martes, 9 de diciembre de 2014

"Isabel", una serie para la Historia

España, en materia de ficción televisiva, está demostrando que no tiene nada que envidiarle a otros países en cuanto a la calidad de sus producciones. Ejemplo encontramos en las espléndidas adaptaciones literarias de los 70, 80 y 90 (Fortunata y Jacinta, La Barraca, Cañas y Barro, Los Gozos y las Sombras, Los pazos de Ulloa El Quijote, La Regenta), producciones basadas en truculentos hechos reales (La huella del crimen), o más recientemente, producciones de época en tono de de melodrama (La Señora), de aventuras (Águila Roja) o con toques de intriga (Gran Hotel).

Sumadas a todas las mencionadas (y otras que no menciono por resumir), la serie Isabel ha supuesto una aportación de Oro al panorama televisivo. Diagonal TV (con Jordi Frades como director de la serie) se ha encargado de recrear la vida de Isabel la Católica, desde su juventud hasta su muerte con sus luces y sus sombras, tratando hechos como el descubrimiento de América, las luchas internacionales o la expulsión de los judíos. Este largo recorrido, en tres temporadas, ha puesto de manifiesto la calidad de las personas que integraban los equipos técnico y artístico. Decorados logradísimos, un vestuario cuidadísimo y un equipo de peluquería y maquillaje que cuidaba cada detalle.

Lo que llama la atención, en primer lugar, es la estructura circular de cada una de las temporadas, ya que comenzaban con la escena final de cada una: Coronación de Isabel, Conquista de Granada y muerte de Isabel.

Y, personalmente, me quiero detener en el amplio abanico de actores que han aparecido a lo largo de ella, dando vida a personajes históricos, demostrando la gran conjunción de juventud y veteranía, pudiendo ver a grandes profesionales curtidos sobre las tablas y a actores con una trayectoria más corta que aseguran la continuidad de la calidad interpretativa en el futuro.

