jueves, 4 de enero de 2018

"The Disaster Artist": Los sueños y las ilusiones de Greg y Tommy

El mundo del cine está repleto de personas que desean triunfar porque para muchos es su vida. Pero el camino al éxito está más lleno de espinas que de rosas, más aún si se es un tanto peculiar. Con este calificativo se podría definir a Tommy Wiseau, hombre polifacético que, junto con su amigo Greg Sestero, consiguió realizar en el año 2003 un filme raro y especial en la Historia del Cine, The Room, convertido en objeto de auténtico de culto.

James Franco, otro hombre orquesta e hiperactivo del cine actual, triunfó en el Festival de San Sebastián consiguiendo la Concha de Oro por The Disaster Artist, película que dirige, produce y protagoniza sobre la aventura que fue conseguir rodar The Room, mostrando además una tierna historia de amistad entre la extraña pareja que formaron Sestero y Wiseau

The Disaster Artist es un viaje al Hollywood de finales de los años noventa, reflejado en estrenos de películas como Shakespeare in love (John, Madden, 1998) o canciones inolvidables como Rhythm of the Night de Corona. Además aborda un género, que es el cine dentro del cine, de una manera desenfadada pero nada irreal con respecto a lo que hay que hacer para empezar a tener un hueco en un lugar que es la jungla. 

Aquí no faltan situaciones que causan risa como las condiciones de rodaje, la repetición de una misma escena sobrepasando las veces que Marilyn Monroe tuvo que repetir una frase en Con faldas y a lo loco (Billy Wilder, 1959), o la importancia que para Wiseau tiene enseñar una parte de su anatomía para, según él, vender la película, con una directa referencia a un famoso actor, quien, afirma, hizo lo mismo.

El cine se ha mostrado desde dentro en obras maestras como La noche americana (François Truffaut, 1973), El juego de Hollywood (Robert Altman, 1992) o El Aviador (Martin Scorsese, 2004), por citar sólo unos ejemplos. The Disaster Artist destaca por el carácter underground de la película cuyo rodaje se recrea y por las personalidades, contrapuestas pero complementarias, del duo que la hizo posible.

James Franco asume el papel de Tommy Wiseau, que, a primera vista, podría ser un ejemplo más de los personajes que hace en películas como Superfumados (David Gordon Green, 2008) o Spring Breakers (Harmony Korine, 2012) pero aquí tiene la virtud de insuflarle corazón a un hombre fuera de lo corriente y envuelto en el misterio, además de clavar su forma de hablar, de moverse y su excentricidad. La exactitud de esta imitación se demuestra con las escenas finales comparando escenas reales de The Room y las recreadas en The Disaster Artist

Franco despuntó primero en la televisión, consiguiendo un Globo de Oro por interpretar a James Dean (por cierto, un actor clave en la trama de The Disaster Artist) en un biopic rodado por Mark Rydell en el año 2001 para después hacerse popular como Harry Osborn en la trilogía de Spiderman de Sam Raimi, con quien repetiría en Oz, un mundo de fantasía (2013) además de trabajar con directores como Gus Van Sant (Mi nombre es Harvey Milk, 2008) o Danny Boyle (127 horas, 2010), película por la que fue nominado al Oscar

En esta nueva muestra de su inquietud profesional se rodea de amigos y familiares que saben que no le van a fallar. De todos ellos al primero que hay que destacar es a Dave Franco dando vida a Greg Sestero y que es el ejemplo claro del joven ilusionado por cumplir sus sueños (se reflejan oportunidades que se le presentan en televisión y teatro con suerte muy distinta) encontrando en Wiseau a un amigo del alma inesperado. 

Que Dave y James Franco sean hermanos le da a la relación una mayor verosimilitud porque se ve que se conocen muy bien y tienen una gran complicidad. Otros actores como Zac Efron, en cartelera con El gran showman, o Seth Rogen, cómplices en muchas de las películas los hermanos, aportan su grano de arena, como la magnífica Jacki Weaver además de un buen número actores y gente importante en la industria cinematográfica haciendo breves cameos como ellos mismos o interpretando a un personaje. A este respecto un servidor no va decir nombres para que el espectador los descubra, pero adelanta que algunos sorprenden.  

The Disaster Artist es una rareza en estos tiempos que corren pero tiene algo que no se sabe que es y que engancha, hace reír y emociona porque hay que pensar que hasta la persona más estrafalaria tiene su corazón.

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