jueves, 19 de enero de 2012

Cristina Marcos y María Adánez abren "La escuela de la desobediencia" durante cuatro días en Sevilla

Los sevillanos podrán disfrutar desde hoy hasta el domingo, en el Teatro Lope de Vega, de La escuela de la desobediencia, un texto creado por el joven dramaturgo almeriense Paco Bezerra fusionando dos novelas libertinas de los siglos XVI y XVII: La italiana Raggionamenti, de Pietro Aretino y una obra anónima francesa, La Escuela de doncellas o la filosofía de las damas
Paco Bezerra, Cristina Marcos, Luis Luque y María Adánez
La escuela de la desobediencia está además auspiciada por otros nombres propios a resaltar: Andrea D' Odorico, productor de la obra, Luis Luque, el director de la misma, donde asume uno de sus mayores retos en solitario tras ser durante mucho tiempo ayudante de dirección del veterano Miguel Narros en sus últimos montajes, y dos actrices con un extenso curriculum profesional a sus espaldas: Cristina Marcos y María Adánez. Con todos estos ingredientes el espectador asistirá al diálogo entre dos mujeres, una de las cuales, Susanne (Marcos) desea evitar que su joven prima Fanchon (Adánez) ingrese en un convento. Con este propósito comienza un diálogo donde destaca el tema de la sexualidad femenina y la situación de la mujer en aquellos siglos.

Cristina Marcos y María Adánez desprenden simpatía y profesionalidad, ambas empezaron muy jóvenes a actuar y han visto sus esfuerzos recompensados por la crítica y el público.

En el terreno teatral ambas cuentan con un amplio bagaje donde los nombres de Andrea D'Odorico y Miguel Narros vuelven a ser un nexo de unión entre ambas, ya que Cristina Marcos hizo, de la mano de estos dos grandes profesionales, Así que pasen cinco años de Federico García Lorca en los años 80 y María Adánez ha obtenido gracias a ellos, dos éxitos sobre las tablas: Salomé de Oscar Wilde, en 2005 y La señorita Julia de August Strindberg, en 2007
Cristina Marcos y María Adánez, protagonistas de La escuela de la desobediencia
Tras la concurrida rueda de prensa las dos actrices protagonistas concedieron una entrevista a este blog donde hablaron de la presente obra, de sus trayectorias y de un director entrañable que las dirigió a ambas, Antonio Mercero, demostrando por qué son dos de las actrices más reconocidas del país.

Pregunta: ¿Qué les hizo decidirse por este proyecto teatral?

María Adánez: A mí me parece un texto importante e interesante. Me sentía identificada con el tema de la educación sexual femenina y es una obra brillantemente escrita por Paco Bezerra. Creo que es un texto muy original, especial, divertido y mi personaje desde el principio me pareció un reto delicioso y creo que es un personaje bombón para cualquier actriz. Por todo, hubo muchos componentes, como que fuera producida por Andrea D' Odorico y que el director fuera Luis Luque, por lo que era muy difícil decir que no.

Cristina Marcos: Somos sólo dos actrices y esta obra, La escuela de la desobediencia es una especie de clase magistral por otro lado. A mí, que personalmente me da miedo dar sermones, de alguna manera, muy tiernamente, el personaje que yo interpreto, Susanne, coge a su prima, Fanchon,  más joven, y la va a instruir, entonces eso para mí es un reto, nunca había hecho una función de dos personajes hablando tanto y estando tanto tiempo en escena. Tiene un lenguaje muy bonito, no fácil de decir, pero muy bello y eso también era un reto.

P: ¿Creen que el público puede también aprender cosas con lo que va a ver en el escenario?

M.A.: Sí, sí, totalmente, es una reflexión. No deja de representarse la situación que las mujeres han tenido durante muchos siglos, donde las tres únicas puertas o salidas eran o ser monjas, casarse o ser prostitutas. Ha sido una realidad y por  muchos aspectos es muy interesante.

C.M.: Yo estoy segura. El acto sexual, del que se habla, y se habla de otras cosas, es algo muy íntimo pero también tan antiguo como el mundo. La gente se escandaliza mucho pero yo creo que habrá gente que se va a enterar por primera vez de algunas cosas.

