Escribo después de haber cenado y estar bastante relajado para contar con calma el caos que he vivido esta tarde. Sé que habrá gente que esto lo lea mañana o en días sucesivos, pero no he podido esperar a mañana para contarlo. Asistí junto con mi hermana a un pase de la película "Tres metros sobre el cielo" al que, previamente, iban a asistir los protagonistas de la misma, Mario Casas y María Valverde. La presencia del primero es lo que originó una aglomeración de féminas adolescentes como hacía tiempo que no había visto.
Cuando permitieron el acceso parecía que habían dado el pistoletazo de salida de una carrera, básicamente por llegar a una sala con asiento numerado, toma paradoja, e incluso una de las asistentes se saltó al patio de butacas literalmente y la tuvieron que bajar los de seguridad. Antes, nos habíamos enterado de que los actores venían de estar en dos salas más del cine y de que tenían que ir luego a un cine en Sevilla para un acto de iguales características, pero no parecía importar: las chicas querían ver a Mario Casas y punto. Bueno, pues cuando aparecieron los dos actores junto con el director de la película, los gritos atronaron el recinto y los flashes se dispararon sin miramiento, tal es así que no puedo adjuntar foto del evento debido a que los retratados aparecían oscurecidos, no sé si por la iluminación o qué se yo.
El caso es que los actores intentaron hablar, pero, en el caso de Mario Casas, no se le pudo escuchar debido a los gritos de las espectadoras, en un grado de nerviosismo bastante peculiar. Finalmente, tanto Mario Casas como María Valverde sólo pudieron agradecer brevemente la asistencia del público a la proyección y desearon que la película gustase, por lo que no estuvieron más de cinco minutos en la sala y esto provocó las protestas de más de una, e incluso que algunas se marcharan corriendo para el otro cine de Sevilla donde iban a ir. Pero aquí no acaban las anécdotas, puesto que la proyección de la película provocó algunas reacciones peculiares.
En primer lugar hay que decir que la historia que narra la película está basada en un libro del italiano Federico Moccia que ha sido todo un éxito de ventas y que narra una historia de amor adolescente entre dos personas en principio aparentemente opuestas, como los polos que, inevitablemente, terminarán atrayéndose. Todo esto, junto con la aparición de Mario Casas en pantalla provocaban en el público de todo: suspiros, gritos que decían "guapo" e incluso aplausos en el momento en el que él, qué casualidad, menciona la frase del título de la película. Además de la historia de amor, la película retrata el ambiente de las pandillas juveniles y las carreras de motos de una manera algo deudora de la imprescindible "Rebelde sin causa" (Nicholas Ray, 1955). Personalmente, tengo que admitir que una de las cosas que me gustó bastante fue el hecho de que sonara, en un momento bastante emotivo, la canción "Forever Young" del grupo Alphaville, una de mis canciones predilectas. Todo en una película que cumple su cometido, el de contentar a los y, sobre todo las seguidoras, de Mario Casas, en un vehículo idóneo para su lucimiento.
Cuando permitieron el acceso parecía que habían dado el pistoletazo de salida de una carrera, básicamente por llegar a una sala con asiento numerado, toma paradoja, e incluso una de las asistentes se saltó al patio de butacas literalmente y la tuvieron que bajar los de seguridad. Antes, nos habíamos enterado de que los actores venían de estar en dos salas más del cine y de que tenían que ir luego a un cine en Sevilla para un acto de iguales características, pero no parecía importar: las chicas querían ver a Mario Casas y punto. Bueno, pues cuando aparecieron los dos actores junto con el director de la película, los gritos atronaron el recinto y los flashes se dispararon sin miramiento, tal es así que no puedo adjuntar foto del evento debido a que los retratados aparecían oscurecidos, no sé si por la iluminación o qué se yo.
El caso es que los actores intentaron hablar, pero, en el caso de Mario Casas, no se le pudo escuchar debido a los gritos de las espectadoras, en un grado de nerviosismo bastante peculiar. Finalmente, tanto Mario Casas como María Valverde sólo pudieron agradecer brevemente la asistencia del público a la proyección y desearon que la película gustase, por lo que no estuvieron más de cinco minutos en la sala y esto provocó las protestas de más de una, e incluso que algunas se marcharan corriendo para el otro cine de Sevilla donde iban a ir. Pero aquí no acaban las anécdotas, puesto que la proyección de la película provocó algunas reacciones peculiares.
En primer lugar hay que decir que la historia que narra la película está basada en un libro del italiano Federico Moccia que ha sido todo un éxito de ventas y que narra una historia de amor adolescente entre dos personas en principio aparentemente opuestas, como los polos que, inevitablemente, terminarán atrayéndose. Todo esto, junto con la aparición de Mario Casas en pantalla provocaban en el público de todo: suspiros, gritos que decían "guapo" e incluso aplausos en el momento en el que él, qué casualidad, menciona la frase del título de la película. Además de la historia de amor, la película retrata el ambiente de las pandillas juveniles y las carreras de motos de una manera algo deudora de la imprescindible "Rebelde sin causa" (Nicholas Ray, 1955). Personalmente, tengo que admitir que una de las cosas que me gustó bastante fue el hecho de que sonara, en un momento bastante emotivo, la canción "Forever Young" del grupo Alphaville, una de mis canciones predilectas. Todo en una película que cumple su cometido, el de contentar a los y, sobre todo las seguidoras, de Mario Casas, en un vehículo idóneo para su lucimiento.
Aburriros no os aburristeis desde luego!!! Lo mejor es el gusto musical!!!
ResponderEliminarSaludos!!!
ResponderEliminarDesde luego,eres muy valiente al ir con tu hermana a ese "sarao". Por lo que veo,tenía todos los componentes para ser un caos,porque entre las niñatillas con las hormonas revolucionadas,el prota y la prota, la cual podría haberse ahorrado el viajecillo porque no hacia nada alli,y el argumento de esa peli-libro,que está hecho para ellas...No sé como salisteis vivos!!
Yo no he leido el libro,y la verdad,dudo que lo lea,pero si tengo que decir,que en todas nosotras siempre habrá una adolescente loca loquita loca,con hormonas revolucionadas y sacando la fiera (en el fondo somos animales...perras,lobas,zorras,leonas...llamalo como quieras,jeje) que llevamos dentro...O es que nunca te has pasado un primer dia de rebajas por un Zara o un Bershka???adolescentes,veinteañeras,treintañeras y señoras mas rectas que un palo de escoba,pierden los papeles por una ganga,y en este caso la ganga era tener a Mario Casas a unos "3 metros suya".
Además he de decir,que por suerte o por desgracia,en Sevilla somos muy exagerados para todo...y esto no iba a ser menos.Porque solo con salir este chico en la primera escena de la pelicula,la sala entera se vino abajo,seguro!!!
Lecorbu, la verdad es que fue una locura,no sé si me veré en otra igual, pero , si es así, estaré al pie del cañón para contarlo a todos los lectores del blog
ResponderEliminarLa verdad es que tuvo que ser un caos, si el protagonsta no fuera un chico guapo, seguro que no hubiese pasado nada, es más seguro que no hubiesen ido a ver la película. Espero que ya estes recuerado y preparado para otro artículo.Lola S.
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