miércoles, 31 de diciembre de 2014

Kiti Mánver: "Las obras de Juan Carlos Rubio pegan un pellizco en el corazón del espectador"

Kiti Mánver es una de nuestras actrices más queridas por el público y la crítica. Debutando en el teatro y en el cine a finales de los sesenta, Mánver conquistó a todos con su talento y una mirada magnética que atrapa desde que aparece en pantalla o en escena. Habitual del cine de Pedro Almodóvar desde sus inicios ha trabajado también con directores como Manuel Gutiérrez Aragón, Álvaro Fernández Armero o Enrique Urbizu.
La gran actriz Kiti Mánver. Sergio Parra

La actriz malagueña no abandona los escenarios y esta entrevista tiene precisamente un motivo teatral: Los días 8 y 9 de enero estará en el Teatro Lope de Vega de Sevilla junto a Daniel Muriel representando Las heridas del viento, escrita y dirigida por el cordobés Juan Carlos Rubio con el que la actriz ha trabajado en varias ocasiones desde que la dirigiese en 2007 por primera vez en la obra Humo, también escrita por él y donde compartía escena con el recordado Juan Luis Galiardo. Por Las heridas del viento ha sido galardonada con el Premio Ceres y el Premio de la Unión de Actores, en una carrera teatral que incluye, además grandes trabajos con Miguel Narros, José Tamayo, José Luis Gómez, Pilar Miró o José Pascual, entre otros.

Kiti Mánver nos habla de Las heridas del viento y de otros trabajos en el teatro, el cine y la televisión. Como siempre digo: Pasen y lean.  
Junto a Daniel Muriel, Juan Carlos Rubio y Bernabé Rico en Sevilla. Alejandro Reche Selas
Pregunta: Las heridas del viento está siendo una de las obras de esta temporada y de la pasada...

Kiti Mánver: Sí, a pesar de ser una producción de pequeño formato llevamos más un año representándola y, afortunadamente, tenemos aun recorrido.

P.: ¿Cómo llega a protagonizar esta obra de Juan Carlos Rubio, la cual, además, supone la quinta vez que trabajan juntos?

K.M.: Y no será la última. Esta obra se ha representado ya en muchos países y en varios idiomas. Es una de las primeras obras que escribió. Él tenía ganas de montarla en España y dirigirla ya que Juan Carlos rompe un poco el molde que establece que los autores sólo deben escribir. Se lo propuso a varios actores y, en un momento dado, viendo como está el panorama teatral en el que nosotros mismos producimos, me dijo que tenía ganas de volver a la esencia del teatro, basándose en el actor, la emoción y los sentimientos y que quería dirigir Las heridas del viento. Yo pensaba que me lo decía para ser ayudante de dirección. Él hizo un work in progress, donde gente como actores, profesores de instituto, profesores de voz y periodistas seguían el proyecto desde el principio haciendo un seguimiento de los ensayos. Cuando le pregunté a Juan Carlos qué quería que yo hiciese me dijo: "El personaje de Juan". Me quedé muy sorprendida porque eran palabras mayores, pero él confió mucho en mí y estoy encantada de haber aceptado porque es un trabajo que no había hecho nunca y con gente alrededor desde el primer día. Era situación muy buena para crear.

P.: Comparte escena con un gran actor como es Daniel Muriel...

K.M.: La verdad es que es un lujo que tenga en el escenario a Daniel. Su personaje está escuchando todo el tiempo y si no se tiene a un actor de su calibre la obra podría hundirse porque lo más difícil en teatro es escuchar y Daniel lo hace como Dios.
Cartel de Las heridas del viento                  Sergio Parra
P.: Las heridas del viento es uno de los títulos más hermosos que he escuchado últimamente para una obra de teatro...

K.M.: Es cierto. Lógicamente es una metáfora de la propia vida y tiene que ver con el contenido de la obra. Al igual que el título, el texto es una belleza. Juan Carlos Rubio es un hombre tipo renacentista y es puro teatro. Mezcla la belleza de las palabras a veces con un humor algo ácido, ya que mi personaje es un hombre con un poco de amargura por una serie de circunstancias y la entrega a un amor no correspondido.

P.: Juan Carlos Rubio es ya por derecho propio, un gran valor de nuestra dramaturgia...

K.M.: Es un autor muy completo. Pasa de una actualidad férrea como en Humo, donde trataba el tema de las adicciones a, por ejemplo, una comedia rabiosa como Tres, donde la gente se tiraba al suelo de la risa, o la comedia musical Esta noche no estoy para nadie, y luego escribe obras como Arizona, tratando el problema de la frontera. Son textos muy certeros que les pega al público un pellizco en el corazón inmediatamente.

P.: Tengo entendido que la respuesta del público con Las heridas del viento fue muy positiva desde el principio...