P: ¿Piensan que el vestuario de época (de Paco Delgado) ayuda a meterse en la piel de los personajes que interpretan?

M.A.: Te ayuda mucho como personaje y como actriz porque enseguida te coloca de otra manera el cuerpo y no es lo mismo llevar un pantalón vaquero con una camisa que llevar esos trajes. Tu actitud y tu expresión corporal es totalmente distinta. Es un vestuario bellísimo de Paco Delgado, que además está nominado este año al Goya por su trabajo en la película de Pedro Almodóvar (La piel que habito) y creo que es un vestuario muy acertado.

C.M.: A mí el vestuario me ayuda mucho. Yo llevo una falda y una enagua que  pesan ellas más que mi antigua máquina de coser. Luego está el corsé, que no te lo puedes poner sola, te da arriba una rigidez, una opresión en el pecho y a pesar todo, hacer el esfuerzo de ir como si estuvieras cómoda, ayuda a una rigidez que tiene que ver con lo que mi personaje quiere romper en la función, que es posible aprender más, no sólo quedarse en lo que nos dicen esos señores sino que podemos ir más allá. No tiene por qué enterarse todo el mundo pero puedes ir aprendiendo cosas e ir desarrollándote.

P: Ambas han sido dirigidas por Antonio Mercero (Adánez en la serie Farmacia de guardia y Marcos en la película La próxima estación (1982) ¿Qué destacarían de este director?

M.A.: Antonio es y ha sido un grandísimo director y una de las cosas que podría destacar es que disfrutaba muchísimo con los actores y era muy generoso y cariñoso, siempre con respeto y admiración y eso pocas veces lo he visto, cómo se te acercaba, cómo te decía las cosas, cómo disfrutaba contigo, cómo respetaba tu trabajo y eso me llamó mucho la atención.

C.M.: La próxima estación fue mi segunda película, después de Maravillas (Manuel Gutiérrez Aragón, 1981). Yo me encontré a Antonio hace unos meses en Madrid, hablé con él, y su mujer y yo le cantamos la canción que da título a la película (la cual cantó la actriz con su propia voz en el filme). Estuvo muy bien, luego he trabajado con uno de sus hijos, Ignacio Mercero, que es también maravilloso.

Pregunta (a María Adánez): ¿Cómo fue la transición de niña actriz a actriz profesional, ya que no era una niña prodigio como las que hubo en los años 60?

M.A.: Fue de una manera muy natural, porque en realidad esas cosas de "niña prodigio" son etiquetas que una ni piensa, sigues estudiando y haciendo tu vida. Yo he tenido la suerte de tener esa vocación bien temprana. Hice mi primera película con seis años y desde ese momento supe que quería ser actriz. Lo demás ha sido suerte porque he podido seguir trabajando y a la vez estoy muy arraigada a mi vida a la normalidad, esta profesión es maravillosa pero para mí es necesario volver a la realidad para la seguridad en uno mismo y no olvidar que lo que haces es un trabajo, muy bonito, pero un trabajo.

Pregunta (a Cristina Marcos): De sus trabajos en televisión, aparte de La Regenta (Fernando Méndez Leite, 1995) destacan diversos trabajos con la productora Globomedia (Aída, la última etapa de El Internado, Javier ya no vive sólo...) ¿Qué destacaría de esa productora?

C.M.: Hay otra serie que hice con esa productora "El Grupo", de la que sólo pude hacer trece capítulos, que a mí me gustó muchísimo. Esa productora es promotora de muchos trabajos y muy estudiosa de lo que se hace fuera también y luego hacen algunas de las mejores series de este país.

Pregunta (a María Adánez): Supongo que para usted el nombre de Verónica Forqué tiene mucha importancia...

M.A.: Sí, por la serie Pepa y Pepe y otros trabajos. Además hemos estado unidas a Miguel Narros de alguna manera, porque cuando ella estaba con La abeja reina o Ay, Carmela yo estaba haciendo Salomé y La señorita Julia. Verónica sigue siendo mi mami en muchas cosas, nos queremos mucho y estamos muy en contacto

FOTOS:ALEJANDRO RECHE SELAS

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