectamente caracterizada gracias al vestuario que el maestro Pedro Moreno ha elaborado en colaboración con Cristina Rodríguez del Yerro y a la peluca que ha elaborado, Antoñita, viuda del gran Julipi, uno de los mejores maquilladores de este país. Es increíble la profesionalidad de esta señora porque en el 2001 ya pude contemplar su excelente trabajo en Las amistades peligrosas que protagonizaron Amparo Larrañaga, Toni Cantó y Maribel Verdú, además de su extensa trayectoria décadas atrás en el cine y el teatro.

Peña está acompañada en el escenario por dos actores de contrastada solvencia: Helio Pedregal (la última visita a María Moliner consigue transmitir mucha emoción y lástima) y Lander Iglesias. A ellos hay que sumar la portentosa voz de un juez que asalta y atormenta los recuerdos de Moliner y que no es otra que la del gran José Pedro Carrión, cómplice de Plaza desde los tiempos de formación con William Layton y a quien ha dirigido numerosas veces en el pasado (El mercader de Venecia, Comedias Bárbaras etc...) y en el presente (Hécuba, uno de los grandes montajes de la temporada).

Lander Iglesias y Vicky Peña en la función. Ros Ribas
El Diccionario es de esas obras que considero necesarias para que el público sea consciente de la existencia de personas como María Moliner que, desde una posición nada fácil realizó una obra que perpetuará por los siglos de los siglos. Desde este blog, gracias a Manuel Calzada, José Carlos Plaza, Vicky Peña y al resto del equipo que han puesto en pie una obra que contribuye en gran medida a enriquecer la cultura.  

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