K.M.: Así es. La honestidad de Juan Carlos de desvestirlo de cualquier truco teatral es algo que el público agradece. Atrapa la emoción desde el principio y es del tipo de espectáculos que funcionan por el boca a boca y la gente siempre sale muy emocionada.

P.: Echando la vista atrás usted ha trabajado en obras muy importantes con directores igual de importantes... 

K.M.: En ese sentido he tenido bastante suerte de haber podido hacer cosas como en el cine, donde no he hecho grandes protagonistas como sí me ha ocurrido en el teatro. En el cine me han tocado unas perlas estupendas que la gente recuerda aunque sean personajes pequeñitos. A mí nunca me ha importado hacer personajes de tres frases, creo que se les puede sacar el jugo en muchas cosas.
En Ay, Carmela de Sanchis Sinisterra dirigida por José Luis Gómez
P.: Si yo le menciono un personaje, La Hijastra, ¿qué le viene a la mente?

K.M.: Para ese personaje de Seis personajes en busca de autor de Pirandello Miguel Narros me hizo una prueba, me escogió y él consiguió que hiciese por primera vez lo que se llama tirarse a la piscina: Lo que piensas que debes hacer, ser capaz de realizarlo y ponerlo en escena. Con esta obra me dije: "Por esto me quería dedicar a mi profesión. Esto era lo que yo buscaba". Era un personaje maravilloso. Además, en ese montaje de Narros con escenografía de Andrea D'Odorico, que en paz descansen, Miguel estaba totalmente inspirado. Todos los que interpretamos ese montaje: Carlos Hipólito, Manuel de Blas etc... recordamos cómo Miguel llegó una tarde y montó el tercer acto de golpe, todo seguido, haciendo todos los personajes. Era como una fiera en el escenario, con un despliegue de talento y creatividad que nos dejó a todos con la boca abierta, porque lo montó en una tarde. Era un director impresionante.
Con Carlos Hipólito y Luisa Gavasa en un ensayo de la obra de Pirandello



Precisamente con Manuel de Blas trabajé más tarde en Madrugada de Antonio Buero Vallejo que él interpretaba y dirigía. Fue otra experiencia maravillosa porque es de esos actores que te deja con la boca abierta por su voz, su personalidad...

P.: Usted también trabajó en Hijos de un dios menor, el debut como directora teatral de Pilar Miró...

K.M.: Cierto. Ella vino muy receptiva porque lo que había hecho antes era teatro en televisión y se encontró con una manera de trabajar diferente. Lo que pasa es que era una mujer muy inteligente y sabía escuchar lo que debía para hacer su trabajo. En la obra, donde Guillermo Montesinos y yo interpretábamos a dos personas sordas, actuaba Isabel Serra, una mujer sorda con una gran inteligencia, que leía hasta los labios de perfil.
A la luz de Góngora donde Ḿánver fue actriz, directora y dramaturga
P.: Con respecto al cine, usted ha tenido varias intervenciones muy destacadas...

K.M.: Pues sí. Hice, por ejemplo, Habla, mudita, el debut de Manuel Gutiérrez Aragón, que era una maravilla, y fue mi tercera película. También he tenido grandes experiencias con Pedro Almodóvar desde su primera película Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón. Trabaja con mucho rigor y eso se nota luego en los resultados.
La actriz en Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón

P.: Y con Todo por la pasta ganó un merecidísimo Goya....

K.M.: Con esa película pasó lo mismo que me ocurrió con Narros de hacer algo de más peso y tirarme a la piscina. Tras trabajar con Enrique Urbizu en esa película me planteé mi manera de tratar con los directores de una manera más relajada. Hasta entonces llevaba siempre los deberes como actriz muy bien hechos. Urbizu me hizo ver que yo llevaba al personaje de una manera que no era la que él quería. Me dijo que a través de mis ojos quería ver lo que pensaba mi personaje. Fue tan rotundo que le hice caso y me fue bien. Visto está que me dieron el Goya.
Con María Barranco en Todo por la pasta de Enrique Urbizu
P.: En el terreno televisivo, no puedo dejar de mencionar su magnífica intervención en Gran Hotel...

K.M.: Lo bueno de esta profesión es que puedes pasar de interpretar a una mujer estricta, malvada y cerrada como era mi personaje en esa serie a una abuela divertida en Vive Cantando o hacer de hombre en Las heridas del viento. Eso es lo maravilloso de mi profesión.
Con Adriana Ozores en Gran Hotel
Volviendo a Gran Hotel, no me extraña que gustara tanto. En este país hay un talentazo en todos los departamentos: vestuario, peluquería, maquillaje... había un repartazo además. Y los realizadores tenían un gran nivel. Sabían muy bien contar lo que querían en cada momento.  


FOTO DE ESTUDIO, CARTEL DE LAS HERIDAS DEL VIENTO Y FOTOS DE SEIS PERSONAJES EN BUSCA DE AUTOR, AY, CARMELA Y A LA LUZ DE GÓNGORA CEDIDAS POR KITI MÁNVER.

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