jueves, 1 de enero de 2015

Felype de Lima: "Antes de trabajar con él Tomaz Pandur ya era un referente para mí por la visualidad de sus espectáculos"

Felype de Lima es un ejemplo de prodigio en el actual panorama teatral. Su talento como figurinista, iluminador y escenógrafo lo demostró desde muy joven cuando aún se formaba en la RESAD. Con tan sólo treinta años este fenómeno nacido en Brasil es el responsable del vestuario de espectáculos como Burundanga, Venecia bajo la nieve, Mi primera vez (en los que también fue el responsable de la iluminación), Carlota (donde también diseñó la escenografía) o el actual éxito en la cartelera madrileña: Fausto dirigido por Tomaz Pandur protagonizado por Roberto Enríquez, Pablo Rivero, Víctor Clavijo, Ana Wagener y Marina Salas entre otros, y su futuro es muy prometedor.
Felype de Lima
El Rinconcillo de Reche ha hablado con él para saber cómo ha desarrollado su trabajo en Fausto y en otros espectáculos teatrales y, así, conocer un poco más a los profesionales que, gracias a labores como la suya, contribuyen a crear la magia del teatro. Como digo siempre: Pasen y lean.  

Pregunta: ¿Cómo se planteó la realización del vestuario de Fausto?

Felype de Lima: Trabajar con Tomaz Pandur significa involucrarse en un proceso creativo caracterizado por el nivel de conocimiento estético que él tiene. Es un director que trabaja mucho con la plástica y valora cada detalle, cada símbolo y todos y cada uno de los elementos que aparecen en escena están muy justificados, no hay nada gratuito. Diseñar el vestuario para Fausto conllevó el empleo de muchas horas investigación, de análisis del texto, de los personajes y de la psicología de cada uno. Fue dedicarse en cuerpo y alma a este proyecto y a mí todo este proceso creativo me ha transformado interiormente, en la forma de pensar, de plantear las cosas y los conflictos, no sólo con una lectura superficial sino llegar a una gran profundidad. Han sido cinco meses de trabajo previos al estreno y, como Pandur vive en Eslovenia, se ha trabajado a través de Internet, video conferencias y correos electrónicos.
Escena de Fausto donde se aprecia el impresionante vestuario de De Lima. Aljosa Rebolj
Las propuestas de Tomaz tienen todos los elementos que las conforman al mismo nivel. No son sólo un texto. Es una escenografía, un vestuario, una iluminación que, al verlo, impacta de golpe. Además, aunque yo he dicho que el proceso de trabajo fue de cinco meses, él llevaba dos años trabajando en el texto para tener un control absoluto y, cuando le propones una idea, tiene que estar muy bien especificada.

P.: Para usted hacer un vestuario como el de esta obra, debe de ser muy enriquecedor ¿no?   

F.D.L.: Para mí supone un gran paso en mi carrera. Para mí es muy importante que Tomaz, desde Eslovenia, se haya fijado en mí. Eso me supone una gran satisfacción personal y luego el resultado es el que es, por lo que compruebas que todo ha valido la pena.

P.: Yendo muy poco atrás en el tiempo, también ha trabajado para el Centro Dramático Nacional en el vestuario de Carlota de Miguel Mihura, dirigida por Mariano de Paco Serrano, con quien trabajó también en El caballero de Olmedo de Lope de Vega. Siendo dos obras de teatro de dos épocas diferentes. ¿Como se plantea el trabajo en líneas genrales cuando le llegan propuestas como las mencionadas?

F.D.L.: Con Mariano de Paco también trabajé en la obra, Hombres de 40, por lo que, cuando me propone Carlota, yo ya conozco su manera de trabajar, algo que intento conocer de un director con el que trabajo por primera vez. Necesito saber el nivel de conocimiento estético porque, aunque yo me encargue del vestuario, trabajo mucho con la plástica, con lo visual, por lo que tengo que saber el nivel de simbología, textura, forma y composición que el director conoce y hasta qué punto él quiere que yo aporte elementos al espectáculo o no. Eso depende de la personalidad del director y de su manera de trabajar. Cuando trabajamos en Hombre de 40 nos entendimos muy bien y, tras Carlota también trabajé con él en la pasada gala de los Premios Max que él dirigió, donde me encargué de la escenografía y del vestuario. Él me plantea que lea el texto y luego él lo lee desde otra perspectiva y lo ponemos en común, encontrando a veces coincidencias o conceptos que se complementan y a partir de ellos desarrollamos elementos conceptuales, visuales y estéticos que desarrollamos hasta llegar a otra idea.
Carlota de Mihura, donde De Lima diseñó la escenografía y el vestuario. David Ruano
Lo que tengo claro es que, si me proponen hacer un vestuario historicista, aceptaría si me dejasen desarrollar mi propio historicismo. Para mí el historicismo es mentira, porque es una recreación de una época pasada por los ojos de esta sociedad contemporánea. Si yo hago Troya, por ejemplo, y de entrada uso unos tejidos que no corresponden a la época considero que estoy mintiendo porque no estoy cosiendo como se hacía en esa época y, por lo tanto, no es real. Si por poner otro ejemplo, hago una obra ambientada en la Prehistoria o en Grecia, lo que tenemos para inspirarnos son esculturas y mosaicos. Lo que tenemos son referentes que pasamos por un filtro y hacemos una visión de cómo sería esa época. Es que ves Troya y notas que el vestuario es falso.

