Spielberg me llegó al corazón

Cuando alguien te pregunta cuál es tu película favorita en muchas ocasiones, no siempre, la respuesta suele ser un filme que se ha visto muchas veces. En mi caso no es así. Mi respuesta sería una película que sólo he visto, que yo recuerde, tres veces y cuyo título es "La lista de Schindler" (1993). La razón de mi respuesta es la siguiente: es la única película que me hace llorar sin consuelo y no puedo verla con asiduidad porque sé que cada vez que la vea, sobre todo el final, me producirá el mismo efecto. La película la dirigió Steven Spielberg y se estrenó el mismo año que su exitoso "Parque Jurásico". Es curioso que alguien acostumbrado a producir y dirigir auténticos taquillazos ofreciendo historias llenas de acción y aventura como "Tiburón" o la saga de Indiana Jones, narre con una maestría absoluta una película con un tema duro y difícil como es el Holocausto. Pero la película, centrada en un hombre, Oskar Schindler, que salvó a más de mil judíos durante la Segunda Guerra Mundial, tiene elementos suficientes para que se quede grabada en la mente del espectador. Por ejemplo, una fotografía en blanco y negro motivada, creo recordar, porque Spielberg declaró que las imágenes que él recuerda de este hecho tenían esos colores. Pero Spielberg introdujo un elemento de color que muestra su maestría: una niña con un abrigo rojo aparece entre tanto blanco y negro y capta la atención de los espectadores, creo que en un juego cinematográfico, donde el personaje que la ve en la película también se extraña de ver a alguien con ese color, porque pienso que en la película los personajes ven el mundo en blanco y negro, de ahí que la última escena en la que aparece la niña, que no pienso describir, sea tan sorprendente y deje a más de un espectador con la boca abierta y diga : "No puede ser". También hay que destacar la música de John Williams, una de las más tristes y hermosas que he escuchado en mi vida.

La película, protagonizada por Liam Neeson, Ben Kingsley y Ralph Fiennes en un cambio de registro brutal, fue la gran triunfadora de la edición de los Oscar celebrada en 1994, ganando siete estatuillas, entre ellas a la  Mejor Película Mejor Director y la música y fotografía previamente mencionadas y convirtió el holocausto en un tema del que es necesario que se conozca para que no vuelva a ocurrir. He de admitir que el tema de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial es uno de los pocos que siempre que se muestra en el cine o en la televisión, como en un episodio de CSI Nueva York, que es para enmarcarlo, dicho sea de paso, me toca la fibra sensible, y eso que no tengo ninguna historia familiar relacionada con él. Pero desde aquí digo: Gracias, Oskar Schindler, por salvar a esos judíos y gracias Spielberg por hacer esta película.