En primer lugar Michelle Jenner ha demostrado ser una actriz descomunal, ya que el recorrido que hace por todas las edades de su personaje, con la determinación en sus decisiones como una de sus constantes a lo largo de la serie, es para quitarse el sombrero La actriz, quien ya había interpretado a otra reina, Ana de Austria en la miniserie La princesa de Éboli, hace un enorme recorrido emocional donde demuestra su fuerza a la hora de gobernar, sus enfrentamientos con su esposo, y el sufrimiento por las infidelidades de Fernando El Católico o las muertes de su madre, su hermano y dos de sus hijos.
Michelle Jenner, la Reina Isabel La Católica
Por su parte, Rodolfo Sancho, demuestra también su grandeza como actor en el papel de Fernando de Aragón, mostrándose como un joven apuesto y fogoso en la primera temporada, determinado a mantener su autoridad, sin que le tiemble el pulso a la hora de enfrentarse a sus enemigos, y desgarrador en secuencias trágicas, como la muerte de su padre, Juan II (un contundente Jordi Banacolocha), o la muerte de Isabel, una escena antológica.
Rodolfo Sancho, Fernando de Aragón
Alrededor de estas dos grandes figuras históricas se despliegan un ramillete impresionante de actores. Por empezar por algún lado en la primera temporada se disfruta de la interpretación del joven Víctor Elías, como Alfonso, el hermano de Isabel, que tiene grandes escenas con Sergio Peris Mencheta, quien, en la piel de El Gran Capìtán, demuestra su fuerza guerrera y su sensibilidad a lo largo de la serie, diciendo una frase preciosa: "Un hombre no tiene que avergonzarse por llorar si lo hace por aquello que ha querido", si mal no recuerdo.
Víctor Elías practicando con la espada con Sergio Peris Mencheta
Hablando de allegados a Isabel, Clara Sanchís está genial como la reina madre, mostrando con su maestría el deterioro físico y emocional de su personaje y está magistral en la escena de su muerte. Por otro lado Ainhoa Santamaría y Jordi Díaz son de los pocos, junto con Ramón Madaula que están presentes en las tres temporadas.
Clara Sanchís, la reina madre
Santamaría hace una gran creación como la fiel amiga de toda la vida de Isabel, Beatriz de Bobadilla, con momentos estupendos como cuando es amenazada por Juana de Castilla.
Ainhoa Santamaría, Beatriz de Bobadilla
A Jordi Díaz era la primera vez que lo veía actuar y es una gozada en la piel de Cabrera, marido de Beatriz y que tiene algunas dudas cuando comienzan a atacar a la comunidad judía.
Jordi Díaz como Cabrera
Por último Ramón Madaula, como Chacón es el símbolo de la fidelidad absoluta a la reina, que viene desde la infancia y está genial cuando afronta la muerte de su esposa (Mónica Vic).
Ramón Madaula, el fiel Chacón
A ellos habría que sumar a Pere Ponce como Gutierre de Cárdenas, Andrés Herrera que dio vida a Pedro de Mendoza, Nacho López como el intrigante cronista Alonso de Palencia o Ernesto Arias, con gran porte y voz en la piel del hombre de confianza de Fernando, Pedro de Peralta.
Ernesto Arias, el fiel Peralta
En el bando contrario a Isabel encontramos a un inquietante Pablo Derqui en su perfecta interpretación de Enrique IV, con su carácter implacable, mezclado con las dudas que suscita al no poder dejar embarazada a su esposa, Juana de Avis, que tiene los rasgos de la gran Bárbara Lennie, impresionante en su ambición y en el momento en el que da síntomas de malestar físico previo a su muerte o en la defensa de la legitimidad de su hija, Juana La Beltraneja.
Pablo Derqui y Bárbara Lennie o Enrique IV con Juana de Avis
Siguiendo con los detractores de Isabel está Juan Pacheco, encarnado a la perfección por Ginés García Millán, el valido de Enrique que no se detiene ante nada y un gran instigador contra la entonces Infanta.
Ginés García Millán como Juan Pacheco
Su hijo, Diego Pacheco, interpretado por Javier Rey, continúa la línea de su padre, siendo un quebradero de cabeza para los Reyes, nada que ver con su papel de Mateo en Velvet.
Javier Rey, Diego Pacheco
Entre nobles y miembros de la Iglesia encontramos a actores con solera que da gusto verlos reunidos en una misma escena o por separado como Arturo Querejeta (Alonso de Fonseca), Fernando Sansegundo (Antonio Veneris), Juan Meseguer (Diego de Mendoza), o Pedro Casablanc (Arzobispo Carrillo).
Fernando Sansegundo, Antonio Veneris
Todos ellos con una gran trayectoria teatral a sus espaldas y todos geniales encarnando a sus respectivos personajes.
Juan Meseguer, Diego de Mendoza
Las distintas cortes extranjeras también han proporcionado grandes interpretaciones: En la corte portuguesa nos encontramos con el gran Daniel Albaladejo, encarnando al rey Alfonso V, primero como pretendiente rechazado por Isabel y luego queriendo el trono de Castilla por su matrimonio con Juana La Beltraneja (Carmen Sánchez).
Carmen Sánchez y Daniel Albaladejo o La Beltraneja y Alfonso V
Albaladejo presta su físico y potente voz a un personaje para la posteridad, con un aplomo hablando y actuando que imponía. Siguiendo en la misma corte encontramos nada más y nada menos a mi adorada Nuria Gallardo interpretando a Beatriz de Braganza, tía de Isabel, que muestra también sus grandes dotes interpretativas, son muchos años sobre las tablas, en un personaje conciliador pero también ambicioso cuando ve la posibilidad de que su hijo Manuel (el gran Iván Hermes), herede el trono de Castilla por su matrimonio con Isabel de Aragón (estupenda María Cantuel), pero si hay una escena donde Nuria Gallardo pone los pelos de punta es en dos lechos de muerte con dos actitudes diferentes (cruel ante el rey Juan, un seguro Álvaro Monje, por lo que ha hecho pasar a su familia) y tierna y conmovedora ante la muerte de su hermana (Clara Sanchís). En Portugal también podemos ver a otro grande de nuestro teatro: Joaquín Notario, con la seguridad a la que nos tiene acostumbrados.
Nuria Gallardo, como Beatriz de Braganza
La corte francesa ha proporcionado grandes momentos. primero con el rey Carlos VIII, interpretado por Héctor Carballo, que transmitía a la convincentemente su malestar y alteración ante las derrotas que sufría y el no poder tener un descendiente. La escena de su muerte es inolvidable y eso es gracias al gran trabajo de Héctor.
Héctor Carballo, Carlos VIII de Francia
Su sucesor en el trono, Luis XII, interpretado a la perfección por Borja Luna, parece aparentemente más astuto y calmado que su predecesor pero los acontecimientos con Nápoles hacen que también pierda los estribos.
Borja Luna, el Rey Luis XII de Francia
La tranquilidad la mantienen el consejero Louis de Tremoile al que interpreta otro grande de la escena, mi querido José Pedro Carrión, en un personaje que mantiene la templanza aunque se produzca una situación de tensión y al que insufla de personalidad gracias a su magnífica voz. Muestra además, a su personaje como un hábil negociador y estratega.

José Pedro Carrión como Louis de Tremoile
Por último Marta Belmonte, como Ana de Bretaña aúna belleza y saber hacer en un personaje que no se encuentra en una posición fácil, pero que sabe anteponerse a las adversidades aconsejando incluso.
Marta Belmonte, Ana de Bretaña

Y en la corte de Flandes empezó una de las tramas más potentes de la tercera temporada, gracias a la extraordinaria actuación de Irene Escolar como Juana de Castilla, la cual marcha a esta zona de Europa para casarse con Felipe "El Hermoso" (un Raúl Mérida que lo hace tan bien que hace que el personaje no te caiga precisamente simpático).