P.: También ha trabajado mucho con Gabriel Olivares en espectáculos que han sido auténticos éxitos como Mi primera vez o Burundanga de corte contemporáneo. ¿Para usted es más sencillo encargarse de un vestuario actual en comparación con el de época? 

F.D.L.: Para mí no, porque en todos los casos lo que hay que hacer es buscar a un personaje. Es cierto que el vestuario contemporáneo es más asequible de hacer y en el caso del de época si tienes que hacer un corsé, por ejemplo, ha de recurrirse a talleres especializados y en España los hay maravillosos, sólo hay que controlar tu trabajo. Para mí los dos vestuarios son iguales en el hecho de que son personajes y lo que tienen que contar a través de la ropa.
Mi primera vez, con vestuario e iluminación de De Lima. Felype de Lima
P.: ¿Cuándo nació su vocación por el teatro y por crear escenografías, la iluminación o el vestuario de espectáculos teatrales?

F.D.L.: Pues  de pequeño en Brasil ya creaba marionetas, disfraces, manualidades y con catorce años empecé como bailarín en una escuela de danza. Cuando vengo a España conozco en Granada a una vecina que me mete en un grupo de teatro de pueblo y comienzo a hacer teatro como actor. Hice el bachillerato tecnológico porque mi padre quería que fuese arquitecto y mi ilusión era entrar en la RESAD. Me presenté a las pruebas para interpretación gestual pero no entré. Entonces, durante el año que pasó para poder volverme a presentarme a las pruebas, hice un curso en Granada de Maquinaria Escénica de Construcción de Decorados y me enamoré de la escenografía dándome cuenta de que podía estar encima del escenario o trabajar en otros ámbitos. Pasó el año, volví a presentarme a RESAD a la modalidad de escenografía y entré e hice la carrera, decidiéndome en esos años dedicarme al mundo de la plástica escénica.

P.: Una de las grandes experiencias de su carrera profesional fue crear en el 2006 la escenografía para Calipso, en el Festival de Mérida. Tuvo que marcarle ¿no? 

F.D.L.: Sí que me impactó. Fue mi primer trabajo profesional y no había acabado la carrera, estaba en el segundo año. En primero tuve un profesor, Ángel Roger, que era el director de ese espectáculo y en segundo me dijo que quería que fuese el escenógrafo porque le había gustado mucho mi trabajo en primero. Mérida fue muy importante.
Escenografía de Felipe de Lima para Calipso en el Festival de Mérida. Sergio Parra
P.: ¿Hay profesionales de tu sector a los que tengas de referencia?

F.D.L.: Sí, hay una diseñadora de vestuario que ha trabajado en el cine y en el circo, Eiko Ishioka, que falleció hace pocos años. Para mí era maravillosa y reviso sus trabajos y propuestas porque sus diseños, aparte de ser llamativos, tienen mucha esencia de otras culturas. En el terreno de la escenografía, antes de trabajar con él, mi referente estético era y es Tomaz Pandur. Hace diez años, estudiando la carrera fui a ver su espectáculo Inferno y me quedé alucinado, me encantó y. a partir de entonces, seguí su carrera. Vi Hamlet, Barroco, La caída de los dioses. Para mí era un referente por la visualidad de sus espectáculos y visitaba frecuentemente su página web. Y el día que me llamaron del CDN para trabajar con él no me lo podía creer.


P.: ¿Puede adelantar proyectos para el futuro?

F.D.L.: Tengo programados proyectos hasta el 2016. Este año estreno en el Teatro Fernán Gómez Our Town, que dirigirá Gabriel Olivares, estamos cerrando un espectáculo infantil, que me apetece mucho, estreno otro espectáculo en Grecia, después, seguramente, haga un espectáculo para los Teatros del Canal dirigido por Mariano de Paco, con el que estamos negociando dos espectáculos, uno para representarlo en Méjico y otro en Puerto Rico.  

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