La pasada noche vi la cuarta, y, según los rumores, penúltima entrega de la saga de terror "Destino Final", titulada "El destino final" (David R. Ellis, 2009). Dejando a un lado el hecho de que me gustó porque ofrecía lo que esperaba y, además, era corta, ya que no llegaba a los ochenta minutos de duración, me hizo constatar un hecho que ocurre bastante en el cine actual: se abusa de los efectos especiales generados por ordenador, más en el caso de esta película, ya que está rodada con la tecnología 3D y, en ocasiones, estos efectos están mal hechos.
Sin destripar el argumento diré que hay un momento al comienzo en el que un bloque de hormigón cae sobre una pareja. Pues bien, en ese preciso instante, se ve desaparecer a la pareja para, en el siguiente plano, ver que están debajo, ya muertos. Este es un ejemplo de efectos especiales mal aplicados, pues el "truco" es visto por el público descaradamente.
Este simple ejemplo me sirve para reivindicar desde este blog aquella manera de hacer cine donde el ordenador no estaba tan presente y todo era más artesanal. Eso sí, reconozco que hay películas con efectos especiales hechos magníficamente pero en mi calidad de cinéfilo no puedo evitar las comparaciones. Por ejemplo, cuando veo ese Coliseo romano de "Gladiator" (Ridley Scott, 2000) reconstruido y "rellenado" de público digital, siempre me viene a la cabeza la gran escena de la huida del pueblo en "Los Diez Mandamientos" (Cecil B.De Mille, 1956) y esa gran escena de la apertura del mar que aún me impresiona pensando que hace más de cincuenta años que se hizo, por no hablar del hecho de que los centenares de personas que se ven en pantalla son gente de verdad vestidas todas y cada una con ropa de la época, sin ningún retoque digital.
Retomando la escena que mencioné al principio de la caída del bloque en "El destino final", no puedo hacer otra cosa que no sea mencionar dos excelentes escenas de terremotos filmadas con maestría: la de "San Francisco" de W.S.Van Dyke, rodada en ¡1936! con Clark Gable y Spencer Tracy
En segundo lugar estaría "Terremoto" (Mark Robson,1974). con Charlton Heston y Ava Gardner, entre otros.
A pesar del paso de los años y de que haya gente que prefiera las películas actuales, la forma de hacer cine que se muestra en estas películas que he mencionado, ejemplifican claramente los esfuerzos por hacer una película lo más espectacular posible de una manera tradicional.
Sin destripar el argumento diré que hay un momento al comienzo en el que un bloque de hormigón cae sobre una pareja. Pues bien, en ese preciso instante, se ve desaparecer a la pareja para, en el siguiente plano, ver que están debajo, ya muertos. Este es un ejemplo de efectos especiales mal aplicados, pues el "truco" es visto por el público descaradamente.
Este simple ejemplo me sirve para reivindicar desde este blog aquella manera de hacer cine donde el ordenador no estaba tan presente y todo era más artesanal. Eso sí, reconozco que hay películas con efectos especiales hechos magníficamente pero en mi calidad de cinéfilo no puedo evitar las comparaciones. Por ejemplo, cuando veo ese Coliseo romano de "Gladiator" (Ridley Scott, 2000) reconstruido y "rellenado" de público digital, siempre me viene a la cabeza la gran escena de la huida del pueblo en "Los Diez Mandamientos" (Cecil B.De Mille, 1956) y esa gran escena de la apertura del mar que aún me impresiona pensando que hace más de cincuenta años que se hizo, por no hablar del hecho de que los centenares de personas que se ven en pantalla son gente de verdad vestidas todas y cada una con ropa de la época, sin ningún retoque digital.
Retomando la escena que mencioné al principio de la caída del bloque en "El destino final", no puedo hacer otra cosa que no sea mencionar dos excelentes escenas de terremotos filmadas con maestría: la de "San Francisco" de W.S.Van Dyke, rodada en ¡1936! con Clark Gable y Spencer Tracy
En segundo lugar estaría "Terremoto" (Mark Robson,1974). con Charlton Heston y Ava Gardner, entre otros.
A pesar del paso de los años y de que haya gente que prefiera las películas actuales, la forma de hacer cine que se muestra en estas películas que he mencionado, ejemplifican claramente los esfuerzos por hacer una película lo más espectacular posible de una manera tradicional.
Este artículo me parece que debería leerlo más de un director de cine. Está muy bien la comparación pues creo que se abusa demasiado de los ordenadores. Lola S.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Anónimo. Yo también creo que ahora se abusa demasiado de la tecnología en el cine. Lo importante es que el cine nos haga soñar con una realidad "irreal". Para eso el escenario tiene que ser creíble. Si no es así pierde muy interés. Muy buen artículo, Alejandro. Como siempre
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