Raúl Mérida e Irene Escolar o Felipe El Hermoso y Juana de Castilla
La interpretación de Irene es de las que dejan huella, ya que, gracias a su gran experiencia, y eso que aún no tiene ni treinta años, nos muestra la transformación del personaje  y su carácter a lo largo de la temporada. Escolar reafirma la sólida continuación de la saga artística familiar comenzada en el siglo XIX por Pascual Alba, y un servidor, habiéndola visto en cine, teatro y ahora en Isabel, la considera dignísima sucesora de su abuela, la inolvidable Irene Gutiérrez Caba y de sus tíos Emilio y Julia Gutiérrez Caba. En la serie tiene momentos arrebatadores, como su reacción ante la marcha de su esposo y esa frase a la desesperada: "Quiero estar sola, quiero estar muerta" mientras sale corriendo.
Irene Escolar, una gran Juana de Castilla

De Flandes llega otro personaje que causó una gran impresión, Margarita de Austria, interpretada por Úrsula Corberó con frescura y determinación, ya que su personaje fascina, como a su esposo Juan de Castilla (Adrián Lamana), quien murió prematuramente y demuestra que las escenas de muertes de personajes las saben hacer estupendamente en esta productora. Lo mismo puede decirse de la de Isabel de Aragón (la ya mencionada María Cantuel.
Úrsula Corberó y Adrián Lamana
En esta trama de Juana y Felipe hay que destacar el papel que juega Juan de Belmonte (interpretado por el genial Jacobo Dicenta, con una mirada y un tono de voz inolvidables) un personaje que sirve de espía a Felipe y traiciona la confianza de los Reyes Católicos. 
Jacobo Dicenta en el extremo derecho
No quiero continuar sin dejar de mencionar actores y personajes de la segunda temporada. En el Reino de Granada, con grabaciones en la Alhambra, brillaron Roberto Enríquez como Muley Hacen al que el actor aporta su físico y su penetrante mirada, Alicia Borrachero como Aixa, con una fuerza que sobrepasaba las de su propio hijo, Boabdil El Chico (un perfecto Álex Hernández), Nacho Fresneda, Javier Mora o Nani Jiménez (como la cautiva Zoraida), cuyo padre en la ficción era Miguel Ángel Jenner, padre en la vida real de Michelle Jenner.
Nani Jiménez y Roberto Enríquez o Zoraida con Muley Hacen
En esta etapa en Andalucía también brillaron Antonio Garrido como el Duque de Medina Sidonia, y Alfonso Lara como el galeno Lorenzo Badoz.

En la tercera temporada destacaron las incorporaciones de Fernando Guillén Cuervo, en el papel de Fuensalida, el leal embajador de los Reyes, al que el actor aportó su porte, empaque y serenidad a la hora de hablar.
Fernando Guillén Cuervo como Fuensalida
También ha de alabarse la actuación de Eusebio Poncela, en una composición como el Cardenal Cisneros modélica, con una gran escena: la de la entrada al monasterio donde se están cometiendo graves irregularidades.
Eusebio Poncela, gran Cardenal Cisneros
Otro religioso destacado fue también Hernando de Talavera (Lluis Soler), confesor de la Reina y con una importante labor al frente de la Iglesia. En el terreno religioso tampoco hay que olvidar las espléndidas interpretaciones de Jorge Bosch como el Papa Alejandro VI y de Nacho Aldeguer como César Borgia.
Jorge Bosch y Nacho Aldeguer, el Papa y su hijo César Borgia
No puedo olvidarme de Cristóbal Colón, un sublime Julio Manrique, que daba toques de comedia al principio, estuvo grandioso en su  llegada a América y enternecedor en la muerte de la Reina. También destacaron en la serie miembros de su familia: Diego, interpretado, por Jonás Berami y Bartolomé (Pablo Castañón)
Julio Manrique, Cristóbal Colón
Finalmente no quiero dejar escapar la capacidad de los creadores de la serie de crear personajes, que, aunque salgan en uno o dos episodios, no te olvides de ellos, como fue el caso de Jesús Castejón como el hermano corrupto de Cisneros, el veterano Fermí Reixach, como el Rey Enrique VII de Inglaterra, Alberto Iglesias, como el señor Guerra, un enviado por el Rey de Francia cumplir una misión en Italia, Daniel Holguín, quien reclama el trono portugués, o Sara Rivero, como la hermosa Beatriz de Osorio, una de las supuestas amantes de Fernando El Católico.
Sara Rivero, como Beatriz de Osorio
En fin, he puesto a muchos actores y se me han escapado algunos y por ello pido disculpas.  Creo que este artículo-reportaje hace honor a la grandiosidad de la serie que es Isabel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario