domingo, 23 de marzo de 2014

Dos bocados de realidad

                                      CRÍTICA TEATRAL: RECORTES

El teatro ofrece no sólo obras para evadirse, divertirse y emocionarse sino también es un espacio para reflexionar. Recortes, concebido por Mariano Barroso a partir de dos monólogos británicos, es un buen ejemplo de ello. El director de películas como Éxtasis, Los lobos de Washington o Todas las mujeres nos deparó una grata sorpresa para los amantes del teatro con su versión de Closer de Patrick Marber, una obra dura tanto en situaciones como en diálogos. Ahora, con Recortes, expone dos situaciones independientes pero que forman parte de la más cruda realidad, empresa que ha llevado a buen puerto gracias a dos actores comprometidos que se entregan absolutamente para dar vida a sus personajes, representativos de miles de ciudadanos en situaciones similares.

Por un lado, Nuria Gallardo, interpretando el monólogo Reflectante de Clara Brennan da muestras una vez más de su dominio escénico y de su capacidad para emocionar. Si anteriormente lo logró con creces con el personaje de Lucrecia en La verdad sospechosa, con su encarnación de Rosario pone los pelos de punta y hace escapar más de una lágrima por la verdad con la que cuenta su historia.
Alberto San Juan y Nuria Gallardo, protagonistas de Recortes
Su decisión de disfrazarse de payaso para poder ver a su hija, en un centro para personas con parálisis cerebral, es digna de una madre coraje que no se resigna a que su hija viva de una manera descuidada. Desea que su hija viva dignamente, lo cual quisiéramos todos si nos encontrásemos en esa situación. Gallardo enseña uno de sus múltiples recursos que la han hecho afrontar personajes como Rosaura en La vida es sueño, Carlota Corday en Marat Sade, Helen Keller en el Estudio 1 de El milagro de Ana Sullivan y un larguísimo etc. Después de ver la verdad que transmite interpretando a Rosario nos quedamos con ganas de verla en más obras, porque será como siempre una gozada.

Por su parte, Alberto San Juan muestra en escena sin fisuras un personaje que corresponde al cien por cien con el título del monólogo que él interpreta: Frágil de David Greig. Gracias a sus habilidades interpretativas transmite la delicada situación por la que atraviesa su personaje, lo cual le hace tener que tomar una decisión desesperada ante el desamparo en el que se encuentra. San Juan muestra con este personaje su fuerte vinculación con un teatro comprometido, ya sea en sus producciones con Animalario o el monólogo Autorretrato... que él mismo dirige e interpreta.

Recortes supone poner las cartas sobre la mesa y decir: "Señores esto está pasando", una manera contundente y eficaz manera  de concienciar a los espectadores del duro momento por el que estamos pasando. 

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