Hay quien pensaría en un primer momento que ambientar una novela en un psiquiátrico no tendría ningún interés, o que si lo hiciese alguien al menos inquietaría. Pero lo sorprendente es que alguien idee una historia ubicada en este lugar y que logre conmover y tocar la fibra sensible de más de uno. Eso lo consiguió Torcuato Luca de Tena con su novela "Los renglones torcidos de Dios" (1979). Perteneciente a una familia ligada al periodismo, que fundó el diario ABC, Luca de Tena, ya tenía un gran reconocimiento cuando concibió esta novela, de hecho, ya había ganado el premio Planeta en 1961 con "La mujer de otro". A pesar de no ser un tema desconocido, ya que un psiquiátrico fue el marco de la novela "Alguien voló sobre el nido del cuco" de Ken Kesey y que dio lugar a la premiada película del mismo título de 1975, Luca de Tena se las ingenia para hacer un fabuloso retrato de la vida en este tipo de edificios, añadiendo una pequeña dosis de intriga. La protagonista afirma ser detective y, hasta el último momento, el lector no sabe si está diciendo la verdad o si está realmente loca. Mientras se averigua esto el narrador presenta una galería impresionante de los distintos tipos de trastornos psiquiátricos que existen dando pequeñas y acertadas pinceladas de las personas internadas. La forma de narrar no hace sino constatar el periodismo que corría por sus venas, ya que hay que estar muy documentado para narrar de la forma que lo hace. Es de los pocos libros que he recomendado en mi vida y, de momento, a todos ha gustado, quizá porque refleja una realidad a la que muchos no querrían asomarse de una manera amena y conmovedora transmitiendo un mensaje positivo y dando a entender que, a pesar de los problemas que les hayan hecho estar internados allí, estas personas siguen siendo eso, personas